El 12 de julio de 1976 Mario Mercado, Alcalde de La Paz a nombre del Municipio, Renzo Cotta Director del Cine 16 de Julio a nombre de la Obra Don Bosco, Amalia de Gallardo Presidenta del Centro de Orientación Cinematográfica a nombre del C.O.C., Pedro Susz y yo como ejecutivos de la institución y Norma Merlo como su secretaria, fundamos la Cinemateca Boliviana.

Mario Mercado, fundador de la Cinemateca, a nombre de la H.A.M. de La Paz y primer presidente de la Fundación
La Alcaldía nos cedió un pequeño espacio en el quinto piso de la Casa de la Cultura. El archivo de películas tenía entonces una superficie de 2 x 3 metros cuadrados. Don Raúl Barragán, connotado pianista de esos años, hizo la primera donación al Archivo, el cortometraje en 16 mm. dirigido por Jorge Ruiz Laredo de Bolivia, sobre el violinista boliviano Jaime Laredo, ganador del más importante premio internacional de violín.
Empezamos las proyecciones en la sala Modesta Sanjinés de la Casa de la Cultura. El primer ciclo, como no podía ser de otra manera, estuvo dedicado al cine boliviano. El 22 de septiembre de 1976 exhibimos Carnaval Paceño y Posesión del Presidente Hernando Siles de Pedro Sambarino y el audiovisual que hicimos con Pedro, El Cine Boliviano.
Con el paso de los años la Cinemateca recibió en depósito o por medio de donaciones, centenares de películas y videos de realizadores y aficionados bolivianos.
Vale la pena reseñar los hitos más importantes de esta historia que comenzamos a pulmón hace ya cuatro décadas.

Carlos D. de Mesa Gisbert y Pedro Susz Kohl, directores ejecutivos de la Cinemateca en una fotografía de 1979
UNA HISTORIA DE ÉXITO
Antecedentes
El objetivo principal y la razón de ser de la Cinemateca Boliviana, ha sido y es formar, preservar y difundir el Archivo Nacional de Imágenes en Movimiento de Bolivia. Esta labor se justifica por la importancia cobrada por la producción de imágenes en movimiento desde principios del siglo pasado (1904), como documentos esenciales para la memoria histórica colectiva y para la construcción de nuestras identidades. A ese hecho debe sumarse el peso cada vez mayor de dichas imágenes en la configuración de los imaginarios sociales.

Amalia Dávila de Gallardo, fundadora de la Cinemateca a nombre del C.O.C. y presidenta de la Fundación
En el momento de de su fundación como institución (12 de julio de 1976), se vivían los años de la dictadura de Hugo Banzer, no existía ningún repositorio para las imágenes en movimiento, y estas estaban desperdigadas en depósitos descuidados en Canal 7 (en habitaciones llenas de humedad o inundadas, material tirado en el suelo, películas del ICB sin protección alguna o en latas competamente ensarradas, montones de película reversible de noticieros en cajas de cartón o turriles en las viejas instalaciones del Canal en El Alto, varias cintas de video de dos pulgadas en rincones acumulando polvo, etc.) y en manos de privados. Además, buena parte del material boliviano producido en la época o en plena producción, podía ser cuestionado, censurado o prohibido por el gobierno, como de hecho ocurrió en más de un caso. Realizadores importantes estaban entonces en el exilio y el Estado no tenía, en ese contexto ideológico, la disposición de encarar un desafío de esta naturaleza. Sobre todo teniendo en cuenta varios antecedentes, como fue el caso de los materiales producidos por el Instituto Cinematográfico Boliviano en la década de los cincuenta, que constituían un riquísimo registro de la Bolivia post Revolución del 52, pero que fueron olvidados, desprotegidos e incluso mutilados por desidia o manipulación política, después de 1964.
Esa fue la razón que impulsó a la constitución de una Fundación cultural sin fines de lucro, pero con una vocación pública inequívoca, que garantizara su independencia para poder llevar adelante un trabajo efectivo sin condicionantes políticas, por modesto que este esfuerzo pudiera parecer en sus inicios. Esa lógica de independencia garantizó, durante cuarenta años, más allá de los avatares políticos del país así como de sus sobresaltos económicos, un fructífero trabajo y un conjunto muy significativo de éxitos y logros para el patrimonio cultural de Bolivia.
Misión y Objetivos
Los objetivos centrales del trabajo de la Fundación estuvieron claros desde su primer día de existencia:

Wara Wara (1930) de José M. Velasco M. Película clave del cine boliviano restaurada por la Cinemateca.
1.- Archivo, recuperación, catalogación, preservación y restauración de todo el material de imágenes en movimiento producido en el país. Aquí cabe una mención especial, sólo a título de ejemplo, al trabajo de recuperación, restauración y puesta en valor de “Wara Wara” (1930) uno de los clásicos del cine boliviano, reestrenado después de más de medio siglo de estar perdido, el cortometraje “El Bolillo Fatal” (1926) y el largometraje “Hacia la Gloria” (1932), en pleno proceso de restauración.
2.-. Archivo de todo el material asociado a las imágenes en movimiento y que son parte del fenómeno audiovisual y su influencia sobre el imaginario social contemporáneo: Afiches, fotografías, “press books”, memorias, avances (trailers), spots publicitarios, guiones, reseñas, material hemerográfico y bibliográfico de toda naturaleza, etc.
3.- Investigación, estudios, trabajos de historia sobre el cine y video bolivianos y publicaciones de diverso tipo sobre nuestra cinematografía.
4.- Difusión del cine y video bolivianos de manera preferente, con el valor agregado de su puesta en valor de cara al público.
5.- Difusión del cine y video universales, con especial énfasis en producciones de alto valor artístico e histórico y de cinematografías que no llegan al país a través de los circuitos de cine comercial.
6.- Formación cinematográfica, tanto teórica como práctica, a partir de foros, cursos, seminarios, intercambio con otras cinematecas, presencia de especialistas nacionales y extranjeros y convenios con centros académicos universitarios y escolares de Bolivia y el exterior.
7.- Alfabetización audiovisual, incorporando en la formación de niños(as) y adolescentes, las herramientas imprescindibles para permitirles el acceso a una visión crítica de los mensajes audiovisuales, cada vez más influyentes sobre la formación de las nuevas generaciones, impidiendo de ese modo que su relación con los medios masivos se reduzca al de consumidores pasivos, acríticos y eventualmente alienados.
8.- Apoyo a realizadores jóvenes con equipo básico para trabajos iniciales u operas primas, tanto documentales como de ficción.
9.- Participación relevante en coordinación con entidades estatales (Conacine, ministerio de Culturas), privadas y gremiales (asociaciones de cineastas, por ejemplo) en todos los temas referidos a la promoción, evaluación, debate y diseño de políticas de fomento y apoyo a la producción nacional.
Esos objetivos han sido cumplidos de manera permanente a lo largo de todo el tiempo de vida de la institución, como se puede comprobar haciendo una análisis de contenidos del trabajo realizado.
Es muy importante subrayar que después de cuatro décadas de existencia, la Cinemateca Boliviana es un referente inexcusable en la región y el mundo. Más que eso, goza de un gran prestigio y es el modelo a tomar de un esfuerzo éxitoso por preservar el patrimonio fílmico nacional. De hecho está categorizada entre los cinco archivos audiovisuales más importantes de América Latina.
Respaldo Legal. La Cinemateca como Archivo Nacional de Imágenes en Movimiento
Para desarrollar esta importante actividad cuyo corazón, hay que subrayarlo, fue, es y deberá ser, el Archivo Nacional de Imágenes en Movimiento, se le dio a la Fundación un inequívoco soporte jurídico desde el Estado. El proceso para que eso ocurriera se desarrolló así:
- El 12 de julio de 1976 se crea la Fundación Cinemateca de La Paz, con la participación de la H.A.M. de La Paz, el Cine 16 de Julio-Obra Don Bosco y el Centro de Orientación Cinematográfica. La Fundación (con sus estatutos detallados) obtiene su personería jurídica el 29 de septiembre de 1977.
- En septiembre de 1977 cambia su nombre de Fundación Cinemateca de La Paz pasa a llamarse Fundación Cinemateca Boliviana.
- La Cinemateca es reconocida oficialmente por el Estado como Archivo Nacional de Imágenes en Movimiento a través del Decreto Ley Nº 15604 de 27 de junio de 1978.
- Esta condición es ratificada de modo detallado a través del Decreto Supremo Nº 16762 de 11 de julio de 1979.
- El instrumento legal más importante de todos los que respaldan a la Fundación, en actual vigencia, es la Ley Nº 1302 promulgada el 20 de diciembre de 1991. La referencia explícita a la Cinemateca está en el capítulo V, arts. 26 a 29 de la mencionada norma. En concreto, el art. 26 reza: “El Estado Boliviano único y legítimo propietario del patrimonio nacional de imágenes en movimiento…encomienda a la Fundación Cinemateca Boliviana…el rescate y la preservación de dicho patrimonio, organizando el Archivo Fílmico Nacional”.
- El 20 de julio de 1992 se adecuan los estatutos a las características de la Ley 1302 y se oficializa legalmente el nuevo nombre: Fundación Cinemateca Boliviana.
- El 1° de julio de 1996 se aprueban nuevos estatutos, refrendados por la Prefectura de La Paz el 9 de abril de 1997. A partir de esta nueva estructura se crea un Consejo de Fideicomisarios, un Directorio y una Dirección Ejecutiva. Además, el Director Ejecutivo del Conacine, a nombre del Estado, ocupa un puesto permanente en el directorio de la Fundación. Salvo la Dirección Ejecutiva, todos los cargos son ad honorem.
Es fundamental subrayar que fue la Cinemateca la institución que promovió, trabajó en la redacción y aprobación de la Ley de Cine vigente y luchó por su promulgación. Sin su iniciativa esa Ley y los elementos de fomento y preservación de nuestra cinematografía hubiesen tardado mucho más en hacerse realidad.
Tuvo también papel protagónico en la redacción y aprobación de las Leyes de Derechos de Autor y de Depósito Legal.
Presencia Internacional
Desde fines de los años setenta del siglo pasado la Cinemateca Boliviana es miembro pleno de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF), la institución internacional más importante referida a archivos fílmicos en el mundo. Nuestra institución ha tenido y tiene destacada participación y muy alta consideración en el seno de la FIAF.
Fue promotora y fundadora de la Federación Latinoamericana de Archivos Fímicos.
Un contexto necesario
El trabajo de la Fundación se hizo literalmente a pulmón. Entre 1976 y 1978 funcionó en la Casa de la Cultura de La Paz con sesiones semanales y con un espacio de 2×3 m2 para su archivo (durante dos años). En 1978 comenzó a funcionar en régimen de alquiler en el antiguo cine del Colegio San Calixto de la Compañía de Jesús, donde desarrolló ininterrumpidamente su trabajo de exhibición hasta 2002 (durante veinticuatro años). Dado el pequeño espacio en predios del cine, alquiló un depósito relativamente próximo a la sala para el archivo de películas y videos. En 2002 cesó sus actividades de difusión manteniendo siempre en actividad las de archivo como Repositorio Nacional. Sin embargo, entre 2003 y 2007 realizó exhibiciones periódicas en las instalaciones de ENTEL y otros centros culturales.

Norma Merlo caracterizando a Chaplin, emblema de la Cinemateca en su campaña para recaudar fondos para el nuevo edificio.
Mientras tanto, entre 1991 y 1993, se llevó adelante el proyecto arquitectónico del complejo Cinemateca y en 1996 se inició la gran cruzada para la construcción de un nuevo edificio que respondiera a sus desafíos más importantes. Once años de denodado esfuerzo demandó el terminar con éxito la infraestructura –cuyo diseño fue resultado de un Concurso Nacional- con la que hoy cuenta, inaugurada el 30 de octubre de 2007. Desde entonces la Fundación tiene una de las infraestructuras más importantes de América Latina en lo que se refiere a archivos nacionales del mismo carácter.
Debe destacarse que el monto requerido para obra de tal magnitud demandó el trabajo ad honorem de los miembros del Fideicomiso y el Directorio.
Es muy importante entender que sin el trabajo de los ejecutivos y fideicomisarios, la actual infraestructura no existiría. La seriedad de la idea, el trabajo previo, la recuperación del archivo lograda hasta entonces y la mística popular que este proyecto genero, permitieron conseguir el predio adecuado y los fondos para construir. Estos no se hubiesen obtenido sin esos requisitos imprescindibles.
Los ejecutivos y fideicomisarios administraron los fondos y la construcción del complejo con la mayor responsabilidad y transparencia (ver los estados financieros al 31 de agosto de 2007 publicados en el libro Fundación Cinemateca Boliviana Toda una Historia), sin otro interés que el bien público. Para lograrlo se obtuvieron tres fuentes de apoyo:
1. – Del Estado. A. A través del usufructo de un terreno (que era parte del patrimonio de la hoy desaparecida Fundación Rosa Agramont,) que fue cedido por el Ministerio del Interior en 1993. B. El Viceministerio de Financiamiento e Inversión Pública canalizó los aportes del Tesoro General de la Nación y los aportes de la cooperación internacional. C. La Prefectura de La Paz (a lo largo de varios años) fue la instancia estatal mediante la cual el Estado En coordinación con la Fundación- realizó todos los procesos de licitación y contratación de obras, compras, etc.
2.- De la cooperación internacional de varias naciones como China, Alemania, España, Japón, Gran Bretaña, y cooperación multilateral como la de la CAF.
3.- Del aporte de empresas privadas y personas particulares. Ese aporte incluyó contribuciones tan modestas como significativas. Dos ejemplos: bancos y empresas productivas del país. Niños lustrabotas de La Paz.
En todo este proceso la Cinemateca logró obtener, de las diversas fuentes mencionadas, 4.201.002 U$. (cuatro millones doscientos un mil dólares), combinados entre dinero y equipamiento.
Infraestructura existente
Desde el 30 de octubre de 2007 ha sido abierto al acceso público el nuevo local de la Cinemateca, levantado sobre un terreno de 1.206 mts2. El edificio cuenta con una superficie construida de más de 4.000 mts2 en cinco niveles que albergan cuatro salas de exhibición, nominadas en homenaje a personalidades –ya desaparecidas- relevantes de la historia del cine boliviano:
- Amalia de Gallardo con capacidad para 192 personas
- Óscar Soria con capacidad para 99 personas
- Pedro Sambarino con capacidad para 45 personas
- Renzo Cotta con capacidad para 50 personas
Un aforo total de 386 butacas.
También funcionan:
La biblioteca Luís Espinal, la sala de exposiciones Mario Mercado, una pequeña tienda, un salón de uso múltiple fundamentalmente concebido como aula y salón de presentaciones diversas, y una cafetería.
El Archivo central con dos bóvedas, una para películas de nitrato especialmente acondicionada con elementos de seguridad anti incendios y otra, la mayor, para películas en acetatos y todo tipo de soportes contemporáneos. Una sala de restauración y depósitos de material complementarios (como fotografías y afiches).
Oficinas para el área ejecutiva y administrativa, así como espacios para formación, visionado, repositorio de bases de datos y equipos para producción y almacenamiento de equipo de filmación.
Dos niveles de parqueo.
Este sólo logro es una demostración del más grande triunfo de la Fundación tal como se concibió y estructuró, y tal como funcionó entre 1976 y 2007, para convertirse luego en una realidad de rango internacional con su nuevo edificio inaugurado en 2007.
Un rosario de éxitos
Es un verdadero motivo de orgullo para la Cinemateca constatar que después de treinta y siete años de trabajo, ha cumplido sus objetivos muy por encima de sus aspiraciones cuando fue creada. Ha sido la institución que con su sólo esfuerzo y visión ha recuperado la memoria del cine boliviano. Baste mencionar estas cifras. Datos actualizados al 31 de diciembre de 2015.

Una de las bóvedas de archivo de películas de la Cinemateca Boliviana-Archivo Nacional de Imágenes en Movimiento.
Archivo de películas y videos bolivianos:
6.026 rollos.
5.780 videos.
La Cinemateca ha recuperado más del 85% del total de la producción filmada en Bolivia de imágenes en movimiento.
Junto a las películas y videos, posee la biblioteca, hemeroteca, fototeca y colección de afiches sobre cine boliviano más completos del país.
Archivo de películas y videos extranjeros:
30.381 rollos.
7.124 videos.
Biblioteca y Hemeroteca:
8.900 libros.
6.800 revistas (170 títulos) y catálogos.
3.000 fotos.
3.500 afiches.
13.200 recortes de prensa
Publicaciones
61 números de la revista “Notas Críticas”
8 números de la colección dedicada al cine boliviano.
137 fichas documentales de distribución gratuita.
5 números de la revista “La Esquina de la Cinemateca” y 12 boletines de información sobre cine boliviano
Espectadores 1976-2015:
3.126.115 espectadores
Películas exhibidas 1976-2015:
6.320
Ciclos exhibidos 1976-2015:
802

Jorge Ruiz, uno de los grandes cineastas bolivianos. El primer Ciclo de la Cinemateca (1976) estuvo dedicado al cine nacional. Fue miembro del directorio de la Fundación
PRESIDENTES DE LA FUNDACIÓN
1976-1978 – Mario Mercado Vaca Guzmán
1978-1988 – Amalia Dávila de Gallardo
1988-2002 – Carlos D. de Mesa Gisbert
2002-2007 – Francisco Muñoz Piedrafita
2007-2012 – Antonio Eguino Arteaga
2012 – Marcos Loayza
2012-2013 – Ximena Valdivia Flores
2013 a la fecha – Javier Zárate Taborga

Mela Márquez, directora ejecutiva de la Cinemateca y Antonio Eguino (izq.) ex presidente de la Fundación..
DIRECTORES EJECUTIVOS
1976-1985 – Carlos D. de Mesa Gisbert y Pedro Susz Kohl
1985-2003 – Pedro Susz Kohl
2003-2010 – Vanessa de Britto Maluf
2010 a la fecha – Mela Márquez Saleg

Óscar Soria Gamarra, el gran guionista del cine boliviano. Fue miembro de la Fundación y del directorio de la Cinemateca. Fue el primer presidente del Conacine
MIEMBROS DEL FIDEICOMISO Y DEL DIRECTORIO DE LA FUNDACIÓN 1976-2016
Raúl Adler Kavlin (2007 a la fecha), Paolo Agazzi Sacchini (2007-2015), Alicia Ballarini de Muñoz (1976-2007), Cecilia Bayá de Bedoya (1995-2003), Mariano Baptista Gumucio (1988-2014), Antonio Barbato (1976-1978), Gabriel Buti (1983-1988), Fernando Cajías de la Vega (1988 a la fecha), Roberto Camacho Sevillano (2003-2007), Norma Campos Vera (2010 a la fecha), Georgette Canedo de Camacho (1982-1983), Mario Castro Monterrey (1988 a la fecha), Verónica Córdova (2010 a la fecha), Renzo Cotta (1976-1979), Amalia Dávila de Gallardo (1976-1988), Antonio Eguino Arteaga (1988 a la fecha), Patricia Flores Palacios (2003-2007), Claude Fisbach (1982-1983), Clemente Franzini (1978-1979), Gastón Gallardo Dávila (2007 a la fecha), Armando Gumucio Karstulovic (2007-2010), Francisco J. Iturralde Jahnsen (1995-2003), Marcos Loayza (2010 a la fecha), Eduardo López Zavala (2001-2003), Adrián Mendoza (1976-1979), Mario Mercado Vaca Guzmán (1976-1978), Norma Merlo Merlo (2001-2015), Carlos D. de Mesa Gisbert (1979 a la fecha), Pablo Michel (2010 a la fecha), Fernando Mirabal Pozo (2007 a la fecha), Francisco Muñoz Piedrafita (1982-2007), Demetrio Nina (2010-2012), Iván Nogales (2015 a la fecha), Alfredo Ovando Omiste (1988 a la fecha), Cergio Prudencio (2010-2016), Eduardo Quintanilla Ballivián (2007 a la fecha), Iván Rivas (2012 a la fecha), Jorge Ruiz Calvimonte (1979- 1992), Carlos Saavedra Bruno (1999 a la fecha), Iván Sanjinés (2010-2014), Luis Adolfo Siles Salinas (1982-1983), Óscar Soria Gamarra (1979-1988), Pedro Susz Kohl (1979 a la fecha), Armando de Urioste Nardín (2003-2007), Juan Carlos Valdivia Flores (2010-2013), Ximena Valdivia Flores (2007 a la fecha), Jerry Vargas Ugalde (1995-2007), Javier Zárate Taborga (2013 a la fecha)
Felicidades!!!
Todo un ejemploa seguir. ¡Felicidades!
Excelente Memoria de todo lo realizado
Felicidades y deseando supere el medio siglo
Es un artículo revelador y establece criterios que para muchos no solo son desconocidos sino que otros pretenden desconocer…
La Cinemateca fue y es una buena idea que principalmente explora y analiza, un gran aporte al intelecto boliviano.
Y uno se puede preguntar a veces, se perdió un crítico de cine y se ganó un presidente? Me refiero a Carlos Mesa, que hizo su contribucion al medio audiovisual, que posiblemente paso a un segundo plano en su vida, ya que ahora es mas conocido como politico e historiador. Entonces, puede decirse que la critica de cine sí perdió algo porque no son muchos los que se inclinan a esta labor en Bolivia, con esa profundidad y conexiones historicas, y su obra y la de Espinal descollan, pero la oportunidad esta ahí, un camino ya está abierto.
Felicidades por tan buen trabajo
Se podría haber echo mucho mas en esta ultima gestión, hace falta una nueva generación mas joven que se haga cargo de una vez, por méritos y no política.
¡Fellicitaciones! Debe haber pocos países en América Latina con ttal archivo cinematográfico! ¿Cuáles son los métodos de restauración? Han sido químicos hasta donde sé,Pero ahora un franco-peruano se graduó de doctor en Ciencias en País con una tesis sobre la restauración mediante las matemáticas. Profesor Mesa Gisbert,puedo estblecer el contacto si lo desea!
error en lo anterior,Debe decir «París» en vez de País!