Carlos Mesa. El representante oficial de Bolivia para la causa marítima destacó la campaña que hace el presidente Evo Morales, en el ámbito internacional, sobre el juicio contra Chile ante la CIJ, que busca un espacio de diálogo para negociar una salida al mar con soberanía. Además, en esta entrevista con La Razón da detalles del video boliviano que se publicará para explicar la demanda, cuya base son los compromisos que Chile incumplió.
La Razón / Luis Mealla 16 de noviembre de 2014
— ¿Cómo evalúa la reciente gira internacional para explicar la demanda marítima?
— Era imprescindible que nuestros interlocutores, organismos internacionales, presidentes, conocieran en qué consiste la demanda y cuál es su fundamento. La mayor parte no tenía un conocimiento en detalle de la naturaleza jurídica de la demanda y esto era fundamental, porque tiende a pensarse que se trata de un problema de límites en el que Bolivia pide un territorio y, en consecuencia, se piensa que el centro de la demanda es nuestro Tratado internacional (1904) con Chile. Al explicarles que el Tratado no es la base, sino el diálogo con base en las ofertas incumplidas de Chile para ceder soberanía marítima, hay una sorpresa y se dan cuenta de que no es lo que dice Chile, ni que Bolivia quiere dinamitar el sistema internacional, basado en un orden de respeto a los tratados.
— Entonces, ¿cuál es la reacción de los interlocutores?
— Cuando ellos se dan cuenta de que Bolivia respeta los tratados y que no pretende poner en cuestión el orden internacional, referido a la legislación limítrofe, basado en esos tratados, se sorprenden muy positivamente y ése es un aspecto fundamental en el que hay que insistir, insistir e insistir sin detenerse.
— ¿Qué viajes nuevos se tiene previsto en adelante?
— En lo que queda del año, probablemente tendré un encuentro con uno o dos jefes de Estado de Sudamérica, además tengo agendada una reunión con el secretario general de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), el expresidente colombiano Ernesto Samper, y ahí termina 2014, en el trabajo público. En 2015 hay que pensar en escenarios como Europa y Asia.
— ¿Qué países o escenarios internacionales visitó?
— A nivel bilateral estuve con jefes de Estado de Argentina, Ecuador y Paraguay; a nivel multilateral estuve en el Parlamento Andino, con el secretario general de la ONU (Ban Ki-moon), el secretario general de la OEA (el chileno José Miguel Insulza), embajadores de Asia, Europa, América Latina y el Caribe, y hemos entendido que es imprescindible una explicación en detalle de la demanda marítima.
— Tras las visitas realizadas, ¿percibió que la campaña de Chile tuvo efecto?
— Creo que nuestra explicación ha sido muy bien entendida, creo que he roto el prejuicio (que sostiene Chile) de que Bolivia pudiera estar basándose en un argumento peligroso para el orden internacional, y el objetivo —como siempre digo al comenzar mis reuniones con esas personas— es que no voy a pedir su adhesión, ni que al terminar se haga una declaración de respaldo a Bolivia, que, por cierto, hay países que al final terminan haciéndolo.
— Por tanto, ¿en qué se basan las explicaciones que ofrece?
— Que sepan en qué consiste la demanda, porque la estamos haciendo y, sobre todo, cuál es el fundamento jurídico; por lo general hay dos conclusiones: sorpresa, porque les parece muy interesante el enfoque boliviano y me doy cuenta de que ellos perciben que Bolivia no está poniendo en cuestión los tratados, ése es el tema más sensible, más delicado y —diría yo— con resultados positivos, es decir entienden que estamos buscando diálogo con base en ofertas incumplidas respecto a una salida soberana al mar.
— ¿Visitará Perú? ¿Cuál es la importancia histórica y estratégica de este viaje?
— La vinculación de Perú y Bolivia prehispánica, colonial y republicana es intensa y, en el pasado, vinculada a la Guerra del Pacífico (1879), ni qué decir: fueron países aliados contra Chile. Sin duda es una nación estratégica, es importante que Perú y la opinión pública internacional tenga plena conciencia de que la demanda boliviana no involucra a ese país, ni que sea un tercer actor en juego, porque sería distorsionar el proceso. No tenemos temas pendientes con ese país. Espero, con el presidente del Perú, Ollanta Humala, en el tiempo más corto posible, poder explicarle en detalle el tema.
— ¿Cuándo sería el viaje?
— Probablemente el próximo año, porque nos estamos acercando al fin de año y hasta mediados de diciembre casi todos los países sudamericanos entramos en un periodo de receso, además el juicio va para largo; es un proceso de años, por tanto, hay que tomarlo con tranquilidad, con intensidad, con el ritmo adecuado, sin necesidad de precipitarse.
— En el Congreso peruano está pendiente la ratificación del Protocolo de Ilo. ¿Qué opina de esa demora? ¿Son señales para Bolivia?
— Hay un elemento que hay que definir, mi tarea es muy concreta y específica, ser el representante oficial de Bolivia para la causa marítima (…), de alguna manera hay una cierta vinculación con el tema de Ilo, pero esa es una decisión que deberá tomarse a nivel presidencial, entiendo que se está trabajando intensamente en una reunión bilateral del más alto nivel y será el mandatario de Bolivia (Evo Morales) que discuta con el del Perú (Ollanta Humala) el tema de Ilo.
— Se invitó al Presidente a liderar el grupo de naciones sin litoral. ¿Cuánto le puede beneficiar esto a Bolivia?
— El trabajo internacional del presidente Evo Morales tuvo un perfil extraordinariamente alto e importante; estuvo en la plenaria de la Asamblea de la ONU, presidió la Cumbre Indígena, la Cumbre del Cambio Climático, es presidente del G77+China y convirtió ese evento, en Santa Cruz, en una plataforma internacional de Bolivia. Estuvo en la reunión de los países sin litoral y fue invitado a presidir ese foro, lideró el grupo de sectores populares que se reunieron con el papa Francisco, en Roma.
— ¿Y cuál fue el nivel de influencia en esos escenarios?
— Hay dos factores que influyen a nivel internacional: el directo, en el que el Presidente habla del tema del mar; y el indirecto, en el que te das cuenta de que en el ámbito internacional existe un perfil de Bolivia —que representa el Presidente— muy alto. Uno encuentra a la mandataria de Chile, Michelle Bachelet, en Alemania, España o en alguna cumbre y esa administración tiene perfil alto; pero Bolivia tiene un perfil equivalente, en el que su Presidente tiene un reconocimiento internacional que le da un peso específico al país, y ese peso específico —políticamente— tiene una trascendencia muy significativa.
— ¿Esto puede influir en las decisiones de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) respecto a la demanda boliviana?
— Los jueces van a fallar en puro derecho, tienen que trabajar sobre los argumentos jurídicos, pero hay algo subjetivo: cualquier persona, corporación o grupo por muy serio que sea —y lo es el de la Corte— percibe el impacto, los elementos internacionales y percibe cómo se mueven los países que están en litigio. Ésa es una percepción que siempre está ahí y que no tiene como objetivo influir o pretender que los jueces tengan menor o mayor simpatía por lo que hace Bolivia, pero son aspectos de contexto político que debemos tomar siempre en cuenta.
— El juicio de fondo está paralizado. ¿Qué pasos siguen?
— Creemos —y parece ser parte de la estrategia de Chile— que aquí hay una posición de dilación, con el recurso de incompetencia hace una apuesta para alargar el proceso, porque no creemos que los argumentos de Chile tengan un fundamento mínimamente aceptable; y no lo tienen porque no están respondiendo a los argumentos esenciales que Bolivia plantea, que son los compromisos que un país hace a otro que generan una demanda exigible jurídicamente.
— ¿Este recurso que presentó Chile para buscar la incompetencia de la CIJ y la dilación que conlleva afecta la demanda que instauró Bolivia?
— Nuestra impresión es que este es un escollo que vamos a superar y llevará a un fallo —es nuestra esperanza— favorable a Bolivia. Es decir, creemos que la corte se declarará competente para llevar adelante el juicio, porque no vemos ningún elemento que justifique su incompetencia y eso hará que, resuelto este escollo, entremos a discutir el tema de fondo.
— ¿Cuáles son las siguientes actividades? ¿Hay plazos?
— Tras la presentación de la contraargumentación de Bolivia ante el recurso de Chile (el 7 de noviembre), después la Corte nos convocará a un alegato oral a ambos países, después del cual fallará sobre su competencia y entraremos, finalmente, a tocar el tema de fondo que es la memoria que Bolivia presentó en abril. Normalmente, la Corte Internacional no pone plazos cerrados, pero calculamos que el tema de la competencia de la Corte se lo debatirá y resolverá durante 2015.
— ¿Cuál es la base de la demanda que usted explica en los foros internacionales?
— Las ofertas incumplidas de Chile para entregar mar con soberanía a Bolivia es la base de la demanda; ése es el centro, la esencia de la demanda boliviana. Veía una declaración del expresidente (de Chile) Sebastián Piñera que decía: “no se puede considerar que conversaciones preliminares entre dos países, de buena fe, generen una obligación jurídica”. No fueron conversaciones preliminares, fueron promesas y compromisos, formales por escrito, firmadas por ministros de relaciones exteriores y embajadores de Chile, que en esa correspondencia oficial le dijeron a Bolivia, varias veces, que Chile estaba dispuesto a negociar formalmente con Bolivia para entregarle un acceso soberano al mar. Esto fue formalizado, escrito, y firmando a través de autoridades del Estado chileno y lo hicieron al margen del Tratado de 1904. Es más, incluso, en algunas de esas correspondencias, las autoridades chilenas decían expresamente que hicieron esas ofertas y plantearon esa negociación sin que eso implique que se modifique el Tratado de 1904, ni altere sus características.
— Si bien la demanda no toca el Tratado de 1904, alude a compromisos sobre eventuales modificaciones de límites como en 1975. ¿Chile usó eso para eludir el diálogo bilateral?
— La negociación de 1975, en la carta que el canciller Patricio Carvajal le envió a su homólogo boliviano dice claramente: “estamos dispuestos a negociar un corredor” en favor de Bolivia y explica los detalles, sin modificar en absoluto las características y condiciones del Tratado de 1904. Es decir, no es que la correspondencia aluda al Tratado, sino se lo hace sin que eso toque el Tratado.
— Se alista un video boliviano para responder la campaña que inició Chile respecto a la demanda boliviana. ¿Cómo surge esta iniciativa?
— El trabajo está casi terminado, hay que hacer algunos detalles de afinación. Nos reunimos poco después de la presentación del video de Chile (2 de octubre) con el vicepresidente Álvaro García Linera y el presidente Morales, sugerí explicar —en un material similar— las razones de la demanda boliviana y desmontar los elementos que no se ajustan a la verdad de los planteamientos de Chile. A ambos les pareció oportuno y necesario hacer el video y ahora está listo, pasó a consideración del Presidente y será él quien defina la fecha de la presentación.
— ¿Cuáles son las bases?
— Dos elementos son el corazón de este material audiovisual: uno, es explicar cuáles son las razones por las que Bolivia decidió hacer una demanda ante la Corte Internacional, además explicar las bases jurídicas del proceso y los objetivos. Otro punto es desmontar la argumentación de Chile de que el Tratado de 1904 es la base de nuestra demanda, esto es fundamental: explicarle a la comunidad internacional que no hay relación alguna entre el Tratado y nuestra demanda, y que no es verdad que Bolivia quiera poner en cuestión el orden internacional basado en los tratados internacionales que firman, a lo largo de la historia, voluntariamente los países.
— ¿Quiénes participarán en el video boliviano?
— Se trata de dejar que el propio video se exprese por sí mismo; si Chile escogió el camino de mostrar a sus exgobernantes y a la presidenta Bachelet para presentar su versión de la demanda, Bolivia escoge el camino de que sea el pueblo boliviano el que explique la razón de nuestro país para instaurar un juicio contra Chile. Este video tendrá una versión en castellano, en inglés y francés; se lo difundirá a través de las redes sociales y todos los mecanismos posibles para que sea conocido a nivel internacional. En nuestras futuras visitas llevaremos el Libro del Mar, además de este video.
— Con todo, ¿se puede reactivar el diálogo bilateral con la demanda de por medio?
— Dado que Bolivia ha escogido el camino de la Corte, el tema del mar deberá resolverse ahí, pero el Presidente dijo que Bolivia siempre está abierta al diálogo, porque existen otros temas bilaterales importantes que no pueden interrumpirse pese a la demanda.
Resulta inútil intentar eludir que la pretensión boliviana dice relación con Arica, y que por ello compromete a Perú, porque ya antes Bolivia ha manifestado esa aspiración, al punto tal que los documentos a los cuales más énfasis se le concede por Bolivia dicen relación, precisamente, con el otorgamiento del corredor al norte de Arica, 1950, 1975. Los peruanos, por lo demás, lo tienen absolutamente claro, y prueba de ello es la molestia reflejada por Alan García Pérez cuando se le planteó tal posibilidad, el que Perú no será obstáculo … no pasa de ser una muletilla.
Insistir en apartarse de la realidad, atribuyendo a Chile el fracaso de las negociaciones diplomáticas no es precisamente una conducta que vaya a favorecer el diálogo futuro. Por lo demás, basta con informar a la comunidad internacional de la conducta boliviana en cada una de esas negociaciones para que ella pueda formarse su propia opinión. Así por ejemplo, señalar que la negociación de 1895 fracasó porque el Congreso boliviano alteró los términos del acuerdo, y en tal evento obviamente no se puede sostener con objetividad que Chile fue el que incumplió; o que la de 1950 fracasó por oposición interna en ambos Estados, como lo señala Gumucio Granier (salvo que ahora se decida “reeditar” su texto para adaptarlo a la nueva versión “oficial”), o que en 1975 Bolivia no aceptó el canje de territorios exigido por el gobierno chileno como condición básica para negociar, ect.
La carta del ex Ministro chileno de Relaciones Exteriores Patricio Carvajal, emitida a propósito de la negociación de Charaña, no es un acto unilateral de aquellos que generan obligaciones. En primer lugar porque se genera dentro del marco de una negociación, y en ese ámbito operan otras reglas, las de los tratados, como ha señalado la doctrina y la jurisprudencia internacional, y en segundo lugar porque tampoco es un acto autónomo, como lo deben ser los actos unilaterales para ser fuente de obligación.
Para Mesa, la base de la demanda plurinacional radica en que “Chile ofreció formalmente y al margen del tratado de 1904 un acceso soberano al mar”. Mesa, y en sí todos los estrategas plurinacionales, no son capaces de darse cuenta que el Tratado de 1904 tiene justamente como uno de sus objetos (ilícitos por cierto) el privarnos de acceso soberano al Mar.
Razón por la cual, lógicamente, el “ofrecimiento” (si acaso existiere y no fuere burla) jamás atañerá al Tratado; ya que el mismo instrumenta, en favor del usurpador, el ilícito despojo de nuestros territorios (incluyendo nuestro acceso soberano)!
Al parecer, la labor de difusión de los motivos porque Bolivia fue a la Haya va en buen camino. Todo dentro del trabajo que los bolivianos deben realizar para poder conseguir el recobrar, así sea en parte, nuestra cualidad marítima. Sin embargo, se debe seguir investigando a fondo todos los antecedentes y convenios internacionales desde y antes de la guerra, y estar al tanto de todas las posibilidades como ahora acontece con cláusulas de la convención del mar y muchos otros recursos legales. No debemos dejar piedra sin destapar.
No existirá una solución mágica al problema del mar, se necesita mucho trabajo. pero parece que la labor de difusión es necesaria, lo cual en parte y sin quererlo e indirectamente está abriendo los ojos a propios y extraños. Se debe llegar, aparte de los mismos bolivianos, al pueblo chileno para que conozcan nuestra versión, y esta parte todavía necesita mucho trabajo.
Pero debemos estar conscientes que no puede haber una solución simple pues la situación es compleja al infinito, pero esto no debería desalentarnos, sino debería impulsarnos a seguir trabajando en forma persistente y asertiva.
Existen opiniones entre los mismos bolivianos de que por un lado no existe solución o que solo la guerra nos devolvería el mar, o que la solución es económica como decía el expresidente Paz Zamora. Otro presidente, Paz Estenssoro, tuvo la posición de que su revolución iba a ser la solución y que los logros de esa revolución iban a originar una fortaleza en el gobierno económica e incluso militar y entonces se hubiera podido hablar con Chile al mismo nivel. No hubo tal y se perdió de aprovechar una ventana abierta del gobierno chileno de ese entonces.
Pero, pienso que el asunto tiene mucho más factores pero, el haber empezado a analizar los mismos, y presentando, aunque riesgosamente, una posición en la Haya, es un paso que ha obligado a despertar posibilidades que no se veían antes y que tiene un final imprevisible, tanto que ni los más expertos en la materia pueden vaticinar un resultado, de modo que todos nosotros, los aprendices de opinadores difícilmente podemos comprender la totalidad de factores en juego. Pero, quiero dar mi opinión al respecto y es que todo esto debe ser enfrentado con optimismo y como parte de lo que Bolivia debe hacer dentro de su política de estado.
Ahora, sucede que existen pensadores bolivianos que incluso estuvieron envueltos en previas negociaciones marítimas que ahora tienen una posición escéptica al respecto y eso se puede atribuir a la imposibilidad de solución dentro de lo que conocen y tal vez no asimilan todavía por donde va la solución de la Haya. El problema es que tampoco emiten una solución.
Sin embargo, creo que estamos en un momento que quiero compararlo con una guerra, así sean de palabras, donde debemos unirnos y mostrar lealtad. Y pensar que damos un paso pero debemos ser cautos y conservar una estrategia de tener el siguiente paso listo, cualquier sea el desenlace del primero. Y debemos aprender de la historia, recordando por ejemplo que Daza, pese a que pudo haberse equivocado, estuvo cerca a los campos de batalla, mientras tanto le estaban dando un golpe de estado. Errores de este tipo no deben repetirse y en este momento debemos apoyar el trabajo actual de nuestros representantes, que como Carlos Mesa están enfrascados en acciones positivas y enérgicas, hasta febriles, en busca del objetivo de volver al mar.
Lo que dice el señor Mesa a favor de que se respeta el tratado de 1904.-
1.-Chile ofreció mar sin modificar el tratado 1904
2.- La demanda nada tiene que ver con el tratado de 1904
3.-la demanda no toca ni directa ni indirectamente el tratado
Lo que dice el señor Mesa en contra de que se respete el tratado de 1904
1.-Lo que Bolivia pide a CIJ que obligue a Chile a cumplir sus reiterados compromisos unilaterales de MODIFICAR SUS LIMITES al haber ofrecidos a Bolivia un acceso soberano.-
2.-Lo que Bolivia esta planteando es un acceso soberano al mar ,por que considera que el acceso que tiene por el tratado de 1904 es insuficiente en términos de lo que Bolivia necesita para lograr un manejo de puertos adecuados.-diario la tercera 12 de octubre.-
Se les dice al pueblo boliviano que los compromisos unilaterales( los cuales no existen ) no los cumplió Chile sin dar los argumentos o antecedentes para fundamentar esto.
Se les dice que Chile tiene una estrategia de dilación,retraso o demora por un tiempo.pero en que cabeza puede comprender ,un problema que lleva mas de 100 años, pueda alguien pensar que pueda ser dilación usar un recurso que a lo mas tomara un par de meses.no tiene lógica.-
Con respectos a las giras explicativas de la demanda ,estas tienen resultados iguales a cero,todo el mundo sabe que la CIJ nunca se vera influenciada por este tipo de acto.
Para los detractores de la demanda boliviana:
Paciencia, la CIJ, ya se pronunciara sobre el caso, seguramente muchos se verán sorprendidos o tal vez sean pocos los sorprendidos.
En cualquier caso, todo a su tiempo, por que pareciera que se encuentran muy preocupados que la demanda se mantenga.
Saludos a todos
Hector . aquí nadie se encuentra preocupado , son cosas que les dicen sus autoridades , te explico por que , independiente que yo piense que la demanda no tiene pies ni cabeza y es artificiosa , pero no voy a profundizar en eso, vamos al hipotético caso que Bolivia gane en la CIJ es seguir como ahora, negociando , pero si pierden cierran la puerta para siempre. Es por eso que a Chile le conviene que este problema , como lo planteo, Bolivia, de encuentre radicado en la Haya.-
Ciro
1. Si Bolivia obtiene un fallo a su favor, sera un gran triunfo pacífico.
2. Si Bolivia pierde, continuara buscando su reivindicación marítima.
3. En resumen Bolivia nunca dejara de reclamar lo que tenia en su nacimiento como país.
Saludos
Interesante el artículo y el trasfondo de la conversación, solamente añadiría que la cuestión del tema marítimo entre Bolivia y Chile vá más allá del reciente» compromiso de los mandatarios de ambos países, son más de cien años de historia y tratados que deben fundamentarse ante el Tribunal de manera concisa y lacónica.
Hector ,tienes toda la razón,si Bolivia tiene un fallo a su favor,por supuesto que sera un gran triunfo pacifico, lo lamentable, por lo mal planteada de la demanda ,es para negociar ,claro esta que esta negociación tendría mucho mas peso especifico con el aval de la CIJ..Ojala que este camino de algún tipo de luz favorable en la solución del problema.-
Por otro lado si Bolivia pierde se le cierran las puertas para siempre , por que en el marco internacional todos dirán que el máximo tribunal internacional le dio la razón a Chile .evidentemente que Bolivia podrá seguir reclamando toda su vida,pero pierden peso especifico por que la haya ya se pronuncio.-
saludos
Ciro
Sacaria las palabras «para siempre», por lo demas diria q comparto la idea.
Saludos
Hector
Usted sabe que en esta vida nada es para siempre,borre,borre nomas,siempre sera mejor compartir ideas.-
saludos