Independencia y República

casa-libertad003

En el mundo de las ideas, las liberales que se impusieron inequívocamente a tiempo de la fundación de la República el 6 de agosto de1825 tienen diferentes vetas. La expresada por Bolívar y Sucre, los dos más notables representantes del liberalismo político en el momento mismo de la independencia.

Ambos llegados desde el norte, sin conocimiento ni vivencia de la realidad del mundo andino, especialmente en el área mencionada Cuzco-Charcas. Este no es un detalle. Bolívar y Sucre cortaron una vinculación que en el corto y mediano plazo impediría la posibilidad de una lectura adecuada de lo que Bolivia requería para su constitución como Estado. El desconocimiento de los caciques y su importante papel de intermediación, fue el hecho más relevante de esa visión liberal. Digamos en su descargo que probablemente el momento histórico no permitía una respuesta distinta en alguien de la formación de Bolívar. La otra veta está expresada por Olañeta y lo que representaba como exponente excepcional de la elite charquina. Una concepción en la que se mezclaba la lucidez para comprender que Charcas podía y debía ser una nación separada de Lima y Buenos Aires, con la posibilidad de un control total de ese espacio geográfico por el poder político y económico de la clase que éste representaba, pero a la vez la evidencia de que las elites criollas salvo excepciones seguían asentadas en las ideas heredadas de la corona, es decir sustentar su poder sobre las espaldas indígenas a través de dos mecanismos, el trabajo y el tributo.

Pero volvamos a las ideas. Esta realidad dramática, brutal incluso, no estaba reñida con una convicción que nos condujo a un destino ideológico claro, la construcción del republicanismo. Fue el nacimiento del corpus de la nueva nación, lo que le da un valor diferenciador y especial a todo lo debatido y aprobado por la Asamblea Fundadora. El concepto fue inequívoco en el Acta de la Independencia de 1825. Lo que Bolivia decidió ser en ese momento fue nacer como República. República entendida no como una forma de administración del Estado, sino como un sistema de valores que le daban sentido y que garantizaban la estructura sobre la que se movería su sociedad. Esta es la cuestión fundamental. La República planteó el fin del despotismo, no sólo el desconocimiento del poder usurpado por la corona española, sino su transformación. No se trataba de volver al momento anterior a 1535, sino de proyectar lo que entonces era una visión revolucionaria y moderna, la desconcentración del poder, su equilibrio y balance a través de tres órganos diferentes, coordinados pero independientes entre sí. La República implicó el reconocimiento claro de la soberanía popular delegada y la institución del voto como mecanismo de expresión de esa voluntad (voto calificado, es cierto, voto insuficiente, es cierto, pero lo que aquí importa es el principio conceptual). Finalmente, la República estableció el valor más importante de todos, el del ciudadano. Y en eso los decretos de Bolívar en Cuzco y La Paz en 1825 no dejan lugar a dudas. Ciudadano entendido como un individuo con derechos y obligaciones. El objetivo ideal era la construcción de una sociedad entre iguales.

Esos valores, está demás decirlo, tropezaron con una realidad que limitó sino cercenó severamente las posibilidades de la construcción de una nación consistente. Suponer que la ciudadanía podría edificarse prescindiendo de los indígenas (cuestión que fue afirmándose en las dos primeras décadas de la independencia, pues al principio los textos legales del nuevo Estado no establecían tan explícitamente esa discriminación), era simplemente un absurdo. El tema no es simple, porque se puede ver elementos de la búsqueda de inclusión desde 1809 y aún a partir de 1825, que fueron ahogados por la realidad de los estamentos de poder que decidieron de modo claro el destino de racismo y discriminación en Bolivia por demasiado tiempo.

Lo que buscamos demostrar es que la naturaleza de los levantamiento de 1781 y 1809 no tiene la ligazón que da una filosofía común. En ese tránsito la idea victoriosa fue el republicanismo que se expresó de un modo impresionante en unas pocas líneas en el documento más importante de la Asamblea Fundadora, que por cierto no se encuentra en el texto clásico de la Proclama que es una conjunto de retórica bastante hueca, sino en el decreto de 13 de agosto de 1825 en cuyo primer artículo se establece: “El Estado del Alto Perú se declara, en su forma de gobierno, representativo republicano”. En su artículo tercero dice: “El se expedirá por los tres poderes Legislativo, Ejecutivo, y Judiciario, separados y divididos entre si.”. En esas pocas líneas está todo meridianamente claro. Bolívar estaba ese día en camino del Desaguadero hacia La Paz. En Chuquisaca estos dos artículos definieron claramente el destino de Bolivia: Una República.

Esa es la razón esencial que establece las líneas de diferencia entre tres momentos estelares de la historia del país: 1781 en contraste con 1809 y 1825.

 

 

7 comentarios en “Independencia y República

  1. INDÍGENAS
    La utilización del indígena para perpetuarse en el poder continua. Grupos corporativos, roscas o como se quiera llamarlos continúan utilizando a los indígenas para sus propios intereses.

    Veamos un ejemplo al respecto.

    – David Choquehuanca, Ministro de RREE (indígena)
    – Juan Ramón Quintana, Ministro de la Presidencia (no es indígena)
    – Carlos Romero, Ministro de Gobierno (no es indígena)
    – Reymi Ferreira, Ministro de Defensa (no es indígena)
    – René Orellana, Ministro de Planificación (no es indígena)
    – Luis Arce Catacora, Ministro de Economía (no es indígena)
    – Luis Alberto Sánchez, Ministro de Hidrocarburos (no es indígena)
    – Ana Verónica Ramos, Ministra de Desarrollo Productivo (no es indígena)
    – Milton Claros, Ministro de Obras Públicas (no es indígena)
    – César Navarro, Ministro de Minería (no es indígena)
    – Virginia Velasco, Ministra de Justicia (indígena)
    – José Gonzalo Trigoso, Ministro de Trabajo (no es indígena)
    – Ariana Campero, Ministra de Salud (no es indígena)
    – Maria Alexandra Moreira, Ministra de Medio Ambiente (no es indígena)
    – Roberto Aguilar, Ministro de Educación (no es indígena)
    – César Cocarico, Ministro de Desarrollo Rural (indígena)
    – Hugo Siles, Ministro de Autonomías (no es indígena)
    – Lenny Valdivia, Ministra de Transparencia (no es indígena)
    – Marko Machicao, Ministro de Culturas (no es indígena)
    – Marianela Paco, Ministra de Comunicación (indígena)
    – Tito Montaño, Ministro de Deportes (no es indígena)

    El 19% son indígenas, el restante 81% no lo es pero hablan a nombre de ellos. La colonización es patriarcal es decir el colonizador «sabe que es lo que le conviene al indígena».

    Abra mas de uno que busque zafarse, mimetizarse, diciendo que es indígena del siglo XXI. Pero lo real es que no son indígenas, esto es comprobable con solo hacer una sencilla conversación en idioma originario y no sabrán que responder y ademas no representan a pueblos indígenas.

    Esta simple radiografía, gráfica lo que sucede en el gobierno del MAS. Estos grupos, roscas, no quieren dejar el poder.

    • ¿Como se determina que alguien sea indígena y otro no?,Si alguien no es indígena, ¿que es entonces?, ¿europeo?, ¿corre por sus venas sangre azul?, ¿es sangre «pura»?. Que es lo que le molesta Sr Hector, ¿que otros utilicen y hablen a nombre de los «indígenas», o que ud no tenga esa oportunidad?, ¿realmente se siente identificado con los «indígenas» y le molesta, le duele que hablen por ellos?, ¿le duele en verdad la postergación, la misera vida que sufren históricamente los «indígenas»?, ¿como puedo saber o que elementos debo tomar en cuenta para denominarme «indigena» o «no indigena»?.
      Sr hector, ¿es ud indígena?, ¿que aspectos utilizo para apartarse o acercarse a este concepto?

      • Rodolfo

        Lo que mi persona sea o no sea o se considere o no se considere no tiene ninguna importancia.

        Vayamos al tema central del comentario que realicé. El propietario del Blog realiza un comentario acerca del papel de los indígenas en la historia Bolivia.

        Y me comentario decía muy claramente que se esta utilizando a los indígenas solo para preservar intereses de grupos o roscas.

        También dije que hay formas simples y orgánicas de como saber si alguien representa o no a los indígenas.

        En su momento el Ministro Romero dijo que es indígena. ¿sera indígena, representara a los indígenas?. Después de la violenta represión a los indígenas del TIPNIS, el ministro no cuestiono esa acción por lo tanto la avaló. Este es uno de los muchos ejemplos que hay y que respaldan la utilización de los indígenas solo para el discurso, pero en los hechos se actúa de otra manera.

  2. Conceptos de República muy claros y sin recobecos de «prurinacional» y otras adiciones encajados en el plurito de «cambio» que dice todo y nada. Su acomodamiento es más que neoliberal, resulta acomodando al léxico político como ultraliberal y que los políticos de la hora por falta de talento no lo descubren por tanto no lo usan.
    No se cambia casi nada sino los billetes de uno a otro bolsillo pero siempre de corte «sillerico»

  3. Empecemos por la cabeza: El Presidente que es? indígena? nunca se expreso en lenguaje nativo. el es cocalero, futbolista y dirigente sindical.Si tiene raíces indígenas, las abandono a muy corta edad. El Vice? un blancoide, terrorista, incapaz de lograr una profesión, buscó en los libros lo que no pudo aprender de la vida. ambos desclasados por lo que no pueden ayudar a construir, ni a unir a los bolivianos. Tienen mucho resentimiento, inseguridad y por eso su megalomanía y su prepotencia,

Replica a maria luisa Cancelar la respuesta