Como parte del Centro Carter y los Amigos de la Carta Democrática Interamericana (integrado por más de 40 ex jefes de Estado y ex ministros del hemisferio), estuve entre el 30 de octubre y el 2 de noviembre de 2013 en Tegucigalpa, en una misión de alto nivel político haciendo un seguimiento de la preparación de las elecciones presidenciales, legislativas y municipales de Honduras.
Nuestra misión inicial estuvo integrada por Marcelo Varela y Dardo Rodríguez (representante residente) y yo. Es parte de tres visitas que contarán también con la presencia del expresidente de Panamá Martín Torrijos y Jennifer McCoy alta ejecutiva del Centro Carter.
El proceso electoral hondureño es importante porque después de la crisis de 2009 (la acción militar-legislativa que obligó a dejar el poder al Presidente Manuel Zelaya), se ha generado en el país un proceso que probablemente romperá la tradición histórica de dominio bipartidista entre el Partido Liberal y el Partido Nacional. La creación de LIBRE, un nuevo partido bajo la conducción del expresidente Zelaya y la candidatura presidencial de su esposa Xiomara, quebró al Partido Liberal e incorporó en su seno a grupos de izquierda. A su vez, nació el Partido Anticorrupción bajo el liderazgo de Salvador Nasrala, un popular presentador de Televisión (especializado en programas deportivos y presentación de concursos). El candidato del partido Nacional, hoy en el gobierno bajo el mando del Presidente Porfirio Lobo, es Juan Orlando Hernández y el candidato del Partido Liberal es Mauricio Villeda, hijo de un relevante presidente hondureño de los años cincuenta del siglo pasado.
La organización del proceso electoral esta a cargo del Tribunal Supremo Electoral, integrado por tres miembros nombrados por los partidos políticos principales. Las mesas electorales serán administradas por 18 miembros en cada mesa, dos por cada uno de los nueve partidos que compiten en el proceso.
En la búsqueda de una elección transparente, los nueve partidos firmaron un compromiso que garantice un proceso limpio y bien organizado. Una comisión de seguimiento del cumplimiento de ese compromiso, juega un papel fundamental en la fiscalización de un proceso en el que los partidos juegan un rol fundamental, no sólo como actores sino -en cierto sentido- como parte de la administración de la elección.
Es de destacar la muy importante y respetada presencia de especialistas bolivianos como Salvador Romero Ballivián (ex presidente de la CNE) que dirige la oficina del NDI en Tagucigalpa y Gustavo Aliaga. Ambos realizan una tarea muy importante en la coordinación de la Comisión de seguimiento del Compromiso.
Claudia Barrientos, también boliviana, es embajadora de la OEA en Tegucigalpa. La OEA y la Unión Europea tienen la tarea más importante de observación internacional de las elecciones y la OEA de auditoria en los simulacros de la elección en la que se incorporan scaners en las mesas de elección (más de 16.000) que recogeran las actas que serán transmitidas al terminal del Tribunal y distribuidas en el mismo instante a los equipos que cada partido tiene para hacer su propio seguimiento de los resultados.
Como puede hacer seguimiento al proceso electoral hondureño, mientras en su propio pais la democracia sufre una lenta y dolorosa agonia? El silencio es complice, no cree?
Si usted revisa este blog y lee los artículos que he escrito sobre el tema y la falta de sentido genuinamente democrático de este gobierno, tendrá la respuesta
Su blog y su criterio, pero su participationes sobre la cosa llamada Bolivia, a veces no son tan frequentes como sus la de sus viajes. Como digo su blog y su criterio, incluso de censura, pero en este ciclo electoral lo que falta es debate sobre el futuro que queremos.