Publicado en Página Siete y Los Tiempos el 9 de enero de 2010
El tema de la gobernabilidad ha sido una de las cuestiones fundamentales que se planteó a partir de la crisis de abril de 2000. El proceso que se abrió en enero de 2006 buscaba, en palabras de García Linera, resolver nuestro “empate catastrófico” en función de un triunfo histórico que garantizase la gobernabilidad perdida.
Se debía reconstituir el Estado a partir de desafíos que tenían dos puntas: el reconocimiento de los pueblos indígenas y su rol central en el corazón de la nación, y la necesidad de cerrar el ciclo del centralismo clásico con las nuevas autonomías. Pero el fallido gasolinazo ha puesto en evidencia la dimensión de la crisis en la que está Bolivia. El empate no se ha superado. La ilusión era que este gobierno encarnaba el nuevo Estado a partir de personas elegidas del seno de “lo plebeyo”, lo que reconectaba la relación Estado-sociedad. Ambos pasaban a ser una y la misma cosa.
Pero la respuesta al gasolinazo puso en cuestión esa premisa. Algunos intelectuales obstinados pretenden que lo ocurrido el 30 de diciembre fue el triunfo de los movimientos sociales que, a pesar de los errores de un gobierno que se desvía de la ruta por la presión insufrible del mercado, mantienen la firmeza en la defensa del camino de transformación del país. La respuesta, me temo, es bastante más cruda. La razón para esa protesta no fue ni la claridad ideológica del pueblo ni la supuesta conspiración de la derecha (el presidente y sus acólitos debieran revisar lo que alegaron los gobernantes en octubre de 2003 ante las movilizaciones sociales. Se sonrojarían al comprobar que los argumentos que ha esgrimido para acusar a los “extremistas” son idénticos). La movilización se produjo porque el tamaño del gasolinazo era intolerable. Lo era no sólo por ser la medida más rabiosamente “neoliberal” que hayamos conocido, sino porque ningún bolsillo popular lo podía resistir.
Pero otra comprobación es más terrible todavía. Demuestra que la construcción de la gobernabilidad no se hizo. El Estado está en manos de los llamados “movimientos sociales”. No cabe aquí discutir si sus causas son justas o injustas, porque hemos comprobado en los últimos años que cualquier “causa” es buena para demostrar poder. El Estado –lo he escrito más de una vez- está secuestrado por esos movimientos que tienen condiciones para neutralizar o derribar gobiernos cuando así lo decidan.
Mi hipótesis era que el gobierno de Morales es el único que garantiza la gobernabilidad, una buena noticia para el presidente pero una mala noticia para los bolivianos. Sin embargo, la situación tras el 26 de diciembre es aún peor. Ni Morales es capaz de garantizar gobernabilidad. Esta se basa en el legítimo derecho del gobierno de administrar el país, conducirlo, tomar decisiones por y para las que ha sido elegido y, eventualmente, tomar alguna que pueda requerir de un sacrificio determinado en función de un bien mayor. No es ciertamente el caso del gasolinazo tal como se lo planteó, pero suponiendo que lo hubiera sido, la medida no se pudo sostener. Las fuerzas que la neutralizaron lo saben, han derrotado al gobierno más fuerte en el periodo democrático iniciado en 1982, producto e hijo de esas fuerzas. Esto obligó al presidente a reconocer que no es todopoderoso (lo que era deseable), que su poder está erosionado y que corre el riesgo de ser atrapado por las propias fuerzas de las que ha surgido, víctima de los métodos implacables que usó cuando era dirigente sindical y líder de la oposición. El circuito perverso continúa.
Me parecía evidente y preocupante a la vez que de darse por cualquier razón una sucesión constitucional, el vicepresidente no estaría en condiciones de garantizar la estabilidad y permanencia del gobierno, igual que un eventual presidente elegido que no fuera Morales, peor aún si este fuese otra vez opositor. Pero ocurre que ya hoy, la gobernabilidad está en entredicho y nuevamente las calles se adueñan del poder. Es un gran error aplaudir tal cosa si se está en la oposición, o explicarla con argumentos infantiles si se está en el gobierno.
Un país que vive sin orden ni concierto, sin autoridad que se respete ni ley que se cumpla, con la certeza de que a la hora de la verdad lo único que cuenta, desde el gobierno y desde los “movimientos sociales”, es la fuerza bruta e irracional, sin otra justificación que la atrabiliaria subjetividad, prueba algo terrible. No sólo que el 2009 no construimos un nuevo pacto social, sino que el mal se ha vuelto crónico. No era cierto que de lo que se trataba era de derribar el “viejo y podrido sistema”, de lo que se trataba era de un ejercicio atrabiliario de un poder cuya esencia no es otra que el poder mismo al servicio de intereses concretos que pocas veces representan el interés de las mayorías. El 30 de diciembre coincidió una cosa y la otra, pero fue una circunstancia. La verdad es menos romántica que la causa justa, es que el gobierno, éste incluido, es un simple rehén de un movimiento informe que se mueve en las calles y que hace muy improbable la construcción de una democracia transformadora con instituciones que garanticen lo esencial: igualdad, justicia y bienestar.
Los partidos tradicionales se caen porque no eran capaces de dar soluciones a los problemas economicos, en especial a la zona occidental del pais ya que desde el 1952 la inversion economica se enfoca solo en santa cruz. Existe una bronca social en La Paz por esa forma de manejar el pais. Evo Morales da una esperanza de salir de la pobreza mediante la «industrialización el gas» El Alto de La Paz cree en esa promesa por eso es el mas feroz combatiente.
La causa principal de la caida de los partidos tradicionales es economica no ideologica.
En los primeros años de evo ha existido un auge economico que los a capitalizado con bonos, el pueblo veia que evo hacia las cosas mejor que los tradicionales por eso lo apoyaban, pero las vacas gordas estan llegando a su fin cuando disminuyan los precios de las materias primas y el pueblo vea que evo no puede manejar la economia evo se va ha ir.
Esa leccion tiene que ser aprendida gobernar invirtiendo solo en santa cruz no va mas se ha caido el MNR principal impulsor de esa idea, se han caido los empresarios cruceños, el pais a cambiado a partir de ahora se tiene que gobernar para todos por igual.
Es un plamnteamiento interesante, pero creo que incompleto. No parece exacto asumir que el estado antes de 2006 sólo invirtió en Santa Cruz. Lo que pasa es que antes (antes de 1942 cuando nace el Plan Bohan) nunca había invertido en el Oriente. Era necesario impulsar esa región de Bolivia, lo que ha sido bueno para el Oriente y para Bolivia. Si siempre vemos la inversión en una región como un hecho aislado, corremos el riesgo de sesgar el análisis.
Ahora bien, la crisis del Occidente tuvo que ver en efecto con políticas económicas mal enfocadas y políticas sociales muy mal enfocadas.
Morales marcó una esperanza, sólo eso. Ni nacinalizó, ni hizo una política de industrialización ni encaró una verdadera política social que no fueran bonos (bonos apoyados en precios internacionales espectaculares). Nosotros no podíamos dar bonos además del bonosol porque el TGN no podía pagarlos por sus magros ingresos por materias primas.
En todo caso, es interesante el planteamiento de que la caída del sistema político tiene que ver con la economía y no con la política. Sin ser tan radical, da lugar a un estudio en profundidad para confirmar o no la hipótesis.
Es verdad todo lo que dices, pero el pueblo no lo entiende porque hablamos tú, y todos los que pensamos como tú, siempre EN DIFICIL.
Ojala pudieramos hablar de maneras menos colegiadas y más pintorescas, si quieres, con tal de llegar al común de los mortales con más capacidad de dar en el blanco.
Te felicito porque eres el único Ex Presidente boliviano que se ha tomado el trabajo de hacer un blog donde las personas puedan poner sus opiniones.
No se si las censuras, pero un consejo de conejo, jamás lo hagas. Mas bien enseñanos a opinar, corto pero nutritivo, de modo que logres crear una comunidad virtual que te acompañe más allá.
¿Lo harás? No se. Ningun político de mi agrado hasta ahora ha seguido mis consejos, y Dios es testigo que he intentado darlos. Sin embargo, los que no me gustan, si siguen mis consejos. Ironias de la vida.
Y ellos ganan elecciones. Más irónico todavia.
Tienes razón.
No es fácil, uno está acostumbrado a un cierto lenguaje. Cuando estaba en la TV me era más fácil, podía llegar y conectar con un doble lenguaje, el verbal y el corporal, pero este no es el caso.
Le daré una vuelta a ver como hago para simplificar ideas. Estoy pensando en sumara este blog la opción twitter, es un ejercicio de síntesis aún más duro.
En todo caso, gracias por el consejo.
Lo único que filtro son los insultos personales, lo demás va todo.
y mi comentario picante??
la interpretación de «picante» es subjetiva…
Hola Carlos,
Me sorprendió que me contestes! :)) y mas aun, tan rápido. Te comento que este tipo de blogs está recién empezando en nuestro pais y tampoco tienen más de tres años en el mundo.
Yo he sido bendecida con la oportunidad de bloguear en inglés y en español, y por mi blog en inglés en http://www.worldpulse.com, donde también soy jap21, he sido galardonada internacionalmente… aunque la verdad no creo que sea tan maravillosa jeje. Tengo fans aun así.
Yo te encontré via facebook, y se que twitter es mucho menos popular que facebook. Por que no intentas con facebook también? Yo te ayudo a formar comunidad, seré la primera en apretar el botón de que me gusta tu página. :))
Es bueno también que recibas artículos de gente que quiera escribir en tu blog, así tendrás más gente que lea. Aunque creo que debes tener bastantes, siempre es bueno abrirse.
Hasta otro momento. Creo que ya me suscribí a tu blog, así que esperaré tus artículos. También tengo un blog en wordpress: http://jap21.wordpress.com
Y el último chiste: El BM dice que vienen tiempos dificiles y subida de precios de alimentos en Bolivia (que comen que adivinan), asi que hay que prepararse para estar a plan de AJO Y AGUA… Es decir «a jo der se y aguantarse» jaja
mi comentario picante dejará de ser subjetiva cuando lo publique Sr. ex-presidente.