40.000 tuiteros siguen mi cuenta de Twitter. Lo destacdo porque es la cuenta individual de un boliviano con mayor número de seguidores. A cualquier extranjero que lea esta entrada, la cifra le parecerá relativamente pequeña, de hecho lo es, pero 40.000 seguidores en el todavía pequeño circuito tuitero boliviano es un un buen indicador.
Como dato, hasta hoy he enviado 10.285 tuits.
Sigo 300 cuentas.
La evolución del Twitter en los últimos meses ha sido espectacular, la incorporación de enlaces de texto, de imágenes y de vídeos es cada vez más frecuente. Diría que se da en más de la mitad de los tuits que se envían, lo que le da una dinámica extraordinaria y nos da un acceso a la información al instante que no tienen parangón y es difícilmente comparable con el resto de los mecanismos existentes en las redes sociales.
Demanda tiempo, es cierto, pero sobre todo respeto por los otros, a pesar de las críticas y las discrepancias que recibo (en la mayor parte de los casos, sobre todo, las descalificaciones y los adjetivos hirientes de cuentas que tienen menos de 10 seguidores), siempre compensadas por la buena onda de la mayoría de mis seguidores. Si al comenzar mi andadura tuitera, el 100% de mis tuits eran desde mi PC, hoy reparto mitad y mitad entre mi computadora y mi celular
No puedo ni pretendo compararme con políticos o figuras públicas de otros países. Sería ridículo, jefes de estado o políticos relevantes de América Latina, superan los millones de seguidores o cuando menos el cuarto de millón o el medio millón.
Sé también que tengo seguidores pasivos o quizás algunos que no son reales, si ese hecho se da, no tiene nada que ver ciertamente con manipulación alguna de mi parte. No tengo el menor interés en mostrar más repercusión de la que realmente genero. No me mueve interés político o mediático alguno. Hoy, simplemente disfruto tuiteando.
Gracias a todos
Carlos Diego de Mesa Gisbert 
Es bueno saber que existe en bolivia personas que usan adecuadamente este medio de difusión de posturas e ideas; más aún si se trata de personas que como usted valoran el impacto social de la red. Con seguridad es difícil recibir críticas, eso nos toca a todos, disfrutamos de los elógios pero no de la crítica, sería raro que alguien pueda disfrutar de la crítica, más raro si es crítica destructiva «mala onda», el valor de la crítica será otorgado por quién absorva la idea y pueda replicar reflexivamente, dicho de modo sencillo, la respuesta a la crítica nos enseña en la medida, que podamos dar lugar a las ideas «buena onda», interpretarlas y amplificarlas a tráves de cuentas de alcance masivo como la suya. Trabajemos proactivamente y contribuiremos a construir una opinión pública de verdad.
Felicitarlo nuevamente ex-presidente Mesa, por el buen uso que le da a los medios libres de comunicación masiva por Internet. Ciertamente es un privilegio poder seguir de cerca a aquellas personas que trabajan desinteresadamente por Bolivia.
Me imagino que posiblemente su blog recibirá más visitas o su número de seguidores en twitter se incrementará a medida que se vaya desarrollando el tema de la reivindicación marítima boliviana. Sea o no el caso, y estando seguro que usted lo tiene muy claro, recordarle la precaución que se debe tener con este tema en su difusión masiva pero sobre todo al conceder entrevistas a medios como CNN Chile, el diario La Tercera, u otros por el estilo.
Históricamente los bolivianos hemos pecado de ingenuos, ejemplos abundan, y nada raro que tenga que enfrentar preguntas elaboradas de mala fe. El canciller Muñoz ha demostrado ya estar en una posición inamistosa dispuesto a usar cualquier cosa que usted diga en nuestra contra por más que de el mínimo margen para hacerlo. Al margen de que su labor sea la de informar, muy probablemente personalidades Chilenas no se abrían a dar entrevistas a medios Bolivianos en este tema dado que están atrincherados en ese único argumento que el tratado por ser anterior al pacto no puede tocarse, el resto ni lo mencionan.
Es claro que la posición Boliviana es de unidad, en contraste con una posición dividida y llena de contradicciones en Chile. La última contradicción es que el agente Chileno que defiende a su país, Chile, en la Haya haya decidido participar (y a la cabeza) de un juicio en contra de su propio país, Chile, que le hacen privados (nada menos que para defender cobros excesivos a la población). Es decir defiende a Chile por un lado, y le ataca por el otro. No les interesa su patria ni su pueblo, ponen el dinero por encima de todo eso.