
No es frecuente en Bolivia pensar en grande y hacer las cosas en grande. “El apogeo, la decadencia, la ética, la corrupción, la profundidad o la banalidad se pueden leer… en una estructura (arquitectónica) como también a través de ella se pueden leer a simple vista los valores que rigieron o rigen en una sociedad” escribió el arquitecto Juan Carlos Calderón en 2014.


















