Publicada el 17 de marzo de 2013 en Página Siete, Página Siete Expres, Los Tiempos, Correo del Sur y El Potosí
Hace pocos días ha llegado a la sede gobierno una marcha del pueblo Uru que quiere ser escuchado. Su demanda más importante está referida a la preservación de su territorio ancestral, pero complementa sus peticiones con cuestiones referidas a la educación, la salud y otros elementos de lo que el actual gobierno llama el “buen vivir”.
Los Urus fueron uno de los pueblos más antiguos asentados en lo que hoy es territorio boliviano. Sin duda alguna sus descendientes directos, protagonistas de esta protesta, son el pueblo con mayor antigüedad de todos los existentes en el país. No exageramos un ápice si afirmamos que su pasado se remonta a los 8.000 o 7.000 años AC., paralelo a la cultura Viscachani (Wachtel, Gisbert, Querejazu, Ibarra, Bouysse), es decir son el nexo directo con la raíz más profunda de los asentamientos humanos en esta parte del mundo.
“Los kot-suñs no somos hombres. Mucho antes que los incas, antes que el Padre del Cielo, tatitu, creara a los hombres, los aymaras, los quechuas, y los blancos, aún antes que el sol alumbrara al mundo…ya antes nuestros padres vivían aquí. Nosotros no somos hombres, nuestra sangre es negra…es por eso que no podemos ahogarnos…El rayo no nos puede golpear. Nosotros no hablamos la lengua de los hombres y ellos no comprenden lo que nosotros decimos”. Este sobrecogedor testimonio recogido de un anciano uru por el investigador Jean Vellard hace más de medio siglo, es parte de la tradición oral de su pueblo. Palabras que coinciden casi exactamente con testimonios similares que leemos en más de un texto de los cronistas en el siglo XVI.
Los Urus y los Chipayas, parte de un tronco común, habitan en las orillas del lago Poopó y en la cercana frontera de Oruro con Chile. Registros demográficos de hace un lustro –a falta de datos del dormido censo de 2012 hasta hoy desconocidos- indican una población de cerca de 2.400 personas de ese origen.
Como retrata con gran belleza la obra maestra del cineasta jorge Ruiz “Vuelve Sebastiana” (1953), los Urus fueron siempre menospreciados y cercados por los Aymaras, a quienes consideraban sus enemigos. Desde el comienzo de la colonia hay coincidencia en que su lengua original era el puquina (Palomino), aunque hay investigadores que marcan diferencia entre esa lengua y la que ellos hablan, el uruquilla, la misteriosa lengua atribuida a los tiahuanacotas y al idioma secreto de los incas, tuvo su origen en el universo Uru-Chipaya
Por todo ello, si algún pueblo podría considerarse como el verdadero depositario de la legitimidad territorial en Bolivia ese es el Uru-Chipaya. Pues bien, es ese pueblo el que desesperado por el avasallamiento prepotente de sus vecinos Aymaras que han ido apropiándose de su espacio ancestral, llega a La Paz para hablar con su Presidente, el primer Presidente indígena de la historia, aquel que debió ir a darles encuentro en su caminata para garantizar a nombre del Estado Plurinacional que sus tierras ancestrales serán preservadas, que su hábitat, el moribundo Poopó, será protegido y que se hará un trabajo serio de recuperación de la vida en las agonizantes aguas de tan legendario lugar de la nación.
La marcha de los Urus, como en su momento lo demostró la que realizaron de los indígenas del TIPNIS, pone en evidencia una realidad dramática, el quiebre entre la retórica “descolonizadora” e indigenista de un régimen que está obsesionado con “transformaciones” en la reinvención de nuestra historia, en la educación, en las formas traducidas en una y mil leyes, en las que la Pachamama y sus derechos, la armonía hombre-naturaleza, la preservación del medio ambiente, la legalización mundial de la coca y un largo etcétera, van por un camino totalmente distinto al de la terrible realidad.
El grito de los Urus podría ser perfectamente el de los Pacahuaras, el de los Guarasugwes, el de los Tapietes, el de lo Morés, Aaronas, Machineris, Yaminahuas, Yuquis, Sirionós o Canichanas, pueblos amazónicos con poblaciones (todos ellos) con menos de 500 individuos por comunidad. Pueblos seriamente amenazados por los colonizadores andinos (mal definidos como comunidades interculturales), por grupos empresariales, por el avance de la “modernidad”, acosados en sus espacios naturales, en su lengua y en sus formas de vida.
No basta con una concesión legal de Territorios Indígena Originario Campesinos (TIOCs), no basta con apoyos circunstanciales de salud o comunicación, es imperativa una política de Estado para responder al gran desafío del vínculo traumático entre estos pueblos y un incremento irrefrenable de un mundo que los avasalla y contra el que poco o nada pueden hacer.
Los Uru-Chipayas y esa decena de pueblos pomposamente reconocidos por la Constitución, son los verdaderos parias de este Estado Plurinacional, atragantado de frases grandilocuentes.
Carlos Diego de Mesa Gisbert 
Porqué hay personas que defienden la política indigena del Evismo? Porque temen perder sus pegas, nada MAS. Es aberrante la idea de que Evo es indígena o de que piensa igual que un indígena, y mucho menos de que tiene el mismo corazón que un indígena, porque NO es indígena sino mestizo. Es cholo, como decimos en Bolivia. Y los cholos odian lo indígena porque no quieren verse en ese espejo. El cholaje boliviano en contra de lo más boliviano: lo indígena. Una pena. Un error histórico que debe ser reparado cuanto antes. Los indígenas son nuestros, son Buenos Bolivianos. Merecen dejar de ser simplemente fotos. Merecen ser humanizados por todos los Buenos Bolivianos, cholos o no.
Claro, pero una vez que los indigenas llegen al poder, entonces tambien seran acribillados por todas las redes sociales posibles, todo el poder empresarial que verá amenazados en su accionar dominante y de sometimiento. Habrase visto tanta hipocresia al decir «los indigenas son nuestros», en realidad el unico indigena bueno, es aquel que conoce y acepta su lugar en el mundo, es decir el de peon, el de pongo, hay si se atreve siquiera a mirar la silla presidencial, no han nacido para esto. Luego vendra todo un sortilegio seudo intelectuales que pretendan dar sustento a lo que realmente es la verdadera maldición en nuestro pais, un xenofobia aberrante troglodita a todo lo que represente al indigena, cholo, gente de color moreno (oscuro) que se atreve a desafiar el «orden» establecido de los unos por sobre los otros.
Mi familia viene de Oruro y por lo tanto siempre me auto identifiqué como Uru. De todos los pueblos del mundo, según ciertas fuentes, los mejores candidatos a ser descendientes de la Atlántida.
El discurso indigenista ahora se complica con la realidad. Mucho mas antes de la colonia, el país no era el de las maravillas como ciertos «intelectuales» masistas han estado planteando en los diferentes espacios de opinión que hay. El altiplano no era un Edén antes de la nefasta era de conquista y colonia. Los incas recién consolidaron un imperio que costo cientos de años de sanguinarias guerras. En nuestro país, contra los aymaras y demas naciones originarias. Durante este tiempo también hubo conflictos entre indígenas de tierras altas vs bajas, los cuales continúan hasta hoy y se puede observar en el trato discriminatorio hacia los de tierras bajas.
Si bien el indigenismo le sirvió al MAS y le ayudo a pintar a la oposición como «colonialista,» ahora se van viendo las grietas del MAS en este frente. El TIPNIS le costó el apoyo de los indígenas de tierras bajas. Ahora este conflicto y el aeropuerto sin duda erosionaran su base en el altiplano. Evo no es originario, es un mestizo, y especialmente es un cocalero. Esto y la diversidad de pueblos (cada cual con sus propios intereses) forman la falla tectónica del discurso indigenista.
El Cocalero como presidente de las 6 Federaciones nunca dejo de proteger los intereses de los cocaleros. Mas allá de la producción de coca y narcotráfico, elefantes blancos como la industrialización de coca, fabrica de cartón, la mismísima carretera TIPNIS, y demás, han sido para el beneficio del Chapare. Los Yungas no puede jactarse de este tipo de bonanza, pero igual que nada, si eres cocalero, Evo ha sido tu buen Gran Hermano.
Sin embargo, como lo demuestra la marcha de los Urus, para el sector del país que no es cocalero, masista, o no-libre-pensante, Evo, Linera, y Quintana están empecinados en instalar al Gran Hermano en Bolivia. El newspeak ya esta aquí: neoliberal, vendepatria, CIA, Imperio, infiltrados, etc.. Un día lo blanco (algun ministo) es negro (se vuelve libre-pensante) y el siguiente es nuevamente blanco (se retracta de libre-pensante). Paranoica constante en contra del enemigo, con acusaciones que insultan la inteligencia del país. Sim embargo, ya se observa un desgaste. El entusiasmo baja y el pueblo ya se cansa y se da cuenta que son las mismas mentiras de siempre.
Pero la muerte de Chávez y la marcha de los Urus les complica la cosa. Espermos que no masacren a ningun compañero Uru. Si la sangre Uru toca el altiplano, Evo termina como Villaroel y Linera como su querido Robespierre.
Me gustaría hacer la siguiente pregunta: ¿Conoce alguien a algún presidente, solo uno, que haya hecho algo por los Urus? y ¿qué fue lo hizo?
Gracias
Y en la hipótesis de que eso fuera cierto (hoy tienen energía eléctrica, por ejemplo), eso exime al Presidente Morales?. ¿No es él, campeón de los indígenas? ¿No es el primer compromiso de este gobierno defenderlos, y promover su futuro? Si nadie hubiera hecho NADA por los urus, nadie tiene derecho a exigirle al primer gobierno de un Presidente Indígena que tiene una retórica impresionante sobre el tema, NADA para los urus? ¿Hasta cuando la coartada va a ser, «pero si nadie ha hecho nada», «Pero si siempre se robaba», «pero si la justicia nunca funciono».
¿No era que este gobierno traía una nueva ética y una nueva actitud hacia sus compatriotas?
Concuerdo con usted señor Mesa, la retórica del gobierno se basa en un denominador repetitivo, cansador y trillado, llamado «proceso de cambio». Un ejemplo de mestizaje es el comportamiento de los miembros que profesan dicho slogan (ya que eso es, nada más, nada menos»), se la pasan hechando la culpa a la república y los yanquis de todos nuestro males, con ellos empezamos de nuevo?, acaso hay algo distinto?, basta con decir, esque ahora somos menos corruptos, o menos ladrones???, bastará con eso???….
Todas las historietas que intentan introducirnos COMO SEA, los actuales duenos de la verdad absoluta es una «tremenda mentira», que ni ellos mismos se la creen.
Los preceptos incaicos, incluido el ama llunku es una demostracion inequivoca que desde aquellos tiempos la corrupcion, la delincuencia y sus ramificaciones las venimos cargando como ekeko, es falso que todos nuestros males los heredamos de los Espanoles. Eso lo del buen vivir, son alusinaciones que causa el exceso de alcaloides en el cerebro. El buen vivir se lo adquiere creando fuentes de empleo para que cada trabajador disponga de su salario en lo que mejor le convenga.
Comentando sobre el tema de los Urus, es bueno recordar los analisis criticos constructivos de Alcides Arguedas, cuando explica el poder destructivo de los indios alcoholizados y anesteciados con la hoja sagrada, que muy rara vez se juntan y la vez que lo hacen, son capaces hasta de haber extinguido la civilizacion Tiawanacota solo por envidia o por capricho del caudillo de la epoca.
Toda la sabiduria Aimara acumulada a lo largo de 5.521 anos (fantasia surrealista) no nos sirve absolutamente para nada, es como si no hubiesen existido. De lo poco que sabemos de esta cultura, es muy posible que en sus momentos animalcanivalescos hubiesen exterminado otras culturas que no llegamos a conocer. con mi empirica, bizarra e inverosimil vision historica puedo diagnosticar tiempos malos a todas las culturas que no comulguen con los llamados a construir el NUEVO ORDEN MUNDIAL.
Evo Morales no es un indigena sino un mestizo indigenista con apellido sefardita, estos judios que vienieron a America, la Tierra prometida, para colonizarla y explotarla. Evo Morales ha sido lanzado en la politica por George Soros, el megaespeculador, destructor de los pueblos y de las naciones.