Bolivia. Indígenas contra Indígenas (TIPNIS)

Publicado en El País de Madrid el 17 de septiembre de 2011

Más de mil quinientos indígenas marchan hace varios días buscando las alturas. Se han congregado decididos a defender el territorio ancestral que habitan, que es además un parque nacional en medio del gigantesco territorio amazónico sudamericano.

¿Por qué marchan? La razón es simple, el gobierno ha decidido construir una carretera que, de hacerse, partirá en dos ese parque nacional y su tierra comunitaria de origen.

Parece ser una más de las innumerables tensiones que se viven en el mundo entre las prioridades desarrollista de algunos estados, y el derecho de los pueblos indígenas sobre sus tierras. Pero no, este episodio tiene características muy particulares.

La amarga ironía para los marchistas que han reunido a casi una treintena de representantes de las naciones y pueblos indígenas de Bolivia, es que su Presidente se llama Evo Morales Ayma, indígena aymara. Morales, merced a la nueva Constitución aprobada en su gestión, ha cambiado el nombre del país que de República de Bolivia ha pasado a llamarse Estado Plurinacional de Bolivia conformado por treinta y seis naciones y pueblos indígenas, la gran mayoría naturales de las tierras bajas al norte, oriente y sur del país. Esto conlleva el reconocimiento de treinta y seis lenguas oficiales además del castellano.

En la última Cumbre de Cancún sobre el cambio climático de 2010, Bolivia fue el único país del mundo que se opuso al documento final, argumentando que era demasiado débil y que no mostraba una verdadera decisión de defender la madre tierra (pachamama en aymara). En ese contexto, el gobierno boliviano ha hecho una cuestión de fe de la difusión del “vivir bien” (suma k’amaña) que, según subraya, se basa en la relación armónica entre el ser humano y la naturaleza, filosofía indígena prehispánica en la que incluso los derechos de la tierra –según su lectura- son más importantes que los derechos humanos. Por otra parte, ha insistido muchas veces en que esa filosofía salvará a la humanidad como la única respuesta posible al consumismo y la explotación individualista de la tierra de la que es responsable Occidente.

Es bueno recordar que el gobierno de Morales, a pesar de haber sufrido en lo que va de 2011 una pronunciada baja de popularidad, tiene al frente a una débil oposición política después de haber doblegado a las poderosas elites económicas lideradas por empresarios agroindustriales de Santa Cruz (2008). Pero ciertamente nunca estuvo en la ecuación del presidente que se le abriera un flanco opositor en su seno, cuando la gran mayoría de los pueblos indígenas marchan opuestos a una de sus iniciativas. El mandatario que siendo sindicalista condujo combativas marchas a La Paz en defensa de la coca, es hoy interpelado por los pueblos indígenas de los llanos que le exigen que cumpla la Constitución que promovió y promulgó, que respete los derechos indígenas que ésta consagra, y que respete la obligación de hacer una consulta a las comunidades afectadas por su proyecto caminero.

Los ambientalistas, por su parte, critican la decisión arbitraria y desafiante del gobierno que insiste en que la carretera se hará “sí o sí”, contradiciendo la esencia de su discurso indigenista y radical en defensa del medio ambiente. A su vez, algunos economistas subrayan que el proyecto revela un espíritu de desarrollismo anacrónico, basado en la vieja premisa de que una carretera es por definición sinónimo de progreso.

El Parque Nacional y TCO indígena Isiboro-Sécure (por el nombre de los ríos que lo delimitan), conocido como TIPNIS, es un territorio que abarca casi 1.100.000 hectáreas, parte del territorio en el que al pie de la gran cordillera andina, nace la amazonía boliviana. Está situado casi en el centro del país, en los departamentos de Cochabamba y el Beni. En el habitan los pueblos Yuracaré, Chimán y Mojeño, comunidades que suman alrededor de 90.000 personas. Morales quiere construir allí una carretera de 306 km a un costo de 415 millones de dólares, cuyo objetivo es, dividiendo en dos el parque y los territorios indígenas, unir las poblaciones de Villa Tunari en Cochabamba (al sur) y San Ignacio de Mojos en Beni (al norte).

La Constitución boliviana es muy clara en una situación como la planteada. El artículo 2, les otorga a las naciones y pueblos indígenas el derecho a la autonomía, al autogobierno y a la consolidación de sus entidades territoriales. El artículo 30, especifica su derecho a ser consultados de manera obligatoria cuando el Estado toma decisiones que afectan a sus territorios. El artículo 347 reza: “El Estado y la sociedad promoverán la mitigación de los efectos nocivos al medio ambiente, y de los pasivos ambientales. Se declara la responsabilidad por los daños ambientales históricos y la imprescriptibilidad de los delitos ambientales”.

¿Por qué las incongruencias tan gigantescas ante estas reglas? La explicación es menos difícil de lo que parece. Uno de los ejes de la producción de coca en Bolivia está en el Chapare colindante con el TIPNIS, que comenzó a ser invadido hace algunos años por cultivos de la hoja aún en pequeña escala que con el nuevo camino podrían expandirse. Morales forjó allí su liderazgo político como secretario ejecutivo –cargo que aún ocupa- de las federaciones de productores de coca. Es su base social y política más dura. Por otra parte, la presión en la zona por parte de migrantes indígenas andinos aymaras y quechuas es incesante. El proyecto indígena del gobierno se apoya en la fuerza de los originarios andinos (91% del total de los indígenas de Bolivia) que controlan los hilos del poder gubernamental. El razonamiento de estos colonizadores del siglo XXI es muy simple: “Queremos la carretera para la habilitación y otorgación de tierras agrícolas en nuestro favor”. “¿Por qué -razonan los andinos- unos pocos miles de hermanos de los llanos tienen tierras comunitarias de cientos de miles de hectáreas, y a nosotros nos niegan unas pocas hectáreas (de propiedad individual) en un espacio tan grande”.

Especialistas ambientales no sólo afirman que la carretera provocará daños irreversibles a uno de los parques nacionales más emblemáticos, sino que saben que sentaría un precedente que puede ser terrible para el futuro de los parques de Bolivia, una de las naciones que cuenta con mayor biodiversidad en el mundo.

Detrás de este increíble escenario de enfrentamiento de indígenas contra indígenas en el primer Estado Plurinacional de América, está un jugador poderoso, Brasil. Su banco estatal de desarrollo y la empresa OAS, constructora brasileña, tienen la llave y el candado del proyecto. El 80% del financiamiento de la carretera viene del Brasil. Tal es la importancia del tema que el ex presidente Lula estuvo en Santa Cruz en los días en que comenzó el conflicto, y en Brasilia ya se han prendido las alarmas. El tema que ha cobrado repercusión internacional desafía a la presidenta Rousseff en dos dimensiones. La cada vez más compleja relación bilateral por la incidencia de la droga originada en Bolivia con destino a Brasil y la vocación ambientalista de un gobierno que sabe muy bien de conflictos de esa naturaleza en su propio territorio y que tiene además la intención de construir tres grandes presas hidroeléctricas en el río Madera (una de ellas en territorio boliviano), en el que desemboca toda la gran cuenca amazónica de Bolivia.

Los indígenas que marchan en defensa del TIPNIS y exigen que la nueva carretera en vez de cortar el parque como un pastel lo bordee, cuestionan la retórica del gobierno del presidente Morales, lo desafían a responder sobre su verdadera concepción del desarrollo, y a demostrar si gobierna defendiendo y promoviendo los derechos de todos los indígenas, o es, por el contrario, el líder excluyente de los indígenas de las alturas que lo entronizaron el 2006 en una impactante ceremonia en Tiwanaku, símbolo del poder de un imperio pre inca que no conocía la existencia del gigantesco Amazonas.

Morales puede derrotar a los indígenas y hacer la carretera por donde quiere, o ceder y construirla sin afectar el TIPNIS, pero la herida está ya abierta y es profunda.

14 comentarios en “Bolivia. Indígenas contra Indígenas (TIPNIS)

  1. Estimado Carlos,
    Quiero darte las gracias por el análisis que hiciste al tan hablado problema del TIPIS. Vivo en Rusia y trato de seguir de cerca las noticias del país pero, en nuestros periódicos nadie hace un análisis sobre este problema, leí tu trabajo con mucho interés y me permitió tener una visión más amplia sobre el tema.
    Por otra parte, me gustaría saber tu opinión sobre el programa político del MAS denominado “socialismo comunitario”.
    Saludos,
    FFB

  2. Aqui nos bloqueamos todos contra todos.

    Nos ponemos orgullosos e inflamos el pecho al ver como hacemos un PARO contundente de 24 horas (aqui el tiempo no es dinero, es regalia politica en pérdida de muchos), pero para nuestras autoridades paceñas es un triunfo la unidad bloqueadora.

    Quisiera ver algun dia un paro contundente, pero con descuento de haberes a los funcionarios de los Ministerios, Alcaldias, Magisterio, Salud, Bancos etc. haber cuantos son patriotas paceños.

    Mientras los chinos comunistas tienen previsto gastar 2 mil millones de dolares!!!, solo en ferrovias, ojo solo en ferrovias . Hicieron el segundo más grande aeropuerto del mundo en tiempo record otorgando licencias ambientales sin «chistar» dijeron que se dañe!! el medio ambiente.
    Todavia tienen 300 millones de habitantes en extrema pobreza, imaginen si bloquearan el progreso entre ellos, cuantos millones más serian los miserables.

    Esito seria mi desahogo

  3. Distinguido Don Carlos Diego Mesa:

    Sin di¡uda lo reprochable del presidente es la falta de consecuencia a lo que el mismo ha reclamado, por un lado, lo manifestado en la cumbre de Camcun, defender el medio ambiente y la biodiversidad, una carretera en esos territorios propiciaria entre otras muchas taras del desarrollo, la deforestación, por falta de politicas e inconsecuencia en hacer cumplir las leyes; para afirmar esto me baso en hechos verificables la subida del precio de la madera, muchas de las especies maderables en Chuquisaca, Santa Cruz estan desapareciendo, de no imponerse medidas de protección, estamos destinados a consumir el aglomerado y cartón prensado proveniente de China.

    Esta demás criticar la inconsecuencia con la constitución política del Estado plurinacional, las deciciones deben estar en las naciones indígenas, creo por eso cambiamos de denominación como país de estado a nacion plurinacional.

  4. Don Carlos usted no citó el art. 30. Que dice: La constitución boliviana dice: «se garantizará el derecho a la consulta previa obligatoria, realizada por el Estado, de buena fe y concertada, respecto a la explotación de los recursos naturales no renovables en el territorio que habitan” (art. 30).
    Pregunto; Una carretera ¿es un «recurso natural no renovable»?
    Por otra parte, En el TIPNIS, hoy por hoy existe la ilegal explotación forestal, y la casa de aves y animales con y sin la la venia de los grupos indígenas que habitan el lugar.
    Realmente ¿están ellos protegiendo el ecosistema?

  5. Evo no entiende hasta ahora que no podrá mas construir la carretera. Todo el pueblo boliviano freno el buldócer de Evo. Tiene miedo de asumir sus actos, todos sabemos que el dio orden a represalias de los indígenas. Era claro. Le dio pena la “bienvenida” a su canciller, que lo obligaron a abrir el cerco que ellos mismos del gobierno lo han puesto. Se enojo por el trato a su funcionario y ordeno desde avión a eliminar la marcha.

    Evo como un asesino profesional grita: -Donde está el muero? Que no lo veo! Tráiganme y ponga a la mesa! Si no hay cuerpo-no hay delito!

    Y las muertes de 4 niños en la marcha-no le basto para ir y dialogar con los marchistas? Es precio muy poco para que “Su Majestad” tenga pena y piedad y baja desde el cielo para arreglar las cosas con su pueblo? 41 días es poco para pensar, reflexionar, encontrar la movilidad y avión para llegar a la marcha con indígenas? Evo con métodos de fascistas decidió hacer a los marchistas el bloqueo hambruna, quitando agua, comida, medicamentos. No le dio pena ni las embarazadas, ni pequeños niños, ni marchistas de avanzada edad. Evo que llego al poder con 70 muertes de octubre negro, cuando mando delante de los rifles a muchos campesinos y obreros, mostro otra vez su crueldad, su sangre fría delante de desgracias ajenas y muertes ajenas. Dictador y fascista. Con pretexto de terrorismo el mete a los cárceles sus oponentes políticos. Cuando hay presos políticos, hay dictadura!
    Urgente referéndum revocatorio!!!!

  6. Carlos estamos esperando que se pronuncie sobre el acontecer actual.
    usted como lider de opinion tiene el deber de hacerlo
    el gobierno tambalea sin cambiar de actitud y esperamos sus comentarios, no se deje amedrentar

  7. La interrogación que tengo respecto a este tema y tus comentarios son como encaró usted este asunto de la carretera en su Gobierno? Ya que esto de la carretera viene de mucho tiempo atrás, pasando por su Gobierno que según tengo entendido habría firmado la aprobación sobre la construcción de la carretera?. Respecto a sus opiniones que hizo usted cuando tenia poder, respecto a esto?

  8. Estimado Carlos, permítame hacerle la siguiente pregunta: Es Bolivia, un país ingobernable?
    Tal como comentó «gustavito», en nuestro pobre país se bloquea y se hacen paros por todo y por nada. Nos caracterizamos por inmolarnos sin tener la certeza de que si esta razón es buena o mala.
    Aun no me cabe en la mente que los pobladores no quieran una carretera que una a los pueblos y luego a las ciudades. Solo los empresarios mineros de la era del estaño hacían vías camineras exclusivamente para facilitar sus exportaciones ––los pueblos aledaños se beneficiaban por sus efectos colaterales––. En estos tiempos, las carreteras no se hacen con un fin exclusivo, pues los gobiernos cambian y ahora los pueblos tienen voz y, probablemente, los nuevos gobiernos pertenezcan al otro lado del espectro político.
    Me parece, por lo que leo en la prensa, que todo esto esta siendo manipulado por la oposición. Lo del TIPNIS es el gran pretexto para que mucha gente «que odia a Evo Morales», sea participe de esa campaña a nivel mundial para desacreditar al actual presidente y, lamentablemente, al pueblo boliviano en conjunto. Lo digo yo porque vivo en el exterior y mucha gente me pregunta: Por que no quieren que se construya carreteras, si eso favorece al desarrollo? Y, que les puedo decir?: «… lo que pasa es que los indígenas originarios ––que nunca vieron un televisor–- tienen en muy alto grado los conceptos modernos de cambio climático, la preservación del medio ambiente, el calentamiento global». Con seguridad pensaran que trato de tomarles el pelo.
    Estas campañas anti-Evo, como las que aparecen en su blog (comentario de «por el TIPNIS y su gente») y en las redes sociales, tienden, principalmente, a desinformar a la gente. Se hace énfasis en el aspecto emocional antes que una reflexión critica. Se llega a la gente mediante su subconsciente, para plantar, en ellos su adhesión a la marcha y los marchistas.
    Con seguridad, en ese grupo de marchistas, hay gente que camina solo por confraternidad, porque les han hecho creer que una vez que haya la carretera perderán sus propiedades, los cocales arrasaran con sus actuales sembradíos, que serán explotados o esclavizados, etc. etc.
    Bolivia, el país del eterno «me opongo».
    Saludos

    • Es necesario aclarar que es “el subjetivismo de ese liderato” —rechazado en reiteradas elecciones y desplazado por la mayoria de la población votante de Bolivia— el que quiere lograr que se maten entre indígenas. Lo demás, es auto-engaño de los desplazados, o como bien se puede reiterar con Hugo: Se (quiere) llegar a la gente mediante (la manipulación de) su subconsciente, mientras se siga manejando la mediatización de la reflexión crítica de la población siguirán desacreditandose los líderes de opinión “nominal”.

  9. Estimado Carlos:

    Lo del TIPNIS es sólo un pretexto. Además no creo que el parque Isiboro – Sécure existan 90.000 personas. Yo hice un diagnóstico de los Yuracarés en octubre del año 2008, No pasaban de 2400 habitantes. el 95% de las comunidades viven a orillas de Río Chimoré; los otros indígenas no cre sumen la diferencia de los 90.000. (Si mal no recuerdo todos los Yuracarés no pasan de 34 comunidades hubicadas sobre el río Chimoré). Las necesidades más sentidas son la falta de servicios básicos (Agua potable, Salud, Educación, Vertebración caminera, Electrificación). Los Yuracarés (los dirigentes) al ver éstas necesidades vieron por conveniente realizar sus caminos con las empresas madereras. A cambio de un kilómetro de apertura (sólo senda con tractor), el empresario maderero podía explotar una ó más hectáreas de Troncas. Hacen sus caminos a cambio de talar árboles con los empresarios madereros. En el río se desplazan en canoas con motores fuera de borda. Para conseguir el combustible (gasolina) para sus motores fuera de borda tienen que hacer peripecias.

    • La cifra responde a la totalidad de los tres pueblos indígenas concernidos. La referencia es a las «naciones» en su totalidad, no sólo a los habitantes del espacio del parque. La idea era dar a los lectores no bolivianos una idea de la dimensión demográfica global.

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