Publicada en Página 7 y Los Tiempos el 20 de marzo de 2010
Es ya un lugar común en Bolivia afirmar que la defensa de la hoja de coca tiene que ver con su importancia en el pasado prehispánico. Entre los tiahuanacotas, en los señoríos collas y en tiempo de los incas (la civilización que invadió y conquistó el territorio aymara y la confederación charca), la hoja tenía una valor ritual sagrado fundamental y estaba ligada a los sacerdotes y al propio inca, encarnación del dios sol. Está claro que los sacerdotes y adivinos usaban la hoja para las mesas rituales que los vinculaban con los dioses y para leer las vidas de las personas, sea masticando y escupiendo la hoja, sea en la lectura de las hojas según su disposición al caer desde las manos de los augures. Algunos arqueólogos e historiadores afirman que se usaba como instrumento de cambio y que tenía una difusión social más amplia, mientras otros insisten en que su uso estaba restringido a las elites.
Hasta allí todo queda dentro de lo “políticamente correcto”. Pero lo que realmente convirtió a la hoja en un producto de consumo masivo que invadió al conjunto de la sociedad indígena, fue su masificación como instrumento de colonización y de opresión.
Ya desde la llegada de los conquistadores en la época de los hermanos Pizarro, los colonizadores comprendieron muy rápidamente que la coca tenía características muy peculiares, fundamentalmente tres: Incrementaba la energía corporal, neutralizaba el hambre y generaba hábito. Las tres proporcionaban a los nuevos amos del Perú una inmensa ventaja: Más trabajo, mayor rendimiento y más control directo sobre los indígenas cuya tarea era la extracción de las riquezas de la tierra, tanto las minerales como las alimentarias. Superado el debate entre sacerdotes y encomenderos (los unos que querían extirparla por ser “cosa del diablo” y los otros expandirla por razones puramente pragmáticas), a fines del siglo XVI y en consonancia con la inconmensurable riqueza de Potosí, los cultivos de coca se habían expandido más de cincuenta veces. Ese proceso de masificación iniciado por el imperio español no se detuvo nunca más. En poco tiempo la Audiencia de Charcas había universalizado el consumo de coca entre los indígenas, consumo que se expandió a las tierras bajas, especialmente al pueblo guaraní que hoy mastica, en proporción, tanta o más coca que los pueblos andinos.
Está claro que el objetivo de los españoles nada tenía que ver con la cuestión ritual y sagrada, y está claro que la razón por la que hoy millones de bolivianos consumen la hoja nada tiene que ver con el ancestro prehispánico, sino por el contrario, es el sello del triunfo de la acción colonial de sometimiento de las personas a través de un producto. Fue la coca la que aceleró la extracción de nuestras riquezas. Fue la coca la que doblegó cuerpos y espíritus al imperio colonial, fue la coca el instrumento de administración del poder, fue la coca la que enriqueció a hacendados y latifundistas, primero españoles y luego, en la República, criollos.
Entramos así en lo “políticamente incorrecto”. La coca ha perdido casi completamente su vínculo con su pasado mágico-religioso y es parte de una tradición que ratifica el sentido de dominio de un pueblo sobre otro, o como es el caso, la realidad de un hábito que es perfectamente comparable con adicciones como la del cigarrillo o el alcohol.
En ese contexto la coca hoy mantiene esa ambigüedad, en pequeña escala su valor ritual indiscutible. Pero –y esto es lo que más importa- en gran escala, su antivalor como producto adictivo. No se trata aquí de negar los elementos de su composición vinculados a nutrientes y a componentes que de hecho son positivos para la farmacopea y para el propio organismo, pero igual que hay diferencia entre beber vino moderadamente y hacerlo en cantidades que conducen al alcoholismo, está fuera de duda que el consumo permanente de coca en acullicu genera adicción y produce procesos químicos en los que el alcaloide, el componente de cocaína de la hoja, ejerce influencia importante sobre el organismo. Ese consumo genera dependencia real y efectos directos sobre la alimentación-nutrición y sobre el esfuerzo corporal con consecuencias directas en la salud de las personas afectadas.
Esta realidad, si realmente queremos encarar el tema con honestidad intelectual, nos deben llevar a dos preguntas ¿No es acaso la coca el ejemplo más dramático del triunfo del colonialismo sobre los pueblos de los Andes? ¿No es tiempo de analizar efectos y consecuencias del hábito de consumo masivo de la hoja de coca en nuestra sociedad a lo largo de los pasados cuatro siglos, despojándonos de justificaciones puramente retóricas?
Las respuestas a estas preguntas pueden marcar un giro fundamental en la visión que Bolivia tiene sobre un producto que ha condicionado de un modo tan dramático su historia, su presente y que, de acuerdo a como se encaré, podrá también condicionar su futuro.
Marx pudo pensar que otora la religion es el opio de las masas. Actualmente en Bolivia, la coca es el opio de las masas. El «proceso de cambio,» que es tan necesario para que nuestro pais evolucione, se hubiera dado siglos atras de no haber sido que las multitudes desposeidas han sido drogadas para ignorar su hambre y miseria. Pero en fin, si no es la coca, es el alcohol, y tambien el carnaval.
No es buena idea atribuir un hecho histórico o social a una sola causa. Eso es ser simplista. Un efecto de este tipo obedece a múltiples causas
En fecha 28 de enero de 2011 se publico en Aula Libre un articulo mio sobre este tema. Creo que es fundamental abrir un debate mas amplio sobre la problemática de la coca, ya que la política del actual gobierno de buscar la despenalización de la masticación de la hoja de coca (acullico), lo cual muestra una clara falta de conocimiento de los efectos letales y colonialistas que tiene su uso. Esto además llevará a que el País nuevamente se convierta en un centro productor de cocaína, ya que el efecto del aumento de la producción de la coca enmascarada sobre ese «legado cultural de hoja sagrada» generará el incremento del estupefaciente y el peligro que con lleva esta actividad.
Buenos días,
Responderé primero a la segunda pregunta que usted plantea, la de la adiación del acullico. Varios estudios científicos realizados por médicos estadounidenses y europeos han demostrado que el acullico no genera dependencia. La concentración de alcaloides es muy baja para generar dependencia. Le voy a dar un ejempl, yo tomo cuatro tasas de café por día y cuando se me acaba el café puedo qudarme 4 días seguidos tomandop mate de manzanilla sin el menor problema psico-fisiológico.
Si tuviera usted dudas le remito al volumen publicado por William Carter (doce estudios científicos sobre la hoja de coca traducidos al español), editorial la juventud y a estudios más recientes publicados en inglés en varias revistas cientificas angloparlantes con comité de revisión. Puedo hacerle llegar un Cd con dichas publicaciones.
Con relación a la primera pregunta sobre un supuesto drama de triunfo del colonialismo, me parece que no debemos cometer el error de considerar la historía como una línea recta. Los significados y valores asociados a prácticas son situacionales. No son constantes, ni permanentes, menos inmutables.
Usted bien señala, con acierto, que el significado del consumo de la coca cambió de tiempos prehispánicos a la Colonia. La coca ya fue solamente sagrada, el caracter «profano» fue un instrumento de dominación. Pero, le recuerdo que durante la colonia la coca fue también un elemento central en los rituales realizados por los mitayos y en la sociedades indígenas andinas. No debe tambopo olvidar que la coca es un elemento de socialidad importante. El acullico es ante todo un hecho socialisante. Se pijchea cuando uno se reune con otros para deliberar en reuniones, por relaciones de amistad y vecindario, en matrimonios, en bautizos, en velorios, en faena comunales y en marchas por reivindicar medidas que a los ojos de pobladores indígenas parecen justas. Ahi también lo remito al trabajo de Carter y Mamani «la coca en Bolivia» o a «The hold life has» escrito por Catherine Allen, o a varios trabajos de Alison Sppeding.
Y este es pués otro ejemplo que muestra el caracter no linealmente recto de la historia. El uso de la coca en marchas revela más que no es un elemento de sumisión, sino más bien un elemento de resistencia, contra la explotación del trabajo en los socavones de Potosi durante la mita, y contra la ciudadanía marginal desde la revolución del 52.
Ahora bien concuerdo que hay una parte de coca desviada al narcotrafico, pero no creo que las preguntas que usted plantea sean las acertadas para tratar este algido tema. Y la primera incognita que debemos responder es cuanto se consume legalmente y cuánto más se podría consumir legalmente. Las 12.000 ha fueron calculadas para una población de 5 millones de habitantes en 1976. Actualmente, mestizos también consumen coca. He visto numerosos taxistas en la mismisima Santa Cruz trabajar con acullico de coca.
Estoy ancioso de conoce ese famoso estudio de demanda de la coca y espero que sea realizado seriamente. Después ciertamente deberan plantearse las preguntas pertienentes, hasta que punto funciona el control social? Cómo mejorar el control social? como mejorar la lucha contra el narcotrafico? Pueden los paisases vecinos ayudarnos a combatir d emanera eficiente contra el narcotrafico? es necesario tener una colaboración con la DEA aunque esta no esté en Bolivia?
esperando que estos comentarios habran una sano debate. me despido muy cordialmente,
Pablo Laguna
Pablo, excelente opinion, firmo abajo.
un breve aporte a la discusión, en estos tiempos de globalizacion de la economia, la cocaina entró al circuito del mercado bajo la oferta y demanda, donde los Bancos son los mas activos al abrir cuentas para depositos, transferencias, lavado del dinero de los narcos, pero pocos o naide dice nada por que los Sres. de cuello blanco, son pues los intocables. En otras palabras hay que joder a los de abajo a los cocanis, y tiene nomás razón Gabriel Garcia Marquez cuando sentencio » Cuando la mierda cueste dinero los pobres van a nacer sin culo».
Chao esito seria mi opinion, esperando que la publiquen.
Agradezco los comentarios y observaciones.
Mi impresión es que uno debiera remitirse a los hechos prácticos. la analogía con el alcohol no es gratuita. No toda persona que sinsume alcohol se convierte en alcohólica. Incluso no todos los consumidores frecuentes de cocaína devienen en cocainómanos, pero si alguien consume todos los días sin excepción, sea una cosa o la otra, dificilmente se podrá asumir que no tiene un grado de adicción.
Lo otro. Si aceptamos que la coca tiene como efecto quitar el hambre e incrementar la sensación de energía física, y si su consumo es diario, independientemente de si se consume por adicción o no, los resultados sobre el desgaste físico y sobre todo sobre la alimentación, me parecen más que evidentes.
Estimado Carlos,
Usted es comunicador social, no es médico, ni psiquiatra. Su impresión es errónea, y es mera impresión. No es veracidad.
La práctica, la práxis tiene múltiples sentidos y efectos. Esto es bien sabido.
Y con todo el respeto que le debo, y desde mi experiencia de 20 años trabajando en área rural en el país y las miles de páginas de studios en ciencias sociales que leí, debo mencionarle que en ningun lugar de Bolivia salvo en las minas se acullica todo el día, ni todos los días.
Usted no hizo los estudios científicos pertinentes en individuos para ver si tenían adicción fisiológica y psiquica a la hoja de coca. Los médicos, psquiatras y antroplólogos físicos de prestigiosas universidades y centros de investigación de Estados Unidos y Europa que publicaron en revistas científicas con comité de arbitraje SI hicieron esos análisis. Ni siquiera en el caso de los mineros se puede hablar de adicción.
Me parece que debe usted ser humilde, modesto. Por que su afirmación temeraria e infundada crea estigma y poco ayuda a bajar las aguas, tender puentes y tener cabeza fría al momento de plantearse las buenas preguntas para afrontar un tema tan complejo como la coca que por un lado es un hecho social, cultural y económico de sociedades indígenas y mestizas
y por el otro lado, por intermedio del narcotráfico, tiene dimensiones de orden y salud publica.
Si me da su casilla con mucho gusto le mandaré un CD con artículos científicos sobre la hoja de coca.
Finalmente, me parece que esta usted en una gran confusión. Cualquier estimulante o método psicologico (incluida la meditación y el yoga) que aumenta el rendimiento físico e intelectual requiere que el cuerpo siga siendo alimentado. No es por que haya más eficiencia que deba negarse la necesidad de recarga de los insumos a ser procesados, es decir de tener una buena alimentación. Ciertamente, no es comiendo solamente coca o meditando que uno podrá optimizar su rendimiento. Pero en el caso de los consumidores de coca saben bien ellos que requieren de buena alimentación. La cosa es saber si todos estos consumidores tienen los recursos suficientes para acceder a los insumos que considran necesarios para responder a su criterior de buena alimentación.
Vamos por partes.
Los hechos históricos son incuestionables. Los colonizadores españoles usaron la coca como mecanismo de explotación, el objetivo era claro, obtener mayor rendimiento físico, más horas de trabajo y menor alimentación. El objetivo ere ese y el resultado, aceptado por todos como real, fue que la cosa sirvió como mecanismo de explotación y sometimiento. Esa es la cuestión central de mi artículo.
El hábito, como usted bien sabe, depende de cada organismo y sobre todo de cada cerebro. Insisto, no todo aquel que consume cocaína con cierta frecuencia se convierte en adicto, la adicción es un proceso físico-químico y psíquico muy complejo.
Es obvio que cuando se hace referencia al uso diario o casi diario, no se infiere que ese uso sea «todo el día» ininterrumpidamente.
No creerá usted que cuando hablo de menos alimentación, estoy diciendo ninguna alimentación, pero menos alimentación, menos balanceada, genera efectos negativos sobre la nutrición.
El hecho de que los consumidores de coca sean pobres y no tengan recursos para alimentarse mejor no invalida la reflexión sobre los efectos del consumo frecuente de la hoja sobre la atenuación del hambre. Con ese criterio debieramos dejar de lado cualquier estudio sobre consumo de estimulantes (desde el café para arriba) en sociedades con altos niveles de pobreza.
Si de lo que se trata es de asumir que el acullico cotidiano es muy beneficioso para quienes lo practican, no hay nada que pueda decir en contrario que no sea la propia experiencia histórica de esa práctica impuesta al pueblo por los españoles.
El debate de fondo está primero en saber porqué se consume la hoja, desacralizar lo que se debe desacralizar y aceptar que la defensa de la hoja no puede apoyarse en una falsificación histórica.
Si usted cree que esa defensa debe basarse en sus bondades químicas y en la demostración de su benéfico servicio a quienes la consumen, es otro asunto.
Estimado Carlos,
Nuevamente, el punto de su artículo esta errado por que usted sostiene que la coca es ahora una herramienta de sometimiento. Acaso usted no ha padecido durante su gestión de gobierno embates que eran más bien de resistencia y de lucha por un proyecto alternativo de sociedad y de Estado-Nación? No se ha dado cuenta? Con qué lupa miraba usted al país en esos momentos?
Yo planteo y muchos cientistas sociales también que la coca sigue teniendo una dimensión sacra, que nunca la perdió, habiendo además tomado significados adicionales: una dimensión social/socializante importante, un significado de resistencia social, étnica y física, un elemento de identidad forjado en las prácticas de resistencia y de socialización.
No hay ninguna distorsión o falisificación de la historia en torno al significado que los pueblos indígenas atribuyen a la coca. ?Desde cuándo la historía es una línea recta? Si usted se dice historiador, bien debe saber que el cambio social existe, que los significados y valores cambian, que las reconfiguraciones existen, que la historía no es un alínea recta, sino un recorrido imprevisible de por multiples líneas, espacios y dimensiones. Bolivia en el 2011 no es el Alto Perú en tiempos del Virrey Toledo y nunca volveremos a aquelos tiempos, ni a los de Simón Boliva, Santa Cruz o Melgarejo. Lo hechos históricos que usted plantea son de hace 5 siglos. Por que quiere usted atar a os indígenas bolivianos del siglo XXI al siglo XVI? Con qué derecho puede usted permitirse tal barrabazada? Y esto me suena aún más paradojico cuando leo columnas suyas que hacen loas a la modernidad. Entonces sea por lo menos cuerdo. Si quiere que volvamos al siglo XVI, pues plantee que toda la humanidad vuelva al siglo XVI. Tiene usted que aceptar lo que los indígenas son ahora.
Usted sabe bien por que se consumo coca, si este es su debate de fondo, y
no hay nada profano en esto. La sociedad es otra y los nuevos significados son tan legitimos como los que hubiesen 5 siglos atrás. Qué hay de malo en qué la coca tenga un significado de resistencia, sea un elemento de identidad, sea un estimulante a diferencia de la noción de energizante que usted menciona en su respuesta anterior (son dos cosas muy diferentes), que hay de malo en que la coca sea un elemento d socialización? Ninguna mano negra o fuerza externa está imponiéndo a los indígenas de Bolivia el significado de lo que para ellos es la coca. Son suficientemente grandes para generar su propio sentido. Hace casi dos siglos que la colonia se acabo. No hay ninguna tara colonial que culpar por los sentidos que ahora los indígenas le dan a la coca. Estos sentidos son un hecho, un hecho social plenamente asumido. negarlo, como lo hace usted, es un error tremendo que solo lleva a ahondar las discordias.
Así que en ésto le estoy respondiendo al grano. Usted no puede pretender que los indígenas que defienden la coca son alienados. Usted no tiene por que decirles que sentido deben ellos atribuirse a sus prácticas en torno a la coca. Los significados que ellos definen son validos para ellos y definidos por sus prácticas cotidianas. Y mi línea de defence central es ésta: los significados que ellos generan hoy día en torno a la coca san tan válidos como los significados que usted genera para defender su gusto por el cine.
Así que debe usted elegir bien su línea de ataque confusa que se balancea entre la sumisión, hecho falso como s elo acabo de demostrar, y la dependencia psiquico-química, a la vez recontra falsa, como lo han demostrado los estudios cientificos que le mencioné. Por que usted sigue afirmando sin haber hecho el mínimo estudio que el acullico es adictivo. Le vuelvo a reiterar que usted no es médico, ni psiquiatra y que debería usted informese científicamente antes de soltar tal acusación tremendamente falsa. Por favor. Y agradezco a esos investigadores que han tenido el coraje de hacer estudios sobre estimulantes sobre la coca y sobre otros productos más para combatir tercos prejuicios que en la sombra de la ignorancia se aferran en sostener «que un consumo cotidiano crea dependencia».
Pasame su casilla. Le mando el CD. Y si usted gusta nos tomamos luego un café y seguimos debatiendo.
El problema (y con esto por mi parte cierro el debate que podría porolongarse ad infinitum) es forzar la realidad a su ideología. Mala consejera cuando se trata de historia. La coca se usó como instrumento de opresión y fue instrumento de opresión. La universalización de su consumo se hizo por parte de los colonizadores para sojuzgar a los indígenas.
Sus reflexiones a propósito de mi gobierno son insólitas. La lupa con las que miraba ese momento está retratada en mi acción de gobierno, se la recuerdo:. Impulsé e hice mía la agenda de octubre, modifiqué la Constitución para hacer constitucional la Asamblea Constituyente, el Referendo y el derecho de agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas de postular a cualquier cargo electivo sin mediación de partidos. Realicé el Referendo de hidrocarburos que recuperó la propiedad de los hidrocarburos en boca de pozo para el Estado boliviano, que refundó YPFB y que duplicó los impuestos hasta llegar a un 53% sobre las transnacionales. Y si no promulgué la Ley de Hidrocarburos (de lo que me felicito) y no «nacionalicé», es porque esa Ley, entre otras graves inconsistencias, ha llevado al país al desastre en la producción de líquidos en que ahora estamos y la «nacionalización» a la Morales no ha nacionalizado nada. Finalmente, convoqué a la Asamblea Constituyente y al Referendo Autonómico. Así que seria bueno que revisara los tópicos y lugares comunes que maneja sobre el particular.
Se ve que no lee con atención mis columnas. No sólo no hago loas a la modernidad sino que pongó en evidencia las falsificaciones que la «modernidad salvaje» hace de lo «deseable» para este siglo XXI. Sigue usted anclado en encasillarme en una casilla en la que no estoy.
Si a usted le parece que la coca tiene hoy un significado de resistencia, magnífico, limitese al siglo XXI y no reivindique una ritualidad y una sacralización que como usted mismo dice, desapareció en buena parte en el proceso de la historia. Porque lo que está claro es que no se puede reivindicar la historia a conveniencia. ¿Vale para la ritualidad pero no para la opresión colonial?.
Los indígenas pueden defender la hoja de coca cuánto quieran. Ojalá que igual que usted quiere encorsetar la historia a la medida de su ideología, no intente encorsetar la realidad de su consumo a esa misma medida.
No tengo que elegir una línea, la elegí hace mucho y soy consecuente con ella.
Su cierre es el del expediente fácil, la supuesta demostración de que la hoja es la panacea universal. Adelante, que la panacea acompañe a nuestros compatriotas a la lucha por su liberación.
Estimado Carlos,
Como usted le respondo por última vez.
Primero, le aclaro que no ando en ningun afán ideológico. No estoy explicando un orden social y como este debiera cambiar. No me interesa. Me limit a hacerle ver que los actores a quienes usted quisiera verles cambiar su manera de ver la coca simplemente no lo haran por los múltiples significados que le atribuyen a ésta.
Podrá usted empeñarse en escribir kilometros de lineas y gastar litros de saliva pero no va a lograr cambiarles su manera de ver. Siempre ha de existir un choque.
Cuando me refería a su lupa de lectura de la sociedad me refería al tema coca y de los ciudadanos que la defendían siguiendo significados muy diferentes a los suyos (no entreré a un debate más amplio sobre su gobierno ese no es el tema de nuestro debate). Y lo que veo es que usted otorgó un qato de coca a los productores del Chapare. Entonces le pregunto, estimado Carlos, no será usted complice de sometimiento de los cocaleros? No le parece contradictorio escribir que la coca es sumición y por el otro lado autorizar mayor producción? Además, afirmando tercamente que el acullico es adicción, no le parece Carlos que con esa medida sería usted complice de fomentar la drogadicción y por ende pasible a la ley 1008? Coherencia estimado Carlos, eso es lo que necesitamos en la vida.
He leido muy bien sus columnas y he dicho que usted reconoce el derecho a la modernidad como lo acaba de demostrar nuevamente en su respuesta. Siendo usted presidente acepto lanzar un proceso de cambio constitucional, impulsó la refundación de YPFB, firmó decretos y leyes para la producción de quinua, para desarrollar caminos y redes de telecomunicación rural, revertir conceciones mineras de borax y transferirlas a cosmil y toda una serie de otras medidas. Lo que usted no parece entender Carlos es que NO hay una sola modernidad. Hay miles de maneres de pensar y vivir la modernidad. Usted podrá criticar cierta forma de modernidad (la «salvaje modernidad del siglo XXI» que menciona usted es muy abstracta para mí si no es precisada). Sin embargo, no deja usted de legitimar otras formas de modernidad. Lo veo algo incoherente en su visión monopólica de la modernidad, o en tratar de negar fomentar la modernidad cuando sus mismas decisiones probaban lo contrario. Nuevamente, coherencia Carlos, coherencia, eso es lo que necesitamos.
Pero lo más GRAVE es su falta de escuchar, de leer y de informarse. Se improvisa de médico, psiquiatra, sin leer los textos pertinentes sobre una eventual adicción producida por el acullico. Ignora los textos que hablan sobre la vida social y cultural de la coca. Y sobre todo no quiere leer bien lo que se le responde. Se lo repito:
La coca no cambió de significado, ha preservado su valor ritual durante la Colonia y República, PERO ADEMÁS ha tomado otros significados adicionales: socialidad, identidad, resistencia, estimulante en el trabajo, ingreso, modernidad.
Informarse y escuchar en vez de hablar desde el pulpito salonero y de dar sermón autosuficiente hacen crecer Carlos, creame.
Sigo dispuesto a mandarle el CD con artículos scientificos para ayudarle en esta tarea y a brindarle las más amplias referencias.
Lo cierto es que parece que Evo Morales es «esclavo de la hoja de coca». Pareciera que la coca lo subión al poder y puede bajarlo del poder (narcotráfico). Parece que el principal producto de exportación del actual Gobierno es la hoja de coca y sus derivados (cocaína), superando al gas natural que en su momento fue una panacea.
Ya quisieramos que la Cancillería se moviera a nivel internacional con tanto afán para promocionar la quinua, el cacao, la haba, la soya, el turismo, etc. como lo hace con temas relacionados a la hoja de coca.
Se habla de que 12mil ha de coca eran calculadas para una población de 5millones (en 2005 eramos 8millones en todo caso). Yo recuerdo que en esos tiempos el MAS proponía con demagogia un «estudio de consumo de coca» que en función de gobierno no le interesa realizar. En todo caso con 12mil ha yo no recuerdo que haya habido escaces de mates de coca o mineros bloqueando carreteras por falta de este producto. Ese es el mejor dato para saber que la cifra de 12mil ha era más que suficiente ya que cuando algo escasea en el país, las protestas no se dejan esperar, sino preguntenle al Gobierno actual cuál fue su experiencia con el azúcar.
Hoy tenemos alrededor de 35mil ha, muchas de ellas localizadas en Reservas Forestales. No es posible que el MAS no cuente cuentos de que todo el mundo consume coca díua y noche. Si uno va al Chapare y pregunta por hoja de coca para «pijchar» le vendenn la coca yungueña, ya que la «coca chapareña es amarga» y con seguridad que se va al narcotráfico.
Ah hay que «erradicar las narices de los gringos». Puede ser cierto pero el Gobierno por qué no pide despenalizar el consumo de cocaína en el país para dar el ejejmplo. ¿Esta dispuesto el gobierno a despenalizar el consumo de cocaína, marihuana y otras drogas? De ser afirmativo, ¿esta dispuesto a que drogas como la cocaína sean de fácil acceso en el país, inclusive para la juventud, en un país que se sabe que la venta de alcohol y cigarrillos a menores de edad esta fuera de control?
Rodrigo,
Justo ayer se promulgó la ley que declara la quinua prioridad nacional de producción y exportación. Además, se lanzó una cartera de 10.000.000,00 B$ de crédito para productores y exportadores asociados. El BDP ha otorgado 6.000.000 B$ de crédito y el PAR esta ayudando a la producción de quinua. Aparte d esto hay un proyecto de cooperación bilateral que aporta 6.000.000,00 US$ para el desarrollo de la quinua.
También con otros gobiernos, incluido el de Carlos Mesa, se medió para tener apoyo bilateral a la cadena de la quinua, de los Paises Bajos (primera fase Fautapo) de Dinamarca y de USAID.
El estudio de la coca se ha iniciado con financiamiento de la Unión Europea. No sé en que anda, No tengo elementos suficientes por ahora. Pero se lo ha iniciado.
Calma, amigo, mantengamos la cabeza fría.
Un saludo
En primer lugar la opinión personal sobre la hoja de la coca se me hace un punto muy crucial en la sociedad Boliviana, convirtiéndose como algo distintivo de los Bolivianos en el exterior, esta opinión se basa en mi experiencia de estudiante Boliviano en Barcelona, donde las primeras preguntas de los extranjeros europeos o compañeros latinoamericanos siempre estuvieron encaminados hacia la HOJA DE COCA o hacia el presidente Evo por ejemplo: que porque no había traído la hoja sagrada?, que beneficios tiene?, que efectos?, como se consume?, ect. como si se tratase de algún alucinógeno llegando a escuchar comparaciones con la mariguana algo muy absurdo.
Puesto que son solo comentarios y preguntas que por lo general se hacen muy continuas, estoy muy sorprendido al ver que una simple costumbre milenaria pueda influir demasiado en la identidad de una sociedad, en conclusión este fenómeno hoja de COCA, poco a poco se está convirtiendo en un INDICADOR SOCIAL de nuestro país Bolivia, puesto que si se lo relaciona a la cocaína se hace mas conflictico llevando a niveles de sospecha de narcotización de nuestro país. Basta una solo ejemplo este coronel detenido en Panamá.
Aprovecho la oportunidad y manifiesto mi inquietud que sería muy interesante poder organizar e invitarle a una pequeña charla en el campo del DESARROLLO URBANO TERRITORIAL EN PAISES EN DESARROLLO sobre las ciudades Bolivianas, conocedor de su amplio campo de conocimientos relacionados al tema sería un honor contar con su presencia y poder concretizar este intercambio de opiniones, podría hacerme el favor de darme un correo electrónico u otro medio contacto personal, par que le pueda dar mayor información sobre esta inquietud muy humilde.
Att. Arq. Henry Durán
Le recomendaría, don Carlos, abrir la web Cocachasqui, que mantiene la Universidad Nacional Agraria La Molina(Lima)
La coca, como el pan, fue instrumento de sometimiento al poder colonial, especialmente de sus interes mineros. Nadie lo niega. Pero su extendido uso en nuestro territorio tiene 8,000 años de antiguedad, según destacó recientemente
la revista Antiquity, que puede consultar en Internet también. Es y será «el architónico del reino vegetal»Unanue H.,1794,1821). Le recomiendo sus virtudes geriátricas que personalmente aprovecho. Conste que tengo 78 años.
Cordialmente
Me encanta el debate,
Parece que nuestro querido ex autoridad Carlos de Mesa (que lo estimo mucho) a abierto un debate largo sin fin, pero no creo que debería de felicitarse por haber contribuido para el cambio en Bolivia, creo que es deber de todos. Como decía un viejo médico chino, » no estoy orgulloso por lo que ago, es mi deber».
Bueno, regresar a los siglos XVI es imposible prácticamente. pero creo que el pasado es parte del presente y el futuro todavía no existe, ella esta en el «imaginaire» de cada uno.
Para terminar me gustaría recordarles que no olviden visitar los museos de la hoja de coca en Ecuador donde existen aparentemente muestras de su existencia mucho antes que llegara en Bolivia o los occidentales. También si pudieran revisar la historia de Egipto, en una de las momias encontraron trazos de cocaína.
Por su puesto que estoy de acuerdo que la hoja de coca fue instrumentalizada durante la colonización, en nuetros tiempo es instrumentalizada políticamente por los de la ONU primero y luego por los gobiernos del sur, y sigue siendo instrumentalizada para sacar sus rencores de fracaso de algunas personas, si no es mascándola es escribiendo sobre ella.
b
yo si estoy interesado en los CD, podrias escribirme para pasarte mi casilla?
beatriz33@hotmail.fr
Soy español y hace unos años escribí una guía turística sobre Bolivia. Pijché coca en los innumerables recorridos que hice por montañas y valles bolivianos comprobando sus virtudes para regular excepcionalmente el sistema metabólico ayudándome a subir cuestas. También lo corroboré en España con amigos montañeros. La cocaína es fantástica en esos niveles de la hoja. Que los españoles aumentamos la necesidad de consumir coca es porque sino nos habríamos quedado sin esclavos (a esa herramienta solo se le pone unas gotitas de aceite). ¿La coca volvió «más» imbéciles a sus indígenas? No, realmente pienso que gracias a la coca todavía existen compatriotas suyos ancestrales, que se diferencian de usted en que siguen queriendo ser americanos a su manera (o es que son un estorbo para nuestro excelente desarrollo occidental). Todo es una asquerosa hipocresía. ¡Viva el cáncer de pulmón del tabaco! ¡Viva el alcoholismo causado por elegantes y cultísimas bodegas de vino, champán, vodca o pisco! ¡Viva el lucrativo negocio del narcotráfico asesino!
Estimado Sr. Carlos De Meza LA HOJA DE COCA
Quiero comentarle lo siguiente, he «escuchado» muchas cosas sobre la hoja de coca, de pobres ricos y de todas las clases sociales y políticas, pero parece que todos los que opinan, escriben, critican, defienden, etc. no han visto y vivido la pobreza o convivir con la gente que no tiene nada que comer, que no tiene un pan o nada que ponerse a la boca todos los días, solo la naturaleza les dio la hoja de coca para saciar su hambre y sueño.
Entonces alguien debe de pensar en estos pobres, en como cambiar sus hábitos de la coca con…? , Alcohol con…?
Entonces la colonización y la época republicana hasta los años 50 impusieron la religión a la fuerza con la obligación de consumir alcohol y coca para rendirle culto a los santos del almanaque católico y inventarse los prestes y alterados que hoy en día están bien estables en nuestra sociedad, para ser muy claros en este tema, los consumidores de hoja de coca tienen esta costumbre ingenua de hacerlo, pero los últimos ingenuos, ya que los últimos viejitos que vieron esa opresión están por desparecer (ver art. Los barones del Oriente).
Hoy en día los consumidores o disque defensores de la coca son de corbata y son los que se siguen aprovechando del pobre, el valor económico que hoy significa la coca, por decir EEUU uno de los países mas consumidores de cocaína, que lucha para tener el poder y control de la coca.
PORQUE EN BOLIVIA..? Porque Bolivia es uno de los países más pobres y de más baja economía del mundo, el valor de un kilo de cocaína hecho en Bolivia cuesta 100 pesos (x decir) en EEUU cuesta 1000 pesos y en Colombia, Ecuador, Peru, cuesta 500 pesos. Por esa razón somos y estaremos en el ojo del mundo en este tema.
En ningún gobierno que conozco hasta ahora se ha hecho algo por detener la fabricación de la cocaína, porque la demanda es excesiva y se le da el precio que tiene, por esa misma razón no se podrá erradicar la coca, porque a los países consumidores tampoco les conviene.
Por esas razones antes de hablar de la coca (La hoja sagrada) se debe tener en cuenta de quién se va hablar, de los pobres consumidores..? De los que trafican la coca..? Que representa hace 20000 años..?, en que parte de la historia distorsionan la imagen de la coca..? Quien la defiende..? Quien habla bien de la coca..?
Saludos Cordiales:
David Fernández
La Paz-Bolivia
Estamos durante tanto tiempo defendiendo, atacando y dándole tantas vueltas a un único asunto, un solo objeto del que sin duda se puede prescindir. Estas tres características que se menciona: «Incrementaba la energía corporal, neutralizaba el hambre y generaba hábito» representan para mi una prueba de los intereses que se ocultaban detrás de la producción masiva de coca en la colonia.
Sin coca se puede vivir, vivimos muchas personas, así como vivimos perfectamente sin alcohol, ni cigarrillos, ni bebidas energizantes. Lo triste es que no se defiende de la misma manera otros productos que debieran ser muchísimo más sagrados para todos, como la quínua, por todas sus características por demás conocidas por todos. Algo más hay, otros intereses, no hay más ciego que el que no quiere ver.
Te recomiendo leer el comentario de Pablo Laguna el 23 marzo 2011.
Bueno, poco o nada se sabe del verdadero uso de la coca, y es obvio que el denominativo de la cocaína siempre saldrá a luz, por toda su implicancia política y social. Respecto a las dos preguntas que usted propone: la primera me parece un tanto valiente de su parte, afirmar tal cosa, yo no estoy de cuerdo, pero eso solo es un juicio de valor mio que claramente podrá ser refutado por cualquiera y viceversa, creo que su articulo tiene mas un tinte de susceptibilidad a que lo orígenes del Sr. Evo Morales están estrechamente enlazados a la hoja de coca. Respecto a la segunda pregunta me queda la duda y el interés de saber cual fue el resultado y la factibilidad de acceder a la información de la Encuesta de Uso y consumo de la coca que fue realizada por el INE el 2008, que de alguna forma dará luces para responder su pregunta. Dado que en el ámbito de la investigación cualquier afirmación que se hiciera debería estar basada en evidencia.
Apreciado Carlos, cuan importante es dar una visión despojada de prejuicios, tu aporte destraba viejas concepciones que va mas allá de la mera concepción dogmática.
Estimados:
Muy interesante sus comentarios y las he leído todas, y que pena que es de hace dos años que no sabía de su existencia. He aquí alguien que conoce el tema aunque no tanto leyendo libros escritos muchas veces por gente que ni sabe plantar un árbol de coca, y yo soy productor de coca de la población de Coripata Nor Yungas, (zona tradicional según ley 1008).
A su pregunta del señor Carlos meza puedo ratificar tal afirmación , ya que pienso que existe un producto porque hay demanda, si en la colonización se hubiera evidenciado que la coca no pasaba de ser para usos rituales y alimenticio, la coca hubiera sido un producto más, vendido en chiflerias, de bajo costo y con producción insignificante, pero lo que le hace importante es el hecho que atenúa el hambre y quita la fatiga y la flojera (y por el alcaloide cocaína pero que es otro tema) y por eso su importancia para los españoles en utilizarlo como herramienta de sumisión para tener mayor productividad,. Ahora bien muchos comentan que la coca es parte de la resistencia y cohesión social, por tanto, parte de la cosmovisión andina etc. lo cual son argumentos a conveniencia en esta época, los cocaleros del chapare marchaban en defensa de la coca no porque era parte de sus culturas ni religión etc, sino porque la coca les da de comer es mas rentable que la piña, el palmito, el platano y punto, ellos mascan coca yungueña y mas del 90% de su coca se va para el narcotráfico (informe UNODC 2012) ahí está el sumun del capitalismo, sus precios suben y bajan según su mercado licito o ilícito, tienen más ventajas comparativas que los yungas; tierras vírgenes, cultivo sencillo de sanjas, 4 cosechas por año y sin cuidados y regados en lonas o tolderos para su secado, y doble de producción por arboles grandes y bien cargados etc. Mientras en yungas las tierras cansadas obligan hacer los andenes/terrazas desde la colonia para no erosionar la tierra lo que implica mas costo, trabajo de almacigos, deshierbes cada 6 semanas, 3 cosechas por año y con cuidado/por hojas enteras, secado en cachis/piso enlozado con muros, y empaquetados con destino al mercado de villa Fátima (98% pasa por controles según ONUDC), y lo peor, se produce la mitad de lo que produce chapare en una misma extensión, es decir se invierte mas para producir menos, y a eso los yungueños están adoptando poner fertilizantes y plaguicidas para tener algo de competitividad, esas cosas no se habla en la prensa y a nadie le interesa y nos ponen en una misma bolsa..
Y hoy están bueno los precios no porque mas gente consume coca, sino que hay mas demanda de coca por el narcotráfico, y desde la colonia coca yungueña sigue yendo a las minas, a las fabricas, a las plantaciones en el oriente ahora, al norte argentino, choferes, indígenas del altiplano, pero en los yungas es donde menos se consume coca y ni que decir en chapare, solo aquellos que están muy habituados con la coca casi llegando a la adición lo hacen, y se ven palidos y delgados, por ejemplo mi papa y yo ya no mascamos coca porque ya no es indispensable, y si hay eventos como velatorios, reuniones y trabajos comunales solo algunas personas mayores lo hacen, los jóvenes ya no; y pero si hubiera cualquier intento de erradicación de nuestros cultivos seguro lo defenderemos aunque con nuestra vidas, porque es nuestro sustento económico pero ya no parte de mi cultura con cierto simbolismo mágico y demás. Quisiera escribir mas pero les cansaria..
Un socio de ADEPCOCA