Global vs. Tribal

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imagen de netivist.org

¿Universal? ¿De todos? La palabra globalización expresa muchas cosas y ninguna, como de hecho quien se asume globalizado es de todas partes y de ninguna.

Escribo esta columna en una tableta mini en un tren de alta velocidad en Europa, con un sistema de autocorreccion que hace de las suyas, pero que básicamente tiene como función “ayudarme” a escribir en castellano, la segunda ¿o tercera? lengua más importante en el Internet, hablada por más de quinientos millones de personas. Enviaré estas líneas a través del correo electrónico a un grupo de periódicos  destinatarios que la publicarán este domingo. El procedimiento es simplemente alucinante, pongo un dedo sobre la parte superior del texto que aparece en la pantalla, selecciono todo, vuelvo a colocarlo sobre la palabra copiar, voy al correo previamente abierto, presiono suavemente  sobre la pantalla donde dice pegar, el texto aparece en un instante, apreto sobre la pestaña enviar y los casi cinco mil caracteres estarán en un par de segundos en los dispositivos de mis destinatarios, a más de diez mil kilómetros de donde escribo.

Un pequeño de un año de edad aprenderá mucho antes el lenguaje de iconos de una computadora o una tableta, que el alfabeto y las palabras que con el se pueden formar. La idea básica para el niño es que tocando, moviendo un dedo o una mano todo funciona, pronto sus movimientos sin contacto físico con el dispositivo, o con su voz o su mirada, bastarán.

Este lenguaje, estos modos de comunicarse, esta integración, estas comunicaciones, este fascinante monstruo tecnológico puede lograr muchas cosas y de hecho las ha logrado, pero lo que no puede es transformar aquello que nos acompaña desde siempre. La ilusión de ser “ciudadano del mundo” se enfrentará siempre a la batalla por la singularidad, no solamente aquella que encarna cada uno de nosotros como individuos, sino aquella que refiere a una comunidad. La vieja idea de la tribu, la que nos evoca un lugar, un olor, un sonido, unas formas que nos definen de un determinado modo, ni mejor ni peor, distinto, el viejo concepto de la “querencia”. Los humanos, tenemos tendencia a buscar la seguridad de un sitio, el de aquel donde están enterrados nuestros muertos, o aquel de donde vinimos, el vientre materno, nuestra casa, nuestro barrio, nuestra ciudad.

Puede ser, de hecho ocurre, que vistamos los mismos bluejeans, comamos de vez en vez la misma comida rápida, escuchemos la misma música, estemos en París, en Nueva York, en Dubai o en Santa Cruz de la Sierra, puede que copiemos los tatuajes de las estrellas del fútbol en nuestras propias pieles (que lejos de aquellos días en que un tatuaje era una transgresión), pero en última instancia por muy globalizado que todo esto parezca, necesitamos una seña de identidad que nos haga sentirnos parte de una pertenencia.

Es en este escenario donde tercian el nacionalismo y el fundamentalismo religioso. Frente al anónimo “homo global”, el “homo fide”. Ante el manto implacable de unas reglas para todos y de un gobierno de la especulación económica y de la ruleta de la bolsa y de las transnacionales, la respuesta en el extremo es una batalla tan implacable e inhumana como el rancio y destructivo nacionalismo radical o como el delirante fundamentalismo, basado en la fe verdadera revelada por un Dios cuyos designios dependen mayoritariamente del lugar del planeta en el que uno ha nacido.

Las cosas sucede no como a uno le gustaría, sino como producto del movimiento constante de la sociedad y la naturaleza. El mundo funciona de una determinada manera, no por generación espontánea, sino por la agregación de una compleja e intrincada red armada por más de siete mil millones de seres humanos…pero sin duda, los avances tecnológicos que en los tiempos que corren han dado mil vueltas a nuestras más desmesuradas expectativas, son los factores determinantes, como nunca antes, de unas reglas que buscan a incorporarnos a todos en la aldea global.

El precario equilibrio entre las puntas de una dominante  universalidad y una desesperada tribalizacion, nos exige respuestas que recuperen algo esencial, tanto como cualquiera de esas dos tensiones, un sentido de lo humano que, afortunadamente, nos acompaña en los genes, aquello que recupera lo más entrañable de nuestra naturaleza, aquello que nos permita entender que nuestra singularidad es perfectamente compatible con lo global, que somos una cosa y la otra y, que como en tantos otros asuntos, esa paradoja no sólo está en nosotros, sino que es el rasgo que mejor nos explica cómo personas.

6 comentarios en “Global vs. Tribal

  1. ¿Universal? ¿De todos? La palabra globalización expresa muchas cosas y ninguna, como de hecho quien se asume globalizado es de todas partes y de ninguna.Que gran verdad que indica nuestro ex Presidente Carlos Mesa,para tomar en cuenta.

  2. Globalización a mi entender resume el pensamiento filosófico moderno: de lo que no es práctico, no es bueno, de lo que no es rápido es obsoleto, de lo que no se acomoda a la forma actual de vivir, no va más. Por otro lado lo tribal a mi entender es un retroceso, es una forma de egoísmo antiguo, es una forma de miedo de protección a lo que viene de afuera de nuestras fronteras conocidas; marcando una línea que nos encierra, nos limita, que nos saca de contexto y que hace que vivamos una fantasía.
    Un tiempo que no se detenga en lo global para ir con todos los demás, o peor aún que retroceda en lo tribal por temor, seria la opción mas razonable, pero con ella viene la pregunta ¿Podemos hacer este espacio de tiempo dentro de nosotros mismos?, en el mejor de los casos ¿Lo podemos hacer en nuestro hogar=territorio donde solo nuestra familia habita?. Creo que es una tarea digna de ser llevada a cabo por valientes, gigantes, fuertes y sabios.

  3. GENTE DEL MUNDO GLOBAL Y GENTE DE FE

    Ambos tipos de personas son tribales. Por que lo tribal esta en la naturaleza humana. Y no necesariamente están separados sino pueden haber intersecciones entre estas ideas.

  4. ¿Que es fundamentalismo religioso?

    – Dios pide que Abraham sacrifique a su hijo Isaac y él esta dispuesto a hacerlo (Génesis)
    – Noé construye un arca, que es burla de la gente, por que no tenía sentido la construcción de un embarcación de este tipo (Génesis)

    ¿Se le pide a la gente de fe que tenga una fe racional?, si la fe fuera racional ya no seria fe.

    Muchos se preguntaran, ¿entonces la fe es irracional?, muchos pasajes de la biblia muestran aspectos que no van con la razón humana.

    • Los domingos el mundo cristiano asiste a las iglesias y congregaciones, luego de la predica salen renovados. Cuando políticos, empresarios, líderes mundiales y otros hablan del nazareno hacen mención a su mensaje de amor y bienaventuranzas, pero nadie dice nada acerca de su otro mensaje, el nazareno dijo claramente que instaurara una dictadura teocrática, y hay de aquel que se oponga.

      ¿Que es el fundamentalismo religioso?, se dice en estos tiempos que los únicos fundamentalistas son los islámicos, acaso el mundo cristiano no esta a la espera de la dictadura teocrática.

      Aquellos que dicen creer en Dios y a la vez hablan del fundamentalismo religioso, deberían de contar la historia completa.

      ¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?

  5. Hay un problema semántico en el planteamiento del equilibrio entre «una dominante universalidad y una desesperada tribalizacion» porque los términos más apropiados, más pertinentes son: mundial y local.
    Efectivamente y sea consciente o no, el hombre es a la vez local y mundial. Pues, de una manera u otra, todo está hoy interelacionado. Y por ello de más en más la libertad de uno tiene que ver con la libertad de todos, como tampoco se puede pensar la supervivencia local sin la mundial: la tierra que pisamos en nuestra aldea es la Tierra, y hoy sabemos que el planeta peligra de volverse invivible para todos y que de ello sosmos todos responsables.

    Fraternalmente

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