Publicada en Página Siete y Los Tiempos el 1 de abril de 2012
Si ya nada nos sorprende, si ya todo es posible, poco es lo que se puede esperar de la ilusión y la necesidad vital de construir valores esenciales en las nuevas generaciones.
Si una autoridad puede tocar las nalgas de una concejala mientras habla en público y no pasa nada, si se puede decir que las necesidades están por encima de la ley y no pasa nada, si se puede afirmar que como los celulares son “artículos de primera necesidad” deben estar libres de impuestos y no pasa nada, si se puede afirmar que los asambleistas aprueban leyes inconstitucionales a sabiendas y no pasa nada, si se puede exigir que todos los funcionarios públicos juren al partido de gobierno para garantizar su “lealtad” al proceso de cambio y no pasa nada, si los más altos jefes militares pueden asistir de uniforme a un Congreso del partido de gobierno y no pasa nada ¿Será razonable pensar que somos capaces de transmitir una ética básica a nuestros hijos?
La sociedad boliviana padece un mal profundo, y de tanto padecerlo comienza a regodearse en él. Empieza a creer que en realidad quienes están mal son los otros, y que esta forma desordenada, atrabiliaria, brutal a veces, es deseable.
¿Cómo se comprendería sino la rutina de la anomia, la del desafío irresponsable al imperio de la ley y del buen sentido?
Debemos tomar conciencia de que vamos en un camino acelerado de desinstitucionalización, y que esa situación está más allá de posiciones políticas, de gobierno u oposición, está en el corazón de nuestros déficits como colectividad.
En esta batalla sin tregua entre tirios y troyanos, seguimos equivocando el objetivo. No parece cuerdo que el “todo vale” pase por alto algo tan elemental como la lógica de causa y efecto, acción y consecuencia de la acción. Si la impunidad es la carta que esgrimimos por la razón que sea, estamos condenados.
No puede ser carta de impunidad reivindicar el proceso de cambio, no puede serlo reivindicar la oposición a la autocracia, no puede serlo el ser pobre, no puede serlo argumentar que la causa que se defiende es justa, no puede serlo el que en carnaval vale todo, no puede serlo afirmar que era simplemente una broma, no puede serlo decir que antes era igual o peor.
Reflexiono sobre lo escrito y me pregunto ¿No escribí cosas muy similares en otras columnas como esta? Sí. ¿No está ya de buen tamaño? No. No está de buen tamaño. Nunca estará de buen tamaño el defender sin tregua y sin rendirse principios sin los que será imposible construir un futuro mejor para todos. ¿Por qué debiéramos resignarnos a que nuestros hijos y los que ellos engendren repitan esta rueda ciega?, la de una comunidad humana que da vueltas y vueltas pisando su mismo barro, tropezando en las mismas piedras, e insistiendo en hacerlo con los ojos vendados.
Es un imperativo comprender que no hay fuerza ideológica alguna que justifique el desorden, el camino voluntario al abismo. Y lo más importante, es un imperativo terminar con el discurso de que el “cambio”, concepto cada vez más vaciado de contenidos mejor o peor adornado, sea el justificativo de la repetición de lo mismo siempre.
Quienes hemos hecho política en Bolivia, quienes hoy la hacen, tanto desde el gobierno como desde la oposición, sabemos perfectamente que a estas alturas está claro que se están repitiendo los mismos vicios del pasado. Podríamos perfectamente tomar el discurso de algún inflamado revolucionario de hace sesenta años y transcribirlo con puntos y comas, argumentando a favor de una u otra arbitrariedad a título de la necesidad de terminar con un tiempo de injusticias que de pie a una nueva sociedad. La cantidad de actos irregulares, corrupción de espíritus, cooptación y compra de conciencias que a nombre de ese nuevo horizonte se hicieron y se siguen haciendo, no se detiene.
¿Dónde está el cambio en el comportamiento básico de los bolivianos? ¿Podemos decir con transparencia que está sociedad ha cambiado su forma de proceder para mejor? Por supuesto que no. Repetimos consignas y a fuerza repetirlas nos queremos convencer que vamos camino al paraíso.
No será un mejor país mientras poco o nada de lo que hacemos esté apoyado en el respeto a la Ley. La Ley, las leyes, son entre nosotros una gigantesca montaña de espejitos de colores, con ella anestesiamos la evidencia del desorden y la anarquía que en Bolivia parecen ser inherentes a “nuestra identidad”.
Nada cambiará si no cambiamos las base misma de nuestros principios. Nada cambiará si en vez de retórica revolucionaria, liberadora, descolonizadora y transformadora en nuestra principal Ley educativa, no revolucionamos nuestro comportamiento para poder transmitirle a nuestros niños valores que sean una combinación de dos cosas, algo en lo que creemos y algo que practicamos. Por ahora estamos bastante lejos de eso. Mientras tanto, para alegría de algunos, ¡No pasa nada!
Interesante el artículo, pero es solo mas de lo mismo, lo que demuestra que lamentablemente no somos país peor hoy, menos nación y de Estado ni que se diga. Estamos a merced del detentador eventual de la silla presidencial. ¡Qué ha cambiado entonces? Nada. No pasa nada, seguimos igual.
Estimado Señor Mesa,
Al leer estas lineas suyas me hace recuerdo cuando vi hace poco el documental «Our Brand is Crisis». Donde en una parte al comienzo se escucha la voz de usted con el mensaje que dió para la campaña del MNR. Recuerdo que la primera vez que escuche ese mensaje yo tenía como 12 años de edad y realmente en ese momento me conmovió el mensaje suyo. Pero ahora 10 años despues y despues de todo lo vivido en el pais. Y volviendo a escuchar su mensaje en el documental. Realmente nose si usted fue sincero con sus palabras en aquel momento. Prometió tantas cosas para Bolivia y muchas no las cumplió. No estoy echandole la culpa por lo que paso. Creo que fueron muchos factores los que causaron la crisis de nuestro pais en aquel momento. Y ahora al leer este articulo suyo encuentro alguna muchas similitudes con el mensaje que usted dió en el 2002 y me hace pensar que si usted fue sincero aquella vez. Porque sigue predicando sus ideales y pensamientos de la misma manera despues de 10 años. Y realmente no encuentro a otra mejor persona que no sea usted que pueda encaminar y liderar esos cambios en los ideales y valores que nuestra sociedad necesita. Espero que tome en cuenta el humilde comentario de un joven que aún cree en su pais.
Saludos
Carlos, esta vez estoy en total desacuerdo. Este artículo es de lo peor que has escrito. Te lo digo de frente, yo que siempre te he ensalzado. Es que ya es tiempo que te des cuenta de que estas actitudes son las que no nos han permitido avanzar. Es hora de que tú, y todos los que han hecho política antes y ahora, ASUMAN la verdad:
La conversación en Bolivia ha cambiado, y le pese a quien le pese, nada será lo mismo nunca más. Y de cómo es cierto esto?
1.-Sólo un ciego del alma no se daría cuenta de que los casi 4 millones de personas que han votado nulo, piensan que todo esto está mal y que necesita, DE
BE cambiarse junto con los operadores que lo han hecho poble.
2.- Solo un sordo del alma no ha escuchado el estruendo con que hemos recibido los Buenos Bolivianos a los indígenas del TIPNIS. La gente ha salido de la comodidad de su casa para decirle clarito a todos los políticos que ya BASTA! Si ttú eres un político más del montón, que no ha visto las señales y que piensa que ttodo sigue igual, te he sobrevaluado.
3.- Hay algunos políticos que ya están comenzando a escuchar la voz del pueblo. Están comenzando a trabajar en base al reconocimiento de que son parte de la solución y han bajado a las bases para abrazarse con el pueblo, ya no en base a ideologías sino en base a lo que verdaderamente nos está uniendo: CUIDAR LA VIDA. Y por supuesto, el Orgullo Boliviano que hemos recuperado después de la pateadura en Yucumo a los indígenas.
4.- Por último, pero no menos importante, el tiempo que le han dedicado tantas y taaaaaantas personas a trabajar por su patria, quitandole tiempo a sus familias y a sus trabajos, involucrándose en lo que se ha traducido en los logros antes mencionados, no será ningún político que siga pensando como tú que lo capitalice en votos. No es que piense que ibas a ir a elecciones, pero pensaba que podías ser parte de la Oposición del Futuro, esa que se maneja en base a lo mejor que tenemos los Buenos Bolivianos: Un corazón de primera, que sabe perfectamente diferenciar lo que está MAL, y sabe apoyar con toda el alma LO QUE ESTÁ BIEN. Por eso, no estoy de acuerdo con decir que no pasa nada, ya que solo un ciego de conveniencia puede ningunear así a la VOZ DEL PUEBLO, que ya se ha expresado bien claro.
He dicho.
Sería de agradecer que un comentario como este esté firmado con nombre y apellidos para poder contestar a alguien con identidad.
Gracias por la reflexión.
1. Es verdad, hay un núcleo muy importante de bolivianos que son conscientes de que las cosas van mal. Lo que va mal, y esto es lo importante, no es el gobierno, somos la mayoría de los ciudadanos. No tenemos conciencia de responsabilidad ciudadana.
2. No debe confundirse un espíritu democrático y una acción específica de solidaridad, con la transgresión cotidiana de la norma, de nuestra obligación, de aquello que marcaría un cambio de actitud global.
3. me congratula saber, y lo sé desde hace tiempo, que hay buenos ciudadanos y buenos políticos, algunos, como dice, que escuchan y proponen transformaciones esenciales de nuestro comportamiento colectivo.
4. El artículo no niega a quienes, buenos bolivianos, se sacrifican y ejercen a plenitud su ciudadanía. La realidad, sin embargo, es que la mayoría impone una ley de la selva y una transgresión a la ley, cultura de la impunidad y actitud del mínimo esfuerzo, alimentadas por una educación familiar y escolar deficiente. los grandes males no son producto del mal accionar de todos, pero sí del mal accionar de quienes dominan el escenario de lo público.
Seria tan amable en mencionar el nombre y apelliod de esos nobles politicos «¿que ya han empezado a escuchar al pueblo?» y asi de una vez empezamos a hacer proselitismo en nuestra carrera electoral tempranera.
Sr. Mesa
Interesante el articulo, falta decir .robamos dinero en efectivo y en maletas del propio BCB y no pasa nada, en nuestras narices un politico nos dice que «no roben pero saquen algo» y no pasa nada, un expresidente con narco-vinculos y narco fotos nos dice «cometi errores y no delitos» y no pasa nadaaa..construimos puentes gemelos con sobre precio para admirarlos y no pasa nada, usamos un partido para obtener diputados y autoridades y satisfacer apetitos personales para despues abandonarlos, y no pasa nada, .
Es cierto lo que ud dice necesitamos urgente una revolución del comportamiento, sin esta revolucion que nos conduzca a ver la salida a este desquicio colectivo o no habrá lider, dirigente o mesias que nos saque del atraso.
Los bolivianos no estamos de acuerdo con nada ni con nadie, la historia reciente nos dice eso, no estuvimos de acuerdo con Siles Suazo a nombre del pueblo la COB practicamente lo derrocó.
Despues viene las elecciones y elegimos mediante congreso a Paz Estensoro, a Goni Sanchez de Lozada, Jamime Paz Zamora, a un militar golpista!! al Gral, Banzer y otra vez Goni, despues en poquisimo tiempo cambiamos presidentes hasta llegar a elegir a Evo Morales con 64%!! de votos, pero como nuestra logica es «no estar de acuerdo como nada ni con nadie» ahora ya nos cansamos del indio como antes nos cansamos del gringo.
De la misma manera no sabemos que queremos SER para ponernos la camiseta y luchar por objetivos a nivel país, pasamos de ser estatistas a neoliberales en un «tric» y de neoliberales a estatistas en otro «tric», no tenemos norte definido somos al sol que nace.
Por eso mismo cuando discuto o intercambio ideas sobre Bolivia, mi conclusion siempre es la misma …aunque venga Jesus de Nazareth o el propio Vladimir Lenin ……BOLIVIA NO TIENE SALIDA.
No se trata de ser pesimista u optimista se trata de ver la realidad tal como es.
Lo unico que tenemos es la ESPERANZA que un dia llegue la revoucion del comportamiento, una reingenieria social, un pacto social de entendimiento, pero como suena a ilusion como suena a utopia.
esito seria.
Podemos morder las uñas todos los días, la rabia y la bronca nos sacude y no pasa nada. Quizá la ingenuidad sólo nos permite creer que en diciembre del 2014 algo tendrá que pasar, pareciera que nuestras esperanzas sólo están puestas en el cambio de gobierno y creo que ese también es nuestro error. Los políticos de la oposición atizan nuestras ilusiones para el 2014 y nos dicen a los que criticamos la gestión de Morales, que ellos son distintos, pero creo que el problema está en nosotros porque siempre hemos creído en las fáciles soluciones, en las promesas anárquicas y en el humor de los políticos, nunca o casi nunca, se intentó construir un país de verdad, que pasa primero por construir una sociedad de verdad, eso implica, desde mi perspectiva- el respeto a la ley, priorizar las necesidades y -sin ser socialista- intentar redistribuir la riqueza de manera equitativa. Pero cómo vamos a esperar que respeten la ley los gobernantes, si en nuestros hogares no enseñamos lo básico a nuestros hijos, que es respetar las normas impuestas en la casa, situación que se repite en los colegios, cuando los padres justifican al estudiante expulsado por ch’acharse o aplaudimos a los universitarios que toman sus facultades para exigier el despido de un docente. nadie respeta la norma y eso debemos enseñar si queremos que un día, no el 2014, un día soñado, Bolivia sea un país de verdad.
Estimado Carlos,
Tantas veces he comentado y siempre dejo mi nombre. Esta vez, la única en que me has contestado, lastimosamente no lo hice. Disculpas.
Me llamo Jacqueline Patiño. Te llamo por tu nombre porque siempre te he visto como parte de la familia, pues durante muchos años te seguí a diario por tu profesión de periodista. Te tengo en muy alta estima, pero este tu artículo me hace ver no te has dado cuenta aun del cambio que se ha dado.
Escribo acerca de la vida de nosotras las mujeres en el país, y soy terriblemente amadora de mi patria, mi hermosa y dulce tierra Boliviana. Tengo pretensión de ser matemática, periodista y me encanta la literatura. Estoy orgullosa de mi gente, y no me parece que nadie, pero mucho menos un ex presidente, deba tratarnos tan duramente como lo haces hoy.
Permíteme discrepar de nuevo.
1. Puede ser verdad que seamos así de negligentes como dices, pero… has conocido a alguien que no sepa lo negligente que es? Si te latigueas todos los días repitiendo lo malo que eres, seguro que terminas suicidandote. Por eso me parece tan miope tu comentario.
2.Espíritu democrático vs. Acción específica de solidaridad? En que país vives? Tal vez no has estado en el recibimiento a la marcha? Antes del gasolinazo, tú crees que habrían habido personas que se atrevan a tanto? Acaso no sabes que decir algo contra EM era prácticamente un delito? Cuanto hemos avanzado en la reconquista de nuestro valor! Si nos tenían secuestrada la voluntad de acción amigo! No te acuerdas? No es una «acción de solidaridad». Es mucho más que eso. Es la recuperación del Orgullo Boliviano. Es el reconocer que somos capaces de pararnos ante el poder, solitos, A FALTA DE LÍDERES CON LA TEMPLANZA NECESARIA PARA LLEVARNOS A TODOS EN UN MEJOR SENDERO.
Y lo volveremos a hacer, una y otra vez, y entre nosotros están los nuevos líderes amigo. Aquellos que con sobrada razón no te seguirán.
3.»No pasa nada», es una expresión del gobierno, no de la oposición. Más bien que no hay oposición no ve? Porque si así pensara la oposición, con razón ha perdido las anteriores elecciones!
4.Me parece que pensando así, como que estás necesitando ir al exterior a gozar de vacaciones de los que vivimos transgrediendo la ley y en la ley de la selva. Y sin embargo renglón seguido te contradices, cuando afirmas que «los grandes males no son producto del mal accionar de todos, pero sí del mal accionar de quienes dominan el escenario de lo público.» Si vamos por la segunda afirmación, entonces NO estás necesitando ir al exterior, sino más bien abrir los ojos ante la necesidad de tu pueblo de reconocerse en sus bondades.
Es irónico cómo, cuando te comenté las cosas buenas que tienes, nunca me tomaste en cuenta, pero ahora que discrepo contigo, recién me pides mi nombre. Lo mismo te está pasando con tu carrera política. Es irónico cómo cuando tuviste la oportunidad de SER el cambio que necesitabamos, no lo fuiste, y ahora que ya cambiamos, no puedes ver nuestra diferencia. Para tí es casi imperceptible.
Ojo que no me refiero al «gobierno del cambio» que no existe. Me refiero al cambio verdadero en el pueblo. En ese reconocernos en nuestras bondades.
Felizmente estamos caminando. Paso a paso, pero con firmeza. Y cuando el pueblo llama a tu puerta y tú no respondes sino con un dejo de desdén, tendrás que hacer un acto de contrición muy grande y pedirle a tu pueblo que te perdone, no con palabras sino con acciones.
Pero después de este artículo, funcional al gobierno y acomodaticio al statu quo socialista, no se si siquiera te des cuenta de lo que está pasando aquí. Así que hablarte, no tiene sentido. Tú no estás conversando. Tú estás juzgando a un pueblo, que te juzgó bien, y que intentó darte cariño. Cariño que no entendiste porque estás sentado en una mesa en el cielo, mientras todos comemos en la tierra.
¿En que momento te divorciaste de nosotros? ¿Qué te hicimos para que te des por vencido con nosotros? ¿Acaso un padre no vuelve a intentar una y otra vez enrectar al hijo que se está torciendo? ¿Acaso el macho alfa de la manada no pelea con los otros machos que quieren arrebatarle el control de la manada? ¿Acaso no sabes que si pierdes la fe, lo has perdido todo?
Gracias por la explicación.
Siempre he sido profundamente autocrítico, por tanto no creo que no pueda ser crítico. Lo que vale para mis compatriotas vale para mí.
1. muchas veces he escrito sobre las cosas de los que nos debemos sentir orgullosos. No creo que nuestro pasado sea, como muchos piensan, una suma de fracasos. Pero creo que hoy es indispensable un llamado de atención a los ciudadanos que, en general, tienden a transferir todas sus insuficientes en los gobernantes y en el Estado.
2. No se debe confundir un espíritu y una acción que el pueblo boliviano ha demostrado con creces en su historia, con la falta de una conciencia ciudadana de responsabilidad individual para con uno, para con la sociedad, para con el Estado y sobre todo PARA CON LA LEY. Esta reflexión no va en la ruta de cuestionar las acciones en favor de los valores democráticos que la mayoría quiere, tiene que ver con nuestro comportamiento diario.
3. «No pasa nada», es una constatación que no tiene que ver ni con el gobierno ni con la oposición, tiene que ver con nuestra educación, con nuestros valores éticos como personas y como sociedad. Gobierno y oposición son el resultado de lo que es la sociedad. Los políticos no son seres de otro planeta, son hijos de lo que el país produce.
4. Me parece relevante contestar las críticas, porque las críticas obligan a pensar, al debate y a la reflexión interior. Agradezco mucho las veces que me has apoyado y que has escrito en el blog. Ahora que te identificas lo tengo muy claro. Si no respondí, no es por falta de consideración, sino porque en la coincidencia creo que está la sintonía. En todo caso, hago ahora públicas mis gracias por tus anteriores conceptos y por estas críticas también.
Nunca terminaré de agradecer al pueblo boliviano que creyó en mi y que me respaldó. Nunca tuve privilegio mayor en mi vida que servirlo como Presidente. Hice lo que mi conciencia me dictó. Convoqué a una Asamblea Constituyente, hice un Referendo para cambiar la política del gas, propuse las autonomías desde el gobierno, defendí la reivindicación irrenunciable de Bolivia en escenarios internacionales, salvé la economía de un desastre mayúsculo que heredé y luché denodadamente por los derechos humanos de mis compatriotas. Renuncié no por cobardía, lo hice por una convicción ética ante una acción obvia de desestabilización que buscaba volver a colocar al país en la sangre y el caos. Si había llegado para lograr la paz, debía garantizarla siempre, mi renuncia era el camino único para lograrlo.
No pido que me elogien, simplemente que cuando piensen en mi gobierno lo vean en su contexto, el de una de las mayores crisis de nuestra historia republicana.
Admiro al pueblo boliviano y no tengo otro horizonte que mi país. Si soy duro en mis reflexiones, lo soy con ellos y conmigo. La prueba de mi vocación autocrítica está en mi libro Presidencia Sitiada.
Cuando se ama, es cuando más uno debe ocuparse más de quien ama y tratar siempre de que sea mejor.
Estimada Jacky, concuerdo en gran medida que dentro de este «proceso de cambio» no premeditado por el gobierno, nosotros, la sociedad civil estamos levantando la voz por que queremos marcar un cambio de paradigma.
El proceso de cambio nos sirvió para entender que los resabios del pasado son eso, resabios. Que la sociedad debe contruirse a partir del debate de desarrollo que se discute en las esferas para este fin. Que proponer alternativas milenarias, sonaron como grandes ideales en su momento, pero que en la práctica no son parte del presente y no se puede pretender reconstruir un pasado que ya no existe. Que para construir una sociedad mas igualitaria solamente se puede alcanzar con educación y la creación de valores comunes de una sociedad que mira el futuro y ve que desea para su persona, familia y para la sociedad.
Gracias amigo Analítico por coincidir conmigo en que el cambio se ha dado, aunque muy, muy lejos del árbol del poder. Este fruto no es de este árbol! jejeje.Ha caído muy lejos del árbol.
Carlos, tu respuesta me hizo recuerdo a todas las cosas buenas que encuentro en tu persona como presidente de todos los Bolivianos. Y también me recordó la desazón que sentimos tus seguidores en dos momentos claves: cuando decidiste unirte al MNR y cuando decidiste renunciar.
La mayor parte de los trabajadores, hemos tenido que tomar decisiones difíciles en nuestras vidas, y toma por lo menos 5 años el darnos cuenta de los resultados (en caso positivo) o de las consecuencias (en caso negativo), de las decisiones que hemos tomado.
En tu caso, las consecuencias claramente negativas de estas dos decisiones que tomaste están bien claras. No necesitan discusión. Pero no todo fue negativo, lo positivo, lo rescatable, es que tuviste una oportunidad de oro para saber cómo es eso de «otra cosa es con guitarra». Es bueno que hayas entrado en el horno del orfebre, ya que el fuego que templa la espada, la hace invencible. Es hora de usar esta mejor espada en que el orfebre divino te ha convertido, no crees?
Tu espada es tu palabra, igual que la mía. Igual que la palabra, la voz, de cada persona que se ha unido en grupos familiares, grupos de estudio, incluso grupos de diversión, en los que se ha formado esta nueva conversación. Uneté a la conversación amigo. Estás dejando de lado muchas formas de comunicarte con las bases, aquellas que sufren por las decisiones de un desgobierno prebendalista totalitario. Volvé con nosotros.
Si antes los políticos presentaban sus propuestas ante la gente y la gente votaba para elegirlos, ahora eso ya no pasará. Ahora los políticos tienen que unirse a su pueblo, escuchar sus propuestas y ponerlas dentro de una propuesta creíble para todos. Conéctate con la innovación. Utiliza la tecnología para ir más allá de lo evidente. Investiga. Conversa. Cuida de tu pueblo.
Tú eres la persona más creíble de entre los mank´a gastos de la oposición. Un momento. ¿Eres de la oposición no ve? Porque sino, estoy perdiendo mi tiempo en hablarte.
Uno cuida lo que ama. Y uno no puede amar, lo que no conoce. Comienza por conocer mejor, lo que realmente está pasando con tu pueblo, con tu gente. Subite al micro. La realidad es, que te necesitamos más de lo que imaginas. No te pierdas. No más eso de cometer los mismos errores, y esperar resultados diferente.Ya no.
Mi correo personal es: jap21dos@yahoo.com. Vamos caminando.
Gracias de nuevo por tu interés y tus comentarios.
Una sola observación, no considero que mi decisión de renunciar haya sido negativa. Creo haber hecho un buen gobierno, me siento tranquilo con mi conciencia y seguro de haber aportado acciones que modificaron el camino del país. renunciar la pode por razones éticas no me pareció, ni me parecerá nunca, algo negativo.
Algo muy importante. No hago política, en este momento creo que mi mejor aporte a mi sociedad, de cuyo micro jamás me bajé, está referida a la actividad académica e intelectual.
Lamentablemente estoy ampliamente de acuerdo con Carlos Mesa, pero tambien concuerdo con algunos de los puntos de Jacky.
El tema cultural es algo que no se puede ignorar. Cuando se toca este tema de autoevaluacion, Bolivia sufre de un caso extremo del efecto del lago woebegone, es decir creemos que nuestro comportamiento es intachable y ningun aspecto de nuestra cultura es reprochable.
Solamente con vivir en el exterior por un buen tiempo uno puede realmente volver a nuestra tierra, y con una vision mas amplia, darse cuenta de comportamientos complemente psicoticos que se han vuelto cosa cotidiana en nuestro pais. Carlos Mesa, indica algunos, pero mas aun de la completa falta de respeto a la ley, hay cosas desde chistes de pepito en horas de oficina, el viernes de soltero, los casi infinitos feriados donde chupar hasta no poder caminar sea vuelto casi una obligacion. Ejemplos no faltan y todos los conocemos.
Ahora, la clase politica, es simplemente un reflejo de esta cultura. En otras palabras, tenemos los dirigentes que nos merecemos. Es por esto que mi pocision siempre ha sido que en Bolivia podemos ser capitalistas, neo liberales,mercantilistas, autarquicos, socialistas, comunistas, troskystas, e incluso indigenistas, pero el resultado siempre sera el mismo.
Es bueno indicar, que no todos nos comportamos asi, pero la verdad es no somos los suficientes como para poder decir que estamos afectando o cambiando la cultura. Esta era la esperanza que tuvimos cuando Carlos Mesa subio al poder, pero sin embargo «otra cosa fue con guitarra.» El academico-filosofo, simplemente no pudo contra la realidad. En este punto concuerdo con Jacky y tambien con lo que ella dice que nuestro anfrition tiende a ignorar (e incluso a censurar) criticas a su persona.
La verdad, yo no la veo facil para el pais. El pais es caotico, la gente complicada, y el nivel de educacion casi nulo comparado con el nivel de indoctrinacion. Inversionistas nunca invertiran en algo que no sea la extraccion de recursos naturales por que somos demasiados chicos y con poca cultura de cumplir compromisos como para que se arriesgen. La unica salida que tenemos es que de alguna manera de forma collectiva nos pongamos la mano al pecho y en lugar de echarle la culpa a Chile, a los gringos, a las transnacionales, etc. y veamos que somos nostros mismos quienes permitimos este tipo de comportamiento y mientra TODOS no cambiemos, aqui no pasa nada.
http://opinionator.blogs.nytimes.com/2012/04/03/how-bolivia-lost-its-hat/#
Estoy de acuerdo con todos los comentarios, pues finalmente todos dicen lo mismo aunque de diferente manera. Lo cierto es que, como dice el Chasqui, hay que vivir fuera del país para tomar conciencia del papel que a cada boliviano le debería corresponder. Las noticias que se reciben de Bolivia son alarmantes. Hay marchas por todo y por nada, solo falta que un grupo de estreñidos se lancen a bloquear las calles para pedir que el gobierno les surta de laxantes —disculpen por lo vulgar del ejemplo.
Los bolivianos estamos llegado al límite de la indisciplina, la falta de respeto entre nosotros, el trabajo y, principalmente, por las leyes y las instituciones. Tenemos un falso concepto de «vivir bien», creemos que vivir bien significa obtener dinero como sea y en el menor tiempo posible, sin importar los medios para lograrlo: corromper y ser corrompidos, abusar del poder, abusar de la condición de que «antes no tenía y ahora quiero tener», «porqué tú sí y yo no». Esto ha ocurrido en todos los gobiernos, pues muchos de ellos han sido los pioneros y los que han sabido dar ejemplo de como robar, malversar, usufructuar bienes del estado; como en los tiempos del MIR, cuando jóvenes políticos aparecían con los famosos Mitsubishi y eran considerados empresarios exitosos; el auge del narcotráfico en el gobierno de Banzer, la malversación de los bienes del estado hechos por su yerno Chito Valle; quebraron el Banco Agrícola condonando las deudas a los terratenientes cruceños que se quedaron con el dinero y las garantías; hicieron desaparecer miles de millones de los aportes a CONAVI; los negociados de la harina, la compra de un avión con fondos donados para los damnificados de un terremoto en Cochabamba; los robos y el descaro de hacerse proclamar futuro presidente realizados por Manfred Reyes Villa en Virginia-USA, etc. etc. etc. Si continúo voy a necesitar todo el espacio de este blog.
¿Si las clases dirigentes son de ese tipo qué se puede esperar de la población? ¿Acaso no es mejor enseñar con el ejemplo? ¿Cuál es el tipo de gobierno y de oposición que se necesitan?
Me siento desilusionado por la actitud de los sectores de la oposición que aprovechan cualquier situación para crear conflicto y, de ésta manera, lograr que las instituciones sean atacadas por los tontos útiles. Una marcha de los médicos que deberían trabajar las ocho horas como todo el mundo es seguida por cuadras de personas que cuando el reportero les pregunta ¿porqué están marchando? La respuesta es, simplemente, «¿no se?, pero me han dicho que tengo que venir a marchar». Vivimos como en una olla a presión que está punto de explotar.
Yo creo que en nuestro país hay líderes honestos y comprometidos con un mejor futuro, tal como puedo considerar a Carlos D. Mesa, aunque en su autocrítica debe incidir en dejar a un lado cierta arrogancia intelectual para acercarse más a la mayoría de la población que carece de conocimientos como para entender lo que dice: «a veces es mejor ir directo al grano».
Saludos
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Hugo Segura
Saludos
Evidente..no pasara nada ..con, sin, post, ante, entre, via, mas, etc..Evo, Juan,Carlos, Percy, Ruben, Samuel, etc….no habrá cambio pero ese cambio profundo que se idealiza pues esta sociedad esta enferma de hambre, injusticia, codicia y machismo…pero por la conciencia de sus males se autocritica y se enferma mas aun..un circulo vicioso casi imposible de romper …y no por intervención de gobernantes y opositores, de opinadores y expertos, de imperialisatas y revolucionarios…no solo la mano de madres y padres capaces de dar solo lo necesario a sus hijos y dar el resto a los hijos de los vecinos…un verdadera comunidad…utopía de la eternidad..entonces quizas el debate cansino entre cual es el camino verdadero y que bandera seguir; y por el otro frente los que proponen otro camino y critican el tamaño de la bandera, jamas tendra fin pues jamas nadie estara conforme …como repartir una torta de 20 personas para 100 comensales peor aun como saciar el hambre de parte de esos 100 cuando 20 no quieren comer torta…quiza sea mejor avanzar en una conformidad parcial hasta lograr un estado mejor al anterior y recien proponer un nuevo camino con mas fuerza con mas criterio, quizas criticando solo nos atrasamos mas, y no por un confomismo lapidario,mas bien una realidad ineludible …que cosa es perfecta en este mundo ??..cuanto hacemos por aproximarnos a esa perfección??.
Leonardo Yapu.