Transformación

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imagen, b. Marcelo Manucci

¿Qué representa hacer política hoy en la Bolivia de la transición? Primero cuestionar las etiquetas políticas. “Izquierda”y “Derecha”, por ejemplo, conceptos que nacieron en la Revolución Francesa hace más de dos siglos y que ya no son suficientes para explicar una propuesta de país.

La palabra que mejor define el desafío de hoy es: “Transformación”. Su fundamento es una realidad ya vivida, el agotamiento de una experiencia histórica, la de Morales y el MAS, que fue relevante sin duda, pero que naufragó en el despotismo, el autoritarismo y la corrupción. Comenzó con un discurso muy atractivo de cambio, inclusión y fin del racismo, siguió con una revalorización de los principios que movieron el nacionalismo estatista de los años cincuenta, que disfrazó mal la verdad, el crecimiento de un capitalismo salvaje que pudo desarrollarse gracias a una larga etapa de precios internacionales de gas, minerales y granos, como no habíamos conocido en la historia.

Nos vendieron la ilusión de que la bonanza que llegó de fuera era en realidad una propuesta económica sostenible en el tiempo. Los hechos demostraron que eso no era verdad. Fue -para decirlo claro- una feria del despilfarro, la irresponsabilidad y la falta de ética en el manejo de los recursos del Estado como si fueran propiedad de los gobernantes.

Cuando un Presidente recibe, por ejemplo, como “regalo personal” un canal de televisión valorado en millones de dólares, el botón de muestra es suficiente para entender la mezcla entre los intereses del país y los de un individuo. Cuando los temas se mezclan así es que quien gobierna confunde su responsabilidad de administrador de los bienes estatales, y se cree propietario de esos bienes. Así actuó Morales y así actuaron innumerables funcionarios de su gestión.

Por eso, se hace urgente una transformación económica basada en la innovación y la transparencia que apoye a miles de pequeños, medianos y grandes empresarios, que deje paulatinamente de conseguir ingresos sólo de la extracción de nuestros recursos naturales y que logre una diversificación sostenible en la que Estado e iniciativa privada vayan de la mano.

La transformación social debe entenderse no exclusivamente como la reducción de la pobreza basada en mayores ingresos para los más necesitados, sino trabajando duro en la eliminación de la pobreza por muerte de niños antes de cumplir un año, muertes de madres en el proceso de parto y enfermedades crónicas. Mecanismos que deben complementarse con una plataforma agresiva hacia la igualdad de la mujer y la lucha frontal contra la brutal violencia de género.

Es tiempo también de entender que la transformación ecológica debe asumirse como parte de nuestro modelo de desarrollo. Tiene que ver con mejorar la calidad de vida de nuestras ciudades, de las áreas protegidas y apoyar el desarrollo de franjas territoriales turísticas con grandes riquezas naturales y de patrimonio cultural. Pero es necesario, sobre todo, construir juntos respuestas a la vocación de nuestras tierras, a los requerimientos económicos empresariales de todo tamaño, adaptados a su sustentabilidad y al respeto a los derechos de los pueblos indígenas y de los bienes comunes de los bolivianos.

Nada de esto será posible sin una transformación de la democracia. Respuestas de presente y de futuro a los valores más importantes de la sociedad que construyan una justicia para todos, el respeto a la diferencia, la batalla sin cuartel para terminar con la discriminación y el racismo, el ejercicio de gobierno con una verdadera separación de los cuatro poderes del Estado y el pleno uso de los derechos y libertades del conjunto.

En ese escenario el Estado tiene un rol que jugar en la educación, en la salud, en la construcción de condiciones amigables con la iniciativa individual y colectiva de los ciudadanos, desde la inversión empresarial hasta los pequeños emprendimientos, por modestos que estos sean y, por supuesto, en la defensa de todos los bolivianos como personas, como consumidores, como productores y como espíritus libres.

Este nuevo tiempo, finalmente, es el de la reconciliación y el reencuentro en el que debemos entender la igualdad y la equidad como nuestro gran desafío.

¿Izquierda y Derecha? No alcanzan para describir un compromiso con el futuro en clave de renovación generacional y de mente digital acorde con el siglo que vivimos.

9 comentarios en “Transformación

  1. Es correcta su apreciacion. Y lo comparto.
    Quizas sea imprescindible ser mas «agresivos» en la aplicacion de la idea mas que en el argumento.
    Realmente deseo que CON UD en la presidencia del Estado, Bolivia pueda transformarse en la linea que plantea.

    No estaria demas añadir a su equipo (su estructura de gobierno potencial) tanto a intelectuales como experimentados personajes tales como Victor Hugo Cardenas, Jorge Tuto Quiroga (quien esta equivocando el camino al mostrarse presidenciable asi como otros), Waldo Albarracin, Shirley Franco (joven mujer y potencial vice-presidente) y otros parecidos, para hacer de su proyecto de gobierno aun mas potente, avezado y efectivo. Mas alla de los argumentos.

    En torno a lo anterior, y en la misma linea, le sugiero gente con mayor arranque, firmeza y conviccion ademas de una mejor oratoria para hacer frente a la oposicion, sin titubeos -no de convicciones sino de saber expresarse ante la coyuntura y responsabilidad del cargo (ejem Senadora por Santa Cruz).

    En fin, Sr. Mesa. Ud vera que decide. Tiene mi apoyo.

  2. Este nuevo tiempo, finalmente, es el de la reconciliación y el reencuentro en el que debemos entender la igualdad y la equidad como nuestro gran desafío.Es verdad lo que dice Ex Pdte.Mesa,pero ud.es la unica alternativa que nos queda,a los bolivianos,ya que los demas postulantes,solo restaran votos a su persona,por que no tienen ninguna posibilidad de ganar las elecciones,y la reconciliacion esta dificil,considerando que el evaristo no se resigna a la derrota y hara todo lo posible,para evitar su victoria,espero tome previsiones al respecto,para que no pase el fraude copmo lo hizo en anterior oportunidad.
    Ex Pdte.Mesa cuente con mi voto,pero mucho cuidado con los masistas,que trataran por las buenas o las malas,ganar las elecciones en Mayo 2020.

  3. Es una visión comprometida con el todo y con cada pieza componente del universo que representa Bolivia única y diversa. Decir que cada parte pueda tener la posibilidad de recibir, crecer y aportar es el espíritu del actual momento, dejamos ser un grupo u otro pasamos a ser la mayoría consciente de lograr mejores días de un futuro provisorio

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  5. Sus ideas son correctas. Pero no negará que la caída en la corrupción, despotismo y autoritarismo (por decir lo menos), son subterfugios para decir con claridad que morales en contubernio con el foro de sao paulo, nos convirtió en un narco estado y olvidar la variable cocaína, es como querer decir que García mesa no tuvo relaciones con el narcotráfico como usted bien lo sabe.
    No sé por los kollas tenemos miedo a decir las cosas por su nombre, será que lo aymaras nos han contagiado su lamento boliviano?

  6. Pingback: Carlos Mesa: Transformación del Sistema Político Boliviano (10.1.19 en carlosdemesa.com) – Una Nueva Oportunidad

  7. Bien Sr. Mesa, apoyamos sus propuestas porque nos parecen prudentes, sugiero trate de formar un partido fuerte en base a alianzas que le den pluralidad y apoyo en diferentes sectores del pais

  8. Cuando usted habla de «reconciliación y reencuentro», a mi me preocupa que eso se entienda por no aplicar la ley y castigar a Evo Morales y los demás masistas por el daño causado al país. Por favor aclare que «reconciliación y reencuentro» no significará una nueva amnistía (usted ya promulgó una amnistía que liberó a Morales de los hechos luctuosos de octubre negro) y que se esforzará en llevar a la justicia a toda esas personas. Sepa usted que sin ese compromiso de parte suya, lamentablemente yo no puedo apoyarlo. Y, por favor, no me salga con eso de que primero reformará la justicia para que ésta, en forma independiente haga su trabajo. Esa es una figura que demorará muchos años, si se consigue, y para cuando eso ocurra, los nietos de Morales ya habrán muerto de viejos. La justicia tiene que ser justa y rápida, de lo contrario, no es justicia. Gracias.

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