Cronistas Españoles. Una Raíz de Nuestra Literatura

Los cronistas españoles que acompañaron la compleja y polémica conquista, tejieron una base documental de importancia capital para el conocimiento del pasado indígena anterior a la llegada de los europeos, son sin duda uno de los principales acervos  que dejó el periodo de colonización de estas tierras.

Es en esa construcción que entró en juego en América la lengua escrita. Es con la lengua escrita donde se explica mejor cómo se legitima el poder desde la palabra, porque generó una forma de dominación y también de crítica al imperio mundial cuyo sello indeleble está en el propio retrato de ese proceso histórico, al  mediatizar nuestra lectura del pasado indígena y del pasado colonial.

Las crónicas tuvieron además de su valor histórico y documental mucho de literario, de mágico, mucho de erudito, mucho también de monumental. Los cronistas fueron verdaderos descubridores de mundos, inventores de nominaciones y adjetivos, producto de sus ojos maravillados y de sus mentes asombradas. Orfebres de buena parte de la nueva lengua castellana teñida de América.

Muchos críticos contemporáneos entienden que en lo que se refiere a la lengua castellana, el nacimiento de la literatura americana tiene que ver con los primeros días de la llegada de los europeos al Caribe, en el mismo 1492 cuando Cristóbal Colón registraba su alucinante experiencia iniciática en esa tierra todavía inescrutable.

Que los cronistas tuvieran o no experiencia previa en la escritura, que sus textos tuvieran una determinada intención, que su desarrollo temático estuviera ligado a la noción de un diario, a la historia, a la antropología, a la geografía o propiamente a la literatura, no es relevante a la hora de entender que el asombro que tiñe la mayoría de sus páginas, le dieron a estos textos un verdadero carácter fundacional.

Igual que Colón en las islas caribeñas o el protéico Hernán Cortés en México a partir de sus Cartas de Relación, los primeros escritos peruanos (que es lo mismo que decir bolivianos) de Juan de Betanzos y Pedro de Cieza de León son autores de nuestras letras fundacionales. Se trata de una complicidad inconsciente pero evidente con los testimonios orales que muchos de los escritores españoles de ese fecundo periodo de la crónica tomaron de los indígenas a los que inquirían. Así, la literatura nace de la fascinación de lo que miran, de la intensidad de lo que viven, de la comprensión e incompresión de cómo interpretan esa nueva realidad y de las voces que se repiten como ecos, que tejen y detejen el pasado que los escritores europeos dejan marcado en el papel para las generaciones venideras.

Es pues el nacimiento de un género en el que los indígenas del vasto continente americano tiene arte y parte, por mucho que sus voces aparezcan insumidas en la palabra escrita. Fueron textos que nacieron, sin percibirlo, de una colaboración, de un ir venir de diálogos por mucho que quienes preguntaran lo hicieran más de una vez por la fuerza, por mucho que las respuestas fueran cambiadas o adecuadas a un interés. Vale aquí recordar que unos escribían por encargo de la Corona, pero otros mucho escribieron porque les parecía un pecado imperdonable no dejar testimonio de ese mundo que los “forzaba” a escribir porque nadie creería sino que eso que veían y vivían era verdadero.

La lengua de los conquistadores se va tornando poco a poco en una lengua de todos, como acabaría siéndolo de más de quinientos millones de seres humanos en el siglo XXI. Una lengua que en América se hace distinta no sólo en los vocablos nativos que recoge de centenares de otras lenguas habladas, escuchadas, moldeadas y también desaparecidas que le dan a los sonidos de Castilla un toque tan profundo que la cambián, no sólo en la incorporación de voces distintas, sino en sus giros, en su propia construcción gramatical, en una musicalidad más uave que la de la estepa del centro de la península ibérica.

Las crónicas son así la primera prueba de la mezcla de la destrucción, creación, recreación y mutua apropiación de un universo que sería lo que hoy es América Latina. No puede, en consecuencia, comprenderse nuestra literatura sin conocer la ruta de las crónicas que son para nosotros lo que fue el Poema del Mío Cid y las jarchas para la saga literaria de España.

6 comentarios en “Cronistas Españoles. Una Raíz de Nuestra Literatura

  1. Don Carlos …..En la encrucijada actual de Bolivia……dejará ud. de ser un pusilánime como se le tilda……. o apoyará sin reservas la democracia en Bolivia…..irá o no irá a La Haya? ….Si vá….¿Le servirá de algo a ud.?…….o le dará más poder a Morales?….

      • Gracias por su respuesta don Carlos, de verdad la agradezco, y estaré atento a su columna…..sin embargo,….. y discúlpeme por mi osadía, le formularé otra pregunta pensando en que, en realidad, lo que importa desde el punto de vista no ya humano, sino histórico, creo yo, que Bolivia, no los hombres,no los bolivianos…….porque los hombres somos todos pasajeros en el tiempo, sino el estado boliviano,… por eso vengo y le consulto, con mucho respeto por ud. y por Bolivia, país hermano,……
        ¿ Qué saca Bolivia con dirimir contra Chile en la CIJ, o en cualquier otra corte del mundo,… por ese «subjetivo» derecho a poseer una cierta soberanía marítima en que la propia Bolivia es incapaz de señalar en el mapa, y que, en el caso que si les fuese bien……. nunca jamás serán vecinos bienvenidos…. y se generarán otros múltiples conflictos?
        Entonces don Carlos….me pregunto yo y en el fondo le pregunto a ud… …..¿Que sentido tiene todo esto si ya las fronteras fueron definidas y toda la gente que allí vive no las cuestiona?….¿No es esto sólo una locura política?…..
        Don Carlos ….ud. como historiador tiene la obligación de responder a ésta cuestiones , tiene la obligación de ser honesto con el pueblo boliviano, con su historia, con su actual situación política.
        Le saludo con respeto.

      • La respuesta la debe dar Chile. Quien hizo voluntariamente los compromisos de negociar con Bolivia para otorgarle un acceso soberano al mar fue nuestro vecino (desde 1920 en adelante). Dado que durante casi un siglo y en reiteradas oportunidades no cumplió con su compromiso, la única opción es una demanda internacional.
        Reciba un cordial saludo

  2. Don Carlos, es que es de la esencia de toda negociación ofrecer algo a cambio de lo que uno desea, y Bolivia no ofrece nada. Por ejemplo si Bolivia dijese….ofrezco cualquier provincia o departamento colindante con Chile a cambio de soberanía en el Pacífico, entonces lo que ocurriría es que Chile tendría que pensar la conveniencia de aquella oferta y seguramente encontraría una mejor disposición en Chile, pero si sólo se limita a «pedir mar» sin identificar una zona ni ofrecer nada, entonces pues, el rechazo es total, por eso le decía que en parte esto parece una locura política que obviamente no llegará a ninguna solución.
    Ahora, si fuese Chile el que tuviese que dar la respuesta, como ud. dice, Chile podría pedir algo que obligue a Bolivia a negarse a la negociación, de hecho en 1975 Chile les pidió el canje territorial y lo rechazaron….rechazaron la negociación….entonces, don Carlos, cuál es la negociación que propone Bolivia, que es lo que quiere negociar Bolivia, porque Bolivia no puede sentarse a esperar que sea Chile el que vaya a ofrecerles algo,sería un absurdo total si incluso fueron a La Haya a pedir una negociación… por eso se piensa que Bolivia solo utiliza el tema del mar para una cuestión de política interna, porque tampoco muestra un real interés.
    Yo siento que por lo tanto Bolivia tiene un drama político creado por su propia élite para campañas políticas.
    Don Carlos, ud. como historiador boliviano,…. ¿no observa éstas cosas?…., ¿no se las cuestiona intelectualmente?……..¿no siente en su fuero interno que en esto hay una cierta actitud quijotesca de ir a la lucha con la manos vacías en la consecución de un objetivo que de por sí ya es practicamente imposible de alcanzar?

    Lo saludo cordialmente.

  3. Reblogueó esto en Obras e Serviços Guaiaó Influence Marketing Platform 260 Stars Engenho Talento e Artey comentado:
    N. Cespedes en 28 febrero 2018 a las 23:58 dijo:
    Una producción intelectual prodigiosa donde se puede analizar un recorrido que refleja unas energías que le llevaron a explorar no solo el arte y arquitectura andinas (pintura, escultura, arte religioso acompañado de investigación de fuentes), sino que existe detrás, es decir los protagonistas y sus creencias. Todo desde un punto de vista de cruce de culturas y su resultado, lo mestizo.
    Desde lo apoteósico que resulta ser Tiwanaku y los espacios abiertos de iglesias con posas y torres, pasando por el barroco mestizo con sus sirenas, personajes mitológicos tanto europeos como andinos todos mezclados en un sincretismo cultural, hasta el reconocimiento de que los tejidos andinos tienen su propia categoría artística con toda su carga simbólica y que pervive entre nosotros.
    Una vida de investigación plasmada en libros y una recolección de información que nos invita a continuar ese camino que se expresó también en la enseñanza y la docencia que nos formó a los que pudimos escuchar directamente sus palabras. Una integración con la tierra donde vivió parecido a la unión del cerro de Potosí con María que se puede ver en un cuadro colonial.
    No queda mas que unirnos en homenaje y agradecimiento por el valioso legado que deja para Bolivia.

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