Nacionalización, el Porqué y el Para Qué

Publicada en Página Siete y Los Tiempos el 6 de mayo de 2012

¿Por qué y para qué nacionalizar? La filosofía de las nacionalizaciones está profundamente incorporada en el subconsciente de la sociedad boliviana y latinoamericana.

Todo a partir de la construcción de un paradigma, la idealización del Estado como encarnación suprema del interés común. Si nosotros somos el Estado, si todo aquello que tenemos debe ser utilizado en nuestro beneficio con el objetivo de garantizar nuestro bienestar, tiene mucho sentido la idea de que sea el Estado que nos representa, quien garantice que lo que es nuestro lo sea siempre y que lo que produce, nos tenga como beneficiarios directos.

Esa lógica fue la que en el caso de Bolivia comenzó a desarrollarse con la primera nacionalización, la del petróleo en 1937 y, sobre todo, con la mayor nacionalización de toda nuestra historia, la de las minas que hizo el MNR en 1952.

La ecuación consecuente es muy fácil de adivinar. Si el Estado es el propietario de los recursos, si es el empresario que los gestiona, el excedente que esos recursos producen va al Estado, lo que es lo mismo que decir que va en favor de todos nosotros.

La nacionalización es -la palabra lo expresa- colocar en manos de la Nación lo que a la Nación le pertenece.

Pasemos por alto a efectos de este análisis los complejos componentes que acompañan un proceso de producción de materias primas o recursos, referidos a las inversiones necesarias, la relación costo-beneficio, la tecnología, la calidad de la mano de obra directa e indirecta, la burocracia, el manejo empresarial, la administración, la eficiencia, la transparencia, la rentabilidad, la reinversión y la distribución del potencial excedente (si lo hubiera) en la sociedad.

De manera progresiva se hizo un distingo entre los diferentes sectores de la economía y se llegó a la conclusión de que había sectores estratégicos y sectores no estratégicos. Se concluyó que el Estado debía imperativamente controlar los sectores estratégicos, entendidos estos en tanto son fundamentales para el funcionamiento  de la economía del país como, por ejemplo, la energía, el transporte o las comunicaciones.

Pero vayamos al fondo. El objetivo último es que esos sectores funcionen adecuadamente en beneficio de los ciudadanos. No parece ese el caso de los procesos de nacionalización (con variantes bastante significativas con relación a las nacionalizaciones clásicas) que se han producido en el país en los últimos años. La “guerra del agua” en Cochabamba, uno de los episodios más publicitados internacionalmente convertido aún en bandera por las ONGs antiglobalización, no trajo como corolario ni un mejor servicio, ni su universalización, ni tarifas más bajas, todo lo contrario. La nacionalización de ENTEL no modificó prácticamente nada, ni la calidad del servicio, ni las tarifas de la compañía cuando era manejada por extranjeros que cuando es manejada por el Estado; en el mejor de los casos todo continuó más o menos igual. La nacionalización de las generadoras de electricidad no vino acompañada de una mejora de la provisión de electricidad y menos todavía de una rebaja de tarifas. La curva de oferta y demanda se cruza, los cortes de luz que se habían convertido en cosa del pasado son hoy moneda relativamente corriente, y nada hace pensar que el volumen de inversiones indispensable para resolver la cuestión esté a la altura de los desafíos de consumo.

Ni que decir tiene que la reciente nacionalización de la transportadora de electricidad ni le quita ni le pone al verdadero nudo gordiano del déficit de producción al que hemos hecho referencia.

La “nacionalización” de los hidrocarburos tiene hoy como resultado la mayor sangría histórica del TGN para cubrir los déficits de diesel, gasolina y gas licuado, que se cubren con subvenciones a los precios y con costos adicionales para la distribución. El ritmo de transformación de la matriz energética avanza con mayor lentitud de la que la medida planteó como opción, y las perspectivas de ampliación de mercados de exportación son muy parecidas a cero.

Añadamos que los costos que el Estado tiene que enfrentar para pagar por recompra o compensación por nacionalizaciones diversas suma varis cientos de millones de dólares, en una danza de cifras que nunca deja muy claro si lo que se pagó, o se pagará responde realmente a los montos reales de lo que las empresas nacionalizadas valen.

La conclusión básica general es la que importa. Filosofía aparte, los objetivos de la nacionalización en términos generales y en aquellos sectores más simbólicos y sensibles no han conseguido ni tiene visos de conseguir, las metas centrales por las que fueron hechas, esto es, un resultado que favorezca inequívoca y tangiblemente al ciudadano, ni por la vía de los precios de los productos, ni por la vía de la provisión, calidad y oportunidad de los servicios.

Despojados de todo el ropaje ideológico no parece que el porqué y el para qué de las nacionalizaciones tenga sentido, el más importante, hacer que después de las nacionalizaciones los bolivianos estemos mejor que antes.

21 comentarios en “Nacionalización, el Porqué y el Para Qué

  1. mas discurso de nacionalizacion que resultados, se nacionalizo la produccion de energia electrica y no mejoro los cortes de luz, nacionalizando las empresas de distribucion generara mayor incertidumbre y cortes de luz, no hay solucion al problema energetico.

  2. Debe señalarse, para distinguir discurso político de efectos jurídicos, que “nacionalizar” no constituye acto jurídico alguno. La “nacionalización” no es una institución jurídica y no existe en el sistema jurídico boliviano; y tan sólo se le hizo referencia en la C.P.E. de 1967, cuando se cita «Pertenecen al patrimonio de la Nación los grupos mineros nacionalizados»(Art. 138). Empero, se menciona a dicho término como mero discurso programático sin contenido jurídico alguno. Y la única forma de hacer calzar la “nacionalización” dentro del sistema jurídico nacional, sería como una variedad del acto administrativo denominado confiscación.

    Por el contrario, expropiar (como se hizo en los casos de Venezuela y Argentina), si importa ser una institución jurídica, existente en casi todos (sino todos) los sistemas jurídicos mundiales contemporáneos. En efecto, es la «única» excepción a la absolutez y perpetuidad del Derecho Real de Propiedad. Misma que tiene por requisitos legales, que ineludiblemente deben ser cumplidos, los siguientes:

    •Sólo lo hace quien ejerce potestad (administración pública);
    •Sólo se hace por razones de utilidad o necesidad pública «justificadas»;
    •La declaratoria de utilidad o necesidad pública debe ser expedida y justificada en «Ley preexistente al acto expropiatorio» (ex ante facto);
    •La administración pública no adquiere ni toma posesión «si además de todo lo anterior, no ha pagado -previamente- el justo precio (justiprecio)»;
    •El procedimiento expropiatorio es de orden público constitucional, porque precisamente es la única excepción al Derecho Real de Propiedad, que también es institución constitucional;
    •Entre otros.

    • Haber veamos. «Nacionalizar no constituye acto juridico alguno.» Entonces, no tiene relevancia? No existe? La denominada nacionalizacion tiene implicaciones economicas que van mas alla del simple tratamiento semantico del termino. No veo en que contribuye tu comentario.

      • Cómo te darías cuenta si no sabes distinguir semántica de ciencia jurídica, tal vez por la obnubilación que te causa el dinero.

        La mal llamada “nacionalización” no es por la cual el Estado (no el Gobierno, si quisiéramos precisar semánticamente) percibe millonarios ingresos. El Estado percibe millonarios ingresos como efecto de la compra de un porcentaje del paquete accionario (50 +1 % o más/participación); llámese reconducción contractual, migración de contratos, etc. Pero es una compra accionaria por la que, sin embargo, el Gobierno mantuvo y mantiene la participación de capitales transnacionales aunque sean mínimos (aparentemente). Y los utiliza ociosamente, porque no tiene la voluntad ni la capacidad para industrializar nada (ni con transnacionales ni por si mismo), en el patrocinio de la mera explotación de recursos naturales bolivianos. ¿Muy soberano verdad?

        Así que mientras la ciencia jurídica y/o la legislación nacional no desarrollen al término “nacionalización”, como acto jurídico o institución jurídica, el mismo no sirve (salvo como muletilla discursiva) más que para evidenciar el desconocimiento de quienes lo emplean sin la más peregrina noción de qué es lo que significa para el rigor jurídico.

        Asimismo debes ser de esos que creyó que el Estado “recuperó los recursos naturales” -vía decretos del Ó. Ejecutivo-, cuando los Recursos Naturales siempre fueron del Estado boliviano. Siendo otro cosa, el que las inversiones y los procesos industriales (exploración/explotación) en sí -sobre Recursos Naturales bolivianos- se hayan ocurrido con la participación (liberal) de partes contratantes públicas, privadas y/o mixtas. En efecto, lo que el oficialismo intentó hacerle creer -electoralmente- al incauto pueblo, diciéndole que le «devolvería la propiedad de los Recursos Naturales al Estado», la Constitución Política del Estado republicano de 1967 ya lo establecía diáfanamente, a saber de su CAPITULO II (BIENES NACIONALES) estableciendo que:

        “ARTICULO 136.- I. SON DE DOMINIO ORIGINARIO DEL ESTADO, además de los bienes a los que la ley les da esa calidad*, EL SUELO Y EL SUBSUELO CON TODAS SUS RIQUEZAS NATURALES, LAS AGUAS LACUSTRES, FLUVIALES Y MEDICINALES, ASÍ COMO LOS ELEMENTOS Y FUERZAS FÍSICAS SUSCEPTIBLES DE APROVECHAMIENTO. II. La ley establecerá las condiciones de este dominio, así como las de su concesión y adjudicación a los particulares.”

        Por tanto, con su mal llamada «nacionalización», no le devolvieron al Estado algo que siempre tuvo en su propiedad y/o dominio.

    • DEMAGOGIA pura, cada 1º de mayo requiere este gobierno hacer esas estupideces, lo bueno es q la gente ya va dándose cuenta de lo q ocurre, q las seudo nacionalizaciones son actos demagogos populistas-
      A mi parecer mo hay nacionalización, ni hay tampoco expropiación; solo hay una resolución de contrato por incumplimiento.
      La nacionalización significa tomar para la nación lo que le correspone lo q le pertenece inmanentemente, estos son los recursos naturales. Acá lo q está en juego son acciones, e inversiones q se efectuaron por los españoles, no hay ningun recurso natural. La distribución de energía no ùede ser considerada recurso natural.
      No hay expropiación o por lo menos aún no la hay, lo q hay en esta etapa es una declaratoria de necesidad y utilidad pública, q es un paso, un requisito para q se de la expropiación, la cual se concretará solo una vez que se pague el precio. Es el preparativo para ésta última etapa la que se está haciendo, la evaluación económica de la indemnización. Pero yo no creo que es una expropiación, por q, el gobierno dijo q nacionaliza por q los españoles incumplieron con las inversiones, y si esta es la causa, entonces se obvia el requisito indispensable de necesidad y utilidad pública, para este acto jurídico su esencia es el incumplimiento de inversiones.
      Pienso q lo q el gobierno realmente hace es una simple resolución del contrato por incumplimiento del adjudicado en efectuar inversiones. tan sencillo como eso.
      No quiero elucubrar más sobre esto, me irrita mucho las acciones del gobierno y del Presidente especialmente; además que donde vivo ya es madrugada, y voy planificando como evadir las burlas de amistades que son del país donde vivo, por la torpeza de acciones del menesteroso de Evo.

    • La futil busqueda del «rigor juridico» en este caso no te permite entender las implicaciones de la llamada nacionalizacion (si tanto te interesa el uso de terminos puedes reemplazar la palabra nacionalizacion con modificacion contractual). Por que futil? Porque nada cambiaria si desde este mismo momento empezariamos a utilizar otro termino para referirnos a la «nacionalizacion»
      Segundo, argumentas que el «Estado percibe millonarios ingresos … Y los utiliza ociosamente.» Bueno, tu aseveracion no tiene fundamentos. El problema es que confundes reservas internacionales con los ingresos generados por la «nacionalizacion.» Al mismo tiempo admites implicitamente que el Estado ahora recibe mayores ingresos que antes por la explotacion de gas particularmente. Y este es el punto que Carlos Mesa no discute en su articulo porque descalificaria completamente la tesis de su argumento.
      Finalmente, argumentar que el termino «nacionalizacion» esta mal utilizado, etc, etc. es totalmente tangencial al meollo del asunto si uno esta genuinamente interesado en el tema. Si crees que lo unico que ha cambiado despues de la llamada nacionalizacion es el uso incorrecto del termino, entonces estas completamente obnibulado.

      • Gracias por confirmar amablemente mis suposiciones, no solo de la ciencia, sino del castellano que ignoras en tu hostil plurinacionalidad.

        Primero, si bajo tu «orgullo nacionalizador», encubridor de anónima cobardía (si no me equivoco), el Estado fuera el único dueño de las acciones de las empresas objeto de “nacionalización”, ¿habría contrato en tu alegórica ignorancia jurídica? o habría ¿»contrato» o «modificación contractual» alguna? Entonces, como supongo siquiera podrás darte cuenta, tu ejemplo es tan vano y deleznable, que por la sola y alegre palabra sustitutiva que utilizas (tal vez porque es la única que “jurídicamente” conoces, o porque la «plagiaste» de mi anterior escrito), cae y se hace pedazos contra la solidez del suelo científico.

        Segundo, el Derecho y el sistema jurídico son tan fútiles y casi inexistentes, en tu silvestre entendimiento que, sin embargo cierro los ojos y te veo arrodillado a su fuerza coercitiva, en momentos tan pedestres de tu existencia, como las largas filas para renovar la cédula de tu verdadera identidad, o gimoteando ante un servidor público por no haber llevado la documentación requerida para el trámite que no puedes realizar, o argumentando «furiosamente» queriendo hacerle creer a tus patrones públicos o privados (según turno) «que el reloj fue el que se equivocó» y no llegaste tarde; también te veo como sujeto de Derecho, sometido por igual, como cualquiera de nosotros, al Imperio «de la fútil palabrería de la Ley», recordando a regañadientes y hasta el final de tus días estas líneas, sin poder hacer nada, como cualquier subyugado al orden público, con una diferencia empero, entre tú y yo, mi persona reconoce la vigencia del sistema jurídico que tus defendidos, tus compañeros de momento político y sus egoístas fines, laxaron y día a día destruyen «tesoneramente», para eternizarse en la titularidad del poder político (más no cultural) y aprovecharse del prójimo y del Estado.

        Tercero, y finalmente, ¿por qué escribes sobre Reservas, si no sabes qué son? ¿Quién es su titular? y/o ¿Dónde se encuentran? No me hagas reír…

    • Franz Barrios G.,

      Mi primera reacción a tu respuesta visceral que carece de cualquier argumento o idea rescatable, fue una sonrisa. También me teletransporte en tiempo y distancia a mis días de universitario en San Francisco Xavier donde ocasionalmente, a manera de ocio, leía los pasquines trotskistas. La similitud entre tu respuesta y los mencionados pasquines es el uso indiscriminado de los adjetivos. La diferencia es que los trotskistas siquiera tienen argumentos (por mas ideológicos que sean) en cambio tus respuesta son huecas y carentes de contenido. Crees que para debatir solo necesitas utilizar unas cuantas palabras rebuscadas, pero al contrario tu verborrea aturde. La descalificación del contrario (al que ni siquiera conoces) no ayudan en el debate de ideas. Se supone que tienes que atacar al mensaje no al mensajero. Por ejemplo, el ejercicio imaginativo de tu ultima respuesta es patético e infantil.

      Debo recordarte que el tema de debate era el artículo de opinión de Carlos Mesa “Nacionalización, el Porqué y el Para Qué.” No estoy de acuerdo con la mayoría de los argumentos que Mesa sostiene en el mencionado artículo. Tampoco creo que el debate de la “nacionalización” deba ser reducido a una simple discusión de terminología cual era tu intención. Creo que la pregunta que deberíamos estar discutiendo es si la “nacionalización” ha sido una buena política económica que ha contribuido al desarrollo del país. La posición de Mesa en este asunto es que el no distingue ninguna diferencia entre el antes y el después del primero de Mayo de 2006. Muy al contrario, Mesa culpa a la nacionalización por la subvención a los precios de los carburantes. Creo que esta posición es desinformada y tiene un carácter político más que técnico. El error de Mesa es en no reconocer que la “nacionalización” ha permitido al Estado incrementar sus recaudaciones fiscales de una manera significativa y por ende incrementar los niveles de inversión. Tú te refieres a esto como “millonarios ingresos” y en tu ofuscación descontrolada me das la razón.

      Bueno creo que es suficiente por hoy. Si respondes te sugiero que intentes pensar en buenos argumentos y te circunscribas al tema. (Solo espero que no le esté pidiendo peras al olmo.)

      Raul
      raul.blogg@gmail.com

      • 1) Tan “carente” de sustento fue mi respuesta y ese al que denominas «patético» ejercicio mental que, una vez más desde el anonimato, lo plagiaste. Debieras por lo menos, averiguar, en tu pedestre entendimiento, el significado de la palabra «patético», te serviría de terapia y autoayuda, de repente.

        2) No menciones a la gloriosa tricentenaria que, ni por asomo, llevas su impronta. Causarás enojo, sobre todo, en “el más allá”.

        3) Algunos, a los que de seguro tú llamarías «loquitos», «estuporosos» u «obnubilados», están seguros de que las palabras y su significado, son la ciencia (Kant, Descartes, Voltaire, Spencer, d’Ors, Russell, Nietzsche, Luhmann, etc.), y en su buen manejo radica la precisión de la enseñanza, el aprendizaje y la repetibilidad de los ensayos, situaciones que tus limitaciones no te permite siquiera el atisbo.

        4) Te insisto, la posición de víctima no te ayuda. Como tu bien refieres, tal vez recordando o alucinado experiencias pasadas, comenzaste aludiendo hostilmente a mi persona, y cuando la reacción te redujo y expuso en tu verdadera magnitud, gimoteas ¿?

        5) Quisiera saber qué precisión exiges, si no sabes de lo que escribes. Si te da lo mismo, designar a un objeto como contrato, nacionalización, acción, política, economía, desarrollo, subvención, precio, recaudación, inversión, ingreso, cebollas, papas, piedras, o lo que sea que fuere que esté al alcance de tu bagaje intelectual.

        6) Debieras por lo menos, tener la gentileza de encontrar en un diccionario del idioma castellano (no te exigiré uno médico, porque ya sabemos que la precisión no es lo tuyo) para conocer el significado de las palabras sopor, estupor, estado de coma y obnubilación, para que así, y si la «rebúsqueda» no te enferma mortalmente, darte cuenta de lo huero de tu regurgitada palabrería.

        7) Finalmente, no sé qué te hace creer que exponiendo tu mar de «saberes» con (-) un centímetro de profundidad, lindando casi casi en la taquipsiquia y en el pensamiento saltatorio, según tus similares suelen hacer para impresionar alguna fémina (de fáciles encantos) en una parrillada dominguera, impresionarás a alguien o contribuirás al debate nacional. Ten paciencia de quienes en este Estado Plurinacional, aún cultivamos la ciencia con seriedad. Gracias.

  3. La función del Estado es el de generar estabilidad económica, brindar seguridad, fomentar la inversión local, integrar las diversidades sociales, etc. pero, si no tiene la capacidad de dirigir eficientemente a los poderes que la comprenden, mucho menos podrá administrar una Empresa.

  4. Una vez lo escuché con el mismo discurso en mi Universidad….cuando se estaba postulando para Vicepresidente y en la punta de la lengua se me quedo decirle : ¿Y la Soberanía!!!?

  5. Sr. Mesa, que opina de la intencion seria de nacionacionalizar Bankia un Banco importante ahi en España, parece nomas que el neoliberalismo esta haciendo aguas en Europa.
    En cuanto a la nacionalización de los hidrocarburos prefiero que nosotros los bolivianos nos farreemos la platita, antes que se lo disfruten los gringos y se chupen los brasucas.

  6. En relación a este punto, quisiera traer a colación la tragedia de Fancesa. Hasta el día de hoy no se ha pagado un sólo peso por el avasallamiento (mal llamado nacionalización) de la planta de cemento. Esto ya tiene tinte de robo más que otra cosa. Con ese acto, parece que el proceso de nacionalización se ha convertido en proceso de hurto.

  7. Un breve aporte a la discusion .

    En derecho internacional, el termino «nacionalizacion» si constituye una cualficacion juridica precisa. Como ejemplo citamos la Resolucion 1803 de la AG de la ONU que reconoce el derecho de nacionalizar (bajo ciertas condiciones) como consecuencia logica del principio de soberania sobre los recursos naturales .

    La distinccion entre «nacionalizacion» y «expropriacion» es una categorizacion que existe generalmente en los paises de derecho civil clasico, en muchos de los cuales se presentan igualmente diferencias notables en cuanto a las acciones juridicas posibles en un caso u otro debido, entre otras causas, a la existencia o no de un nutrido corpus de derecho administrativo Los paises anglosajones utilizan la cualificacion de «expropiacion» indiscriminadamente. Debido a la influencia del derecho anglosajon en el derecho transnational de inversiones, hoy en dia la cualificacion juridica mas comun es la de «expropriacion».

    A pesar de la confusion que provocan la semejanza de estos conceptos, una «nacionalizacion» no es necesariamente una «expropriacion», pues en el termino «expropriacion» existe la idea de acto hecho contra la voluntad del proprietario, generalmente por motivo de utilidad publica
    .En cambio la «nacionalizacion» simplemente implica el traspaso de la propiedad de manos privadas a manos publicas, de manera forzosa o no. Por ejemplo, el «salvatage» en tiempos de crisis economica de ciertas entidades privadas por el Estado afin de evitar su quiebra es igualmente una «nacionalizacion» pero no asi una «expropriacion». La categoria «nacionalizacion» es entonces mas amplia.

    En cuanto a la inutilidad de la categorias juridicas y del rigor juridico, bueno, esa aseveraciones hacen la fortuna de los mayores gabinetes de abogados 🙂

    Yaï Gonzales Murillo

  8. LA MAYORIA DE LOS BOLIVIANOS ESTAMOS MAS PREOCUPADOS POR SOBREVIVIR, QUE POR LAS TEORIAS DE NACIONALIZACION, DE NOSOTROS EL CONCEPTO DE NACIONALIZAR ES QUE PASE A NUESTRAS MANOS LO QUE NO ESTA A NUESTRO NOMBRE, Y LUEGO RECIBIR LOS BENEFICIOS.

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