
El escritor argentino Martín Sivak, embelesado por la figura de Evo Morales, publicó a poco del ascenso al poder del líder cocalero un libro que buscaba dar una semblanza -más bien elegíaca- del nuevo Presidente. Escogió un título muy expresivo: “Jefazo”, término que salía de las formas coloquiales del propio biografiado, pero que a doce años de distancia, demostró ser la mejor definición de lo que el primer mandatario representa y la relación que tiene con sus subordinados y la que –esto es lo más grave- pretende tener con todos los bolivianos.


















