En 2004 preparamos con el Ministro Juan Ignacio Siles y el Viceministro Jorge Gumucio, el “Libro Azul de la Demanda Marítima Boliviana”. Ese documento recogía antecedentes históricos, jurídicos, económicos y políticos sobre el tema recogidos a lo largo de décadas por nuestra cancillería.
El actual “Libro del Mar”, en la línea de una inequívoca política de Estado, toma como referencia esos antecedentes pero hace énfasis en este particular momento histórico, el de la profundización de una estrategia internacional de larga data encarada ahora por el gobierno del Presidente Morales ante un tribunal internacional. Buena parte de sus páginas tienen que ver con la argumentación histórica y jurídica que explica porqué el país ha decidido iniciar un juicio a Chile en la Corte Internacional de Justicia. El libro ha sido coordinado por Diremar, con el aporte de historiadores y juristas, y bajo la supervisión directa del Agente en La Haya y el Representante del Estado Boliviano para la Demanda Marítima. Su destinatario es la comunidad internacional, particularmente lo son los países vecinos, la región y aquellas naciones que por diversas razones requieren de una información detallada sobre la causa boliviana. Su presentación en sociedad se la hizo en la Cumbre G77+China en Santa Cruz, donde fue repartido a todas las delegaciones visitantes.
En el libro se mencionan explícitamente las ofertas y promesas chilenas de darle a Bolivia una salida soberana al Pacífico, después del Tratado de 1904, en el periodo 1920-1983. Esa secuencia de compromisos chilenos me planteó la pregunta de qué es lo que han dicho al respecto los gobiernos democráticos de Chile post Pinochet, precisamente cuando hoy la postura chilena, expresa reiteradamente que para Bolivia en el tema del mar toda puerta está cerrada.
El Presidente Patricio Aylwin no expresó demasiado interés en la cuestión. Pero algo más, el Presidente Aylwin dijo: “Chile no tiene ningún problema fronterizo con Bolivia” (1990).
El Presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle, por el contrario, propició en 2000 en la reunión de Algarve (Portugal) la apertura de una agenda sin exclusiones con Bolivia (es decir, una agenda que incluyera el tema del mar) en la que nuestra mediterraneidad debía tratarse de manera abierta. Pero algo más, Frei dijo: “Sé que darle una salida al mar a Bolivia encuentra aún muchas resistencias en nuestro país, pero sinceramente pienso que no podemos pasarnos toda la vida discutiendo este tema. También creo que para nuestro desarrollo futuro es indispensable forjar buenas relaciones con los países vecinos. A ellos los necesitamos y no podemos seguir relacionándonos en medio de la desconfianza y la sospecha, ni tampoco con arrogancia porque nos sentimos superiores”. (En ocasión de la presentación de un libro de Sergio Bitar).
El Presidente Ricardo Lagos apostó por ofrecerle a Bolivia una Zona Económica Especial (600 hectáreas) próxima a Mejillones con amplias facilidades. Todo menos soberanía. Su oferta tenía que ver con la desesperada necesidad de Chile de contar con el gas boliviano. Esa concesión permitiría la construcción de una planta para la exportación de nuestro gas por el Pacífico y la provisión del gas producido en Tarija al mercado chileno. Pero algo más, Lagos dijo: “el Ministro Santa María tenía razón cuando le señaló al Presidente Pinto que había que resolver el tema, porque no podía haber un Estado que no tuviera acceso al Pacífico como le había sucedido a Bolivia. En consecuencia, hay que buscar una solución y creo que la forma más expedita es la concesión” (en ocasión de la presentación de un libro de Sergio Bitar).
La Presidenta Michele Bachelet accedió a establecer con Bolivia una agenda de trece puntos, cuyo acápite sexto era el mar. La lógica de esa agenda era una discusión abierta (que no excluía de entrada la soberanía) sobre el enclaustramiento forzado de Bolivia. Pero algo más, la Presidenta Bachelet escribió: “Con Bolivia lo fundamental será retomar el camino del diálogo iniciado en 1999 y el clima de confianza mutua conseguido durante el periodo 2006-2010”. (2014, de su programa de gobierno).
El Presidente Sebastián Piñera dilató y bloqueó toda posibilidad de iniciar la mesa de diálogo sobre el punto sexto, lo que rompió toda posibilidad de un diálogo bilateral fructífero sobre el mar. Pero algo más, el Presidente Piñera dijo: “la voluntad del gobierno chileno es buscar soluciones concretas, útiles y factibles que vayan en beneficio de ambos países y de ambos pueblos” (2010).
Una vez más, si uno hace un seguimiento detallado de lo pensado, dicho y escrito por los presidentes de Chile, se ratifica lo evidente, el malhadado Tratado de 1904 no resolvió el problema. Chile lo supo y lo sabe, lo sabía en tiempos de dictadura y lo sabe en tiempos de democracia. La solución definitiva a nuestra relación bilateral, pasa pues por recuperar el clima de diálogo (que es lo que Bolivia pide en su Juicio ante la CIJ) y entender que ese diálogo debe conducir a un acceso soberano al mar.
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Fuente: Blog Carlos D. Mesa Gisbert
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Desde ahora. respetado Presidente Mesa Gisbert le expreso una opinión compartida por muchos peruanos conocedores del tema: una salida soberana al mar adosada a la frontera de Chile con Peru creará mayores frusraciones bolivianas, y la pregunta será¿quien engañó a los bolivianos? Pues llegando al mar, este es tan poco profundo que hace imposible construir un puerto. ¿Entonces,Arica? Ya tiene Bolivia un muelle allí con ferrocarril y carretera a La Paz. ¿Y como se garantizarían las servidumbres del canal de Uchusuma que da agua a Tacna desde antes de la guerra de 1879? Con la migración masiva de bolvianos a ese nuevo territorio árido, dirán :tenemos sed, nos apoderamos de dicho canal.
La batalla de Tacna constituyó la ultima intervención de los bolivianos en la guerra:el Perú quedó solo. Días después el coronel Bolognesi defendió con un puñado de soldados el Morro de Arica contra un ejército chileno numeroso y se sacrificó para defender los derechos peruanos sobre Arica cunado los oficiales y soldados bolivianos se desbandaban hacia el altiplano donde pertenecían.
La uniica solución posible para una salida soberana boliviana al mmar es que Chile devuelva arica al Peru, y otorgue esa salida boliviana soberana al mar al sur de Arica.Parece imposibe, pero es lo mas sensato, pero choca con el chauvinismo chileno. Aprecio, distinguido Pdte Mesa su entrega patriótica a la causa de Bolivia, pero ls cosas son como son.¿Dond hay puero posible entre Tacna y Arica? En ninguna parte!!!
Favor publicar el Libro del Mar…otras instituciones del Estado no lo publican
Lo pragmático es pensar que nadie regala nada, los chilenos conquistaron territorios, para eso tuvieron iniciativa y ganas de tener mas, se lo ganaron peleando, obviamente calculando su ventaja, invirtieron para ganar.
Nosotros no podemos ser tan inocentes de pedir que no los devuelvan lo perdido porque la guerra que hicieron «..no vale..».
Debemos proponer canjear territorio, así los actuales gobernantes chilenos no quedan mal ante la historia que los juzgara mas adelante.
El verdadero candado es Perú que no permitirá que Chile gane territorio a costa del antiguo territorio Peruano, por lo tanto no nos queda mas que también compensar al Perú con territorio.
Así tendremos un balance en territorio de dos a uno, que neto sera -1, que no es nada comparado con lo realmente ganaremos en el futuro cercano.
Ese proceder puede parecer «..vende patria..» en lo retorico y mellar la dignidad nacional en lo sublime, pero real y practico, en este caso se debe aplicar el dicho que dice » el fin justifica los medios»…
Los peruanos veloramos mucho laprosperidad de Tacna, donde numerosísiimos chilenos vienen a curarse de distintas enfermedades,pr la exceente y rápida atención médica que reciben en dicha ciudad, devuelta por Chile al Perú en 1929,Hay además una estrecha relación Tacna-Arica.Si los chilenos nos hubiesen devuelto Arica también, otro sería el cantar! Pero no ocurrió tal cosa, de Arica no querían desprenderse nunca. No es el Perú el culpable del enclaustramiento boliviano, lo es Chile.El Perú no desea compensaciones territoriales, Chile sí tiene una vocación expansionista! Y ahora hay bolivianos que le echan la culpa al Perú!