
Presentación oficial de mi candidatura a la Vicepresendencia de la República en el Coliseo Don Bosco de La Paz
El 3 de febrero de 2002 me presenté oficialmente como candidato a la Vicepresidencia de la República y entré en política. Han pasado diez años desde ese momento que cambió mi vida para siempre. Recojo aquí fragmentos del libro Presidencia Sitiada (2008) en los que referí mis razones y mis sentimientos en esos días cruciales:
¿POR QUÉ ENTRÉ EN POLÍTICA?
Creo que porque me movía la idea de estar en el centro de las cosas y trabajar para moverlas y cambiarlas. El deseo de ser Presidente era algo que siempre había rechazado como una suerte de exceso, de desmesura, de pensamiento soberbio, pero que tomaba forma a medida que las voces de afuera insistían en que debía considerar esa opción. Si a lo largo de diez años ayudé a poner los cimientos para la recuperación de nuestra memoria en imágenes en movimiento y durante veintitrés años pensé el país y lo compartí con la gente a través de los medios de comunicación, me pareció que esta vez podría contribuir a Bolivia desde la responsabilidad mayor que es el servicio público.
La posibilidad de ser un servidor siempre me refería a la práctica más comprometida de la ciudadanía. Fue un proceso largo que me costó asumir y que requería de un impulso que recibí el 2002.
Rechacé en el pasado varias invitaciones. Mi primer no a la política lo di en enero de 1986, nada menos que a Víctor Paz a quien tanto admiraba, quien me propuso integrar su gabinete como ministro de Informaciones. Nunca hablé con él de ese tema, simplemente al día siguiente de la invitación le envíe una carta personal declinando el honor. Lo hice porque creía de verdad que no era mi vocación, ni estaba preparado para el cargo.
En años subsiguientes me invitaron a ser candidato vicepresidencial, candidato a alcalde de La Paz y candidato a senador, pero el “no” llegó más rápido que las propuestas. Estuve como “pre candidato” de Sánchez de Lozada para ser su acompañante en 1993, pero al final se decantó, creo que acertadamente, por Víctor Hugo Cárdenas.
Finalmente, la misma persona logró, nueve años después, convencerme de que me sumergiera en la política. Aguanté la respiración tres años y cuatro meses.
¿POR QUÉ ACEPTÉ SER CANDIDATO A LA VICEPRESIDENCIA?
Sánchez de Lozada me telefoneó a principios de enero de 2002. No había que ser demasiado avezado en las adivinanzas para saber que su aspiración presidencial tenía serios problemas y que necesitaba un compañero como vicepresidente, que más que un adorno pudiese revertir su imagen desportillada por la campaña en su contra, realizada desde dentro y fuera del gobierno en el periodo 1997-2001. En un contexto de diez o doce nombres, entre quienes recuerdo a Mónica Medina, René Joaquino y Ana María Romero, mi nombre aparecía con el mayor porcentaje de conocimiento, credibilidad y favorabilidad de voto.
Pocos días antes, Jorge Lazarte se había reunido conmigo para proponerme la conformación de un nuevo partido con mi candidatura por delante y su aporte “intelectual y organizativo” por detrás, para romper un sistema político enquistado en tres partidos y dos líderes, uno sexagenario y el otro septuagenario, que tras la presidencia de Jorge Quiroga no ofrecían ningún atractivo en el votante. Entonces, si bien no era la primera vez que la política me hacía guiños, el razonamiento de Lazarte coincidía con mi visión. Paz Zamora y Sánchez de Lozada eran historia, había terminado su ciclo político y lo prolongaban artificial e innecesariamente. El país estaba sediento de cambios, se necesitaba una nueva generación y se debía fortalecer una democracia debilitada y cambiar un modelo seriamente afectado por la recesión y la eclosión social. Finalmente, la respuesta al denominado modelo neoliberal comenzaba a aparecer, no ya desde la vieja izquierda marxista dogmática, sino a partir de liderazgos impensados, los cocaleros y el indigenismo radical, que poco a poco habían tomado forma en las algaradas callejeras en las grandes ciudades y en las poblaciones del altiplano y el trópico. Pronto definieron una respuesta dentro y fuera del sistema, que acabó derrotando a los partidos llamados tradicionales. Sería la política de las calles que dominó Bolivia en el despuntar del siglo XXI.
Cuando sentí sobre mí la sombra de la política hacia finales de 2001, pensé que si entraba, sólo podía ser en un proyecto en el que creyera y nunca en un cargo como el de vicepresidente. “El cargo más estúpido de todos”, pensaba y decía. Un cargo con un solo objetivo, el de la sucesión, con pocas atribuciones claras, a medio camino entre el Ejecutivo y el Legislativo, bastante desairado a lo largo de nuestra historia. Afrontaba además el alto riesgo de generar conflictos con el Presidente e impedía por prescripción constitucional, aspirar a la presidencia por diez años, los cinco del ejercicio del cargo y los otros cinco de la limitación legal. Nunca digas de esta agua no he de beber. ¡La bebí, y cómo!
¿Por qué si la lectura era ten evidente e inequívoca, le dije no a Lazarte? Porque en ese momento (fines del 2001) no me veía como político, no estaba entre mis intereses inmediatos. La verdad es que no tomé en cuenta a fondo la propuesta, ni siquiera consideré desafíos, costos y la perspectiva real de una eventual candidatura con sus posibilidades de éxito o fracaso. Pero si hacía política, estaba convencido de que la respuesta no debía estar fuera del sistema, porque pensaba que la propuesta de cambio del 93 todavía tenía oxígeno. Porque en muchos sentidos estaba atrapado por la historia, la fuerza de la tradición, porque la idea de continuidad como renovación desde dentro, me parecía posible y necesaria.
Por supuesto, esa era una lectura equivocada. Subestimé mis propias posibilidades y la potencialidad que estas me daban para encarnar el camino de un cambio por mi propia iniciativa y con un partido nuevo.
¿POR QUÉ LE DIJE SÍ A SÁNCHEZ DE LOZADA?
Cuando en 1993 llegó al gobierno con un triunfo contundente en las urnas, Sánchez de Lozada representó el momento estelar de la propuesta político-económica del modelo inaugurado el 85. La originalidad de su plan estaba en la combinación de elementos con aportes creativos absolutamente propios e inéditos en el contexto continental y aún más allá. Los pilares del programa: la Capitalización-Bonosol, la Participación Popular, la Reforma Educativa intercultural y bilingüe y la ley INRA, explican perfectamente lo incorrecto de definir sólo como neoliberal ese gobierno. Verlos por separado es simplemente insuficiente, juzgarlos como piezas sueltas no alcanza. Todo este ambicioso proceso no podría entenderse además sin la reforma a la Constitución en 1994, que incluye en su primer artículo el concepto de que el país es multiétnico y pluricultural. Ambas ideas de reconocimiento de los pueblos indígenas, de las diferencias culturales enriquecedoras del país e incluyentes, modificaron la concepción uniformizadora de la cultura y la visión de país que había impuesto la Revolución en 1952. La historia demostró que la capitalización tal como fue concebida y ejecutada fue un error (salvo el bonosol), pero las otras medidas han tenido una vigencia tal que se han continuado casi al pie de la letra en el gobierno de Morales, por supuesto negando que tal cosa ocurra e intentando con cambios de nombre y descalificaciones, desconocer que el gobierno del MAS es su heredero.
A todo ello se sumó mi razonamiento de que Sánchez de Lozada era el único de los políticos de ese momento con capacidad para resolver la crisis económica y dar respuestas inteligentes a una gravísima recesión que se había iniciado en 1999 y que todavía continuaba. En ese contexto, creí que mi compañero de fórmula podía tener arrestos, a pesar de sus 71 años, para vencer ese desafío, menos sugerente y más modesto en sus proyecciones que el de 1993, pero infinitamente más riesgoso.
Estos elementos me parecieron lo suficientemente fuertes como para apoyar un esfuerzo de reconducción del Estado, que yo no concebía como una forma de reproducción de los espacios de poder clásicos. Lo evidente, sin embargo, es que se ocultaba a mis ojos la profundidad de la crisis de Estado y la lógica de control del Ejecutivo en manos de unos pocos y la correa de transmisión de elites que se habían apoderado de la democracia de manera excluyente.
MI INICIACIÓN
La noche del domingo 3 de febrero de 2002, salí al escenario de la política. Un coliseo (el de Don Bosco en el centro de La Paz) repleto y pintado de rosado. Fue un encuentro con el destino, fue desgranar unos minutos en los que comencé a hablar con el corazón, con esa embriaguez extraña que te da el círculo de la gente que es como una gigantesca boca que te lanza un aliento espeso y profundo. Cuando pasé el umbral y escuche el tronar de las voces y el color intenso de las banderas y el íntimo e inmenso silencio de mi alma esperando, percibí en las venas más que en la mente que este era otro tiempo, que de pronto, sin apenas entenderlo, tenía otra voz y una nueva intensidad, que se había roto una mediación y que se abría una comunicación de piel distinta a la que había conocido.
El paso de la reflexión a la acción, de la distancia exigente y fría para el análisis al nervio del compromiso directo, se hizo cierto. Son dos riesgos y dos desafíos distintos y apasionantes. Mientras hablaba en esa noche fascinante y extraña, una suerte de entrega que parece – sólo parece – definitiva, que es como la cuerda tensa del violín de la que sale un sonido tan agudo que jamás pude soñar en mi garganta. Por un momento me hice ellos, fui de ellos. En cambio, delante de la cámara, el silencio. Me alimentaba de mi propia fuerza y activaba lo más profundo de mi mente, me entregaba de otra manera. En medio de la gente estalla todo. Eres la misma voz en otra voz.
Me volví a conocer, me reconocí quizás en una respuesta íntima. Era posible conectar dos percepciones en una sola, era posible hacer florecer la piel, desnudarla de la coraza gélida indispensable de lo intelectual. En esos pocos minutos entendí muchas cosas. Una fascinación, una forma seductora, un juego de abalorios peligroso, el vendaval veleidoso que hace que una misma masa te lleve al trono o al cadalso, porque la emoción es como un huracán que se lleva hasta la última brizna, a la gloria o al desastre. Dije entonces cosas que marcarían una visión de la política que poco tenía que ver con la realidad, que me mostró luego su cara descarnada. Por algo me había costado tanto aceptar la invitación de Sánchez de Lozada.
Pero en realidad esa noche de febrero estaba sellando el desastre de Gonzalo Sánchez de Lozada, de su partido, de un país que atravesó el infierno de febrero y de octubre para quedar exhausto y herido, revelando su hambre y su miseria y su miedo y sus odios y su inermidad de siglos. Levanté el brazo izquierdo y abrí la mano mostrando la palma y los dedos extendidos. El símbolo de una nueva forma de hacer política, de la independencia de alma y de mente, del compromiso con la Patria que me había dado todo lo que era. Me sumergí en las entrañas del monstruo, entregándole mi libre albedrío, mi libertad, mi vida.
No era una cuestión simple, era una cuestión de lealtad a mis ideas y pasiones, era una cuestión de fe construida en muchos años y que se apoyaba en una piedra angular mentirosa, la de un político que no había mostrado completamente su lado oscuro, que acabaría enterrándolo después del tiempo de la grandeza, de la utopía, de las grandes apuestas exitosas por consolidar una sociedad que había necesitado tanto y desde hace tantos años ideas nuevas y revolucionarias. Esa saga, la de Sánchez de Lozada, la del MNR, la del país, es una sucesión interminable paradojas, de aciertos, de equívocos, lecturas erradas e interpretaciones intencionadas, que a fuerza de repetirse se volvieron verdades, unas verdades que como todas aquellas manipuladas y utilizadas al servicio de una causa, terminan por contaminarlo todo, especialmente el pasado.
Que consejos y conclusiones sacó de todo esto. Tanto para quien se quiere iniciar en la politica como para quien desea llevar una vida más plena.
Que la política no es el único camino posible para trabajar en favor de la sociedad en que uno vive, pero que necesitamos políticos capaces de combinar la acción política en el más amplio y buen sentido del término con una mirada ética.
La determinación, la claridad de ideas y la certeza de un horizonte que alcanzar son características claves en ese compromiso
«Será legal o ilegal yo le meto nomás»
Hay personas que creen que la mayor parte de la población carece de los atributos necesarios para ejercer efectivamente el mando o detentar el poder; y por ese motivo delega, a través de formas diversas, la responsabilidad de la toma de decisiones en aquellos individuos, a los que consideran, especialmente dotados para hacerlo: los psicópatas, individuos que a partir de esa delegación se arrogan un derecho absoluto que consideran legítimo e indiscutible. Pero se ha podido demostrar que los psicópatas no son las personas mejor preparadas para detentar el poder ya que resulta que cuando los líderes politicos y de gobierno padecen transtornos psicopáticos acaban con la vida de muchas personas. Cuando los individuos con personalidad psicopática ocupan cargos de responsabilidad, la gravedad de las consecuencias de sus acciones están en relación directa con la importancia del cargo, no sólo debido a las repercusiones de los actos de quienes dirigen, sino al número de personas que se ven afectadas por sus decisiones. Esos dirigentes se consideran en posesión de verdades absolutas, ignoran y desprecian las opiniones mayoritarias de los ciudadanos que le otorgaron el poder, mienten y manipulan para conservarlo, y son totalmente insensibles a los sufrimientos que puedan derivarse de las acciones que promueven. Sólo prima en ellos el logro, al precio que sea, de los objetivos que se han trazado de manera inflexible.
El psicópata destruye cualquier forma de oposición interna y externa, y acaba usando el poder para destruir la vida de quienes deberia proteger, sus súbditos.
Para la psicóloga Cristina Rius “La resolución pacífica y civilizada de los conflictos debe ser el único camino a seguir, y aquellos dirigentes que dan la espalda a la opinión mayoritaria de los ciudadanos, que traicionan los ideales más nobles de los pueblos y precipitan a la civilización en el abismo de los tiempos más dramáticos y oscuros de la historia, deben ser neutralizados, relevados de sus cargos y sustituidos por personas que sean sensibles a las necesidades y aspiraciones de los seres humanos civilizados”.
Andy Warhol decía que a todos les llegan sus 15 minutos de fama. Carlos Mesa aprovecho ese lapso para abrir en Bolivia una Caja de Pandora.
Después de 25 años en periodismo, dieciocho en De Cerca, y 15 conduciendo informativos, con el más alto nivel de credibilidad, eso de los 15 minutos de fama…Lo de la caja de Pandora se abrió en 2000 con la guerra del agua. Toda simplificación es peligriosa
Señor Carlos Mesa, lo escuché, lo lei y lo ví desde 1983, incluso tengo varios programas y documentales suyos, por lo que -sin entrar en la alabanza lluk’a- de muchas maneras moldeó mi forma de compreder la política y la historia de nuestro país, es decir ayudo a construir mi opinión. Por eso me pareció un exceso su decisión de acompañar a Goni, usted estaba (está) para más, quizá lo ideal hubiera sido fundar un partido con Lazarte y otros intelectuales, que hoy por la situación política, o emigraron del país o simplemente está enclaustrados en la academia. Digo esto, porque si el MAS ganó las elecciones del 2005, fue porque la sociedad no encontraba otra respuesta a su circunstancia, a su conflictividad, el MAS capitalizó la bronca popular, las demás opciones representaban al pasado y el pueblo quería cambio, entonces en el país de ciegos, el tuergo es rey. A pesar de todo, aún soy optimista y creo que Bolivia puede tener un mejor destino, a la cabeza de personas como usted, con honestidad, claridad y sobre todo compromiso.
Ex-presidente, luego de esta experiencia, esta listo para volver a la arena política em 2014?.
Vd, cree que hay gente que está echa para vivir en ese Leviatán de la política a la que se refiere cuando habla de esas masas abrazadoras y atormentadoras al mismo tiempo?, mientras que a los que no tienen intenciones mezquinas y calculadoras solamente les resta esperar y/o encontrar otro camino para construir ese tipo de política alternativa y desconocida incluso por las masas al menos en su vertiente práctica, más allá de lo exquisitamente retóricos que seamos a veces con el ideal de país que soñamos? Finalmente, no se arrepiente de no haber aceptado la propuesta del señor Lazarte?, saludos y felicidades por esos 10 años.
Las masas son fascinantes pero peligrosas, te embriagan pero igual que un día te siguen a donde sea que las lleves, al otro pueden aplastarte y destruirte
Y a raíz de este comentario; cuestiono: por qué en su momento decidimos jugar a la demagogia?.
Embrios de poder o por la `populariad´?
Yo siendo tú me cortava las «guindas» por ese día en que te pusiste la camiseta rosada.
Hoy serias el legitimo representante de las clases medias a nivel nacional. no se si serias un vencedor pero tendrias gran oportunidad.
Pero como dicen por ahi quien esta vivo debe luchar.
Señor Mesa: He leido casi todos sus documentos de todo orden, tengo muy clara su posiciòn personal, mi criterio es que Ud. es responsable de lo que estamos pasando con el MAS en el gobierno. Se acuerda de su discurso del 17 de Octubre en el congreso, aprendi de memoria sus palabras» no podemos hoy mirar a Bolivia sino miramos a quienes durante siglos han sido excluidos, y si no miramos en la lògica de darles respuesta a aquello que no es otra cosa que una legìtima presencia, una damanda y un legìtimo derecho de ser de verdad ciudadanos de primera en un pais entre iguales y Bolivia no es todavia un pais entre iguales.» basta esta parte de su discurso de ese dia porque al siguiente fuè a El Alto para acercarse a la gente. Pertenesco al MNR desde el año 53 por recomendacion del Dr. Paz
Por tanto se darà cuenta quien soy. Ud. acepto la invitacion de Sanchez de Lozada a nombre de mi partido. Ud. asumio la responsabilidad de la Vice- Presidencia. Por tanto hasta aqui esta bien. Ahora lo malo lo feo lo criticable, es que Ud,, deberia haberse marchado del gobierno con quien le invito y no quedarse para luego hacer lo que hizo.La traiciòn una vèz mas en el cerebro maquiavelico para que ….? Ud. tiene la respuesta. No hay peor persona que aquella que muerde la mano de quien se la dio.No soy amigo de S de Lozada no fui seguidor de aquellas personas que compran partidos para beneficio personal alejandose de programas propios de un gran MNR. Hasta aqui no quiero derramar mas bilis en esta tarde gris mejor es que no hablemos de este tema. Ud. tiene todas las cualidades de informador, critico politico, economico social, cultural, alli deberria haber continuado y tendriamos un personaje de alto nivel periodistico como hay en Argrentina mexico etc. hemos perdido sus cualidades personales para las cuales Ud. fuè convenientementre preparado, Ha perdio nuestro pais y Ud.. no se que habra ganado con esta experiencia personal, sin contar claro la vanidad de vanidades, como dijo el Rey Salomón. . .
El tiempo vuela y las acciones quedan, despues de leer sus reflexiones, considero que todavia se puede hacer mucho. Todo es ciclico y no necesariamente repetitivo. La decision/actitud termina por marcar la diferencia, medite la posibilidad de reencausar sus acciones hacia un camino tal vez ingrato, pero altamente gratificante como es el participar en política. Si bien la politica tiene sinsabores -Como usted los vivio-, tambien sabe que todo es posible y que los mejores dias depende de nosotros y de nadie mas. La indiferencia/comodidad no marcara la diferencia en estos tiempos. Nadie cambia si no siente la necesidad de hacerlo, por eso reitero mi vision de que usted asuma una actitud reaccionaria/pública que genere en la opinion publica REFLEXION sin perder de vista que los errores cometidos/reconocidos en el pasado pueden ser corregidos
Estimado Señor Meza:
Su problema es que usted es Manco!!
Dios tiene mano izquierda. Creo que Dios tiene una hermosa mano derecha con la cual nos lo da todo. Nos da la vida y la riqueza y muchas cosas hermosas. Sin embargo, cuando nos portamos mal, utiliza su mano izquierda y nos manda terremotos, huracanes, enfermedades, etc. En otras palabras, Dios puede premiarnos pero al mismo tiempo puede castigarnos.
Salvando distancias, creo que un gobernante debe tener también ambas manos. Debe ser generoso y darle todo a su pueblo. Pero si algunos ciudadanos del pueblo se portan mal, debe tener la capacidad de castigarles para mantener el orden e imponer el orden haciendo todo lo que sea necesario para conseguirlo.
Yo lo veo a usted como a Cervantes. Es superdotado con su mano derecha. Con esta mano tiene la capacidad de escribir un Quijote, ver lo correcto y hacer lo bueno para un pueblo. Sin embargo, lamentablemente no tiene mano izquierda. Durante su gobierno no supo decir NO a nadie. En un abuso de mano derecha le dijo SI a todos y por todo. Fue incapaz de imponer el NO cuando así había que hacerlo.
En lo personal tengo una gran admiración por dos de nuestros presidentes: Victor Paz Estensoro y Wálter Guevara Arze. Los menciono porque entiendo que usted coincide conmigo en admirarlos. Desde mi humilde punto de vista, ellos fueron unas grandes ambidiestros. Sabían dar y quitar; premiar y castigar. Una frase que siempre me gustó de Paz Estensoro es: «que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha…».
Su mano derecha, mi estimable señor Meza, en mi opinión es mucho mejor que la derecha de estos grandes presidentes. Quizás es la mejor mano derecha que ha tenido Bolivia. Pero lamentablemente usted no tiene mano izquierda. Creo que usted, siendo un superdotado de la mano derecha, no tiene lo que hay que tener cuando alguien se merece un castigo. Con esta su ausencia de mano izquierda, estoy convencido, no se puede gobernar un país, y menos desde luego, Bolivia!
Mario Galindo
Señor Mesa, he leído mas de una vez lo que escribe y no he podido presionar «me gusta» y no sé por qué.
Lo que si me gusta mucho es la respuesta que da a la primera pregunta que le hace Jazz Inda. Usted responde: «Que la política no es el único camino posible para trabajar en favor de la sociedad en que uno vive…» Esta frase, me hace admirarlo señor Mesa. Muchos que se inician en la política, no logran apartarse nunca más de este rol y alienandose en la política, pierden de vista a la sociedad, usted por lo contrario, puede ver otros caminos para servir a la sociedad boliviana.
De su gobierno, no puedo decir que recuerde de ese periodo, algo especialmente positivo para el país, sin querer con esto poner la responsabilidad en usted exclusivamente. Sin embargo a usted si puedo recordarlo como un gran intelectual que ha contribuído muchísimo a la sociedad boliviana y que continúa haciendolo y generando sinergias.
Me bastaría con que lo recuerde como un ejercicio de ética en política y como un gobierno que hizo cuestión de Estado de reposicionar y defender la vigencia de los DDHH, consolidando la idea del valor sagrado de la vida de nuestros compatriotas.
Nuestros otros trabajos como salvar la crisis económica, modificar la Constitución, iniciar una política nacionalizadora de los hidrocarburos y apostar por las autonomías fueron, creo, parte de una acción siempre sujeta a opiniones diversas y visiones ideológicas diferentes
Señor Mesa, en esto tiene usted toda la razón, en su gobierno no se pasó por encima de los DDHH, y eso es una muestra de que sí se puede hacer política con ética.
Es que era un gobierno pasajero pues, tenia alas cortas,
Miles de disculpas a quienes aman nuestra grandiosa patria.
De lo leído, mucha palabrería, mucho lirismo, mucho argumento pero en el fondo nada, dado que quien tiene memoria de lo sucedido del antes, durante y después del señor Mesa, los resultados fueron totalmente contrarios a los intereses de los bolivianos, de los dichos a los hechos nada coherentes.
Cuando alguien interpreta, que hubiera sido o era su tiempo, quizá si tengan razón, pero reitero ERA, pues hoy eso ya no es posible.
Pero debemos reconocer que no todos tenemos totes de primer mandatario, pero el señor Mesa tuvo su tiempo y simplemente ya paso.
Siga en su desempeño de profesional, y gracias por sus argumentaciones convenencieras que solo quedan en ello.
Los bolivianos tenemos clara visión de los serviles a partidos políticos del pasado, y de ello deben quedar simples estrados históricos de la historia boliviana para recordarnos el cómo no se ama a esta grandiosa patria.
Lamento tanto indicar todo esto, pero las cosas deben llamarse por su nombre!
Señor Carlos Mesa, creo que de verdad es usted una buena persona pero lamentablemente por haber formado parte del gobierno del personaje más antinacional, vende patria y vende recursos naturales usted no es alguien que puede hacer nada para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos del país. Gonzalo Sánches de Lozada que se ha educado en los estados Unidos como Jorge Quiroga Ramirez Doria Medina y otros son solamente empleados del Nuevo Orden Mundial y usted lo sabía cuando decidió postularse y luego convertirse en vicepresidente de la República. Todos ellos responden y siempre lo harán a intereses del capitalismo salvaje que impulsan los banqueros de orígen judío dueños de Wall Street en los EEUU, banqueros como los Rockefeller o como los Rotschild que son dueños amos y señores de prácticamente toda la Reserva Federal de los EEUU, y Barak Obama así como también los demás presidentes como de Francia Alemania e Inglaterra son meramente administradores de esos gobiernos y quien realmente tiene el poder detrás del escenario son los truillonarios judíos en una alianza con la francmasonería mundial y con el Vaticano. Esa es la única verdad. Ellos financian a ambos lados del espectro político sean izquuierdas o derechas como les gusta decir al vulgo. Sabemos que el JEFE de Evo Morales y financiador de su campaña política del año 2005 fue el judío húngaro-norteamericano George Soros, que se adueño también como recompensa la mina San Cristibal de Potosí mediante su Empresa Apex Silver que después se unió con la Sumitomo japonesa tal como lo decidieron los miembros de la Comisión Trilateral de Rockefeller. Estos tipos dueños delas empresas transnacionales se repartieron las riquezas naturales del mundo, y usted en su momento cuando tuvo la oportunidad de cambiar algo, no lo hizo. Mi pregunta es ¿porqué no lo hizo?
Atte. juan_romeo7@hotmail.com de La Paz
La respuesta es. Lo hice.
1. Cambié la Constitución e incorporé la Asamblea Constituyente, el referendo y la posibilidad de agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas de participar en elecc. sin partidos políticos.
2. Convoqué y ganamos el referendo de hidrocarburos que nacionalizó el gas en boca de pozo, refundó YPFB e incrementó los impuestos de 27% a 53%.
3. Convoqué la Asambles Constituyente.
4. Convoqué a elección directa de prefectos
estremadamente intrigante y quiza veras , en mi opinion pienso que el pueblo boliviano deberia ver la politica desde un angulo mas amplios buscando medios quiza mas veraces para enterarse de su misma realidad y no solo caer en los sensacionalismos que ofrecen como noticia los medios de comunicacion hoy en dia , quiza hoy sea el dia en que usted para mi deje de ser el que pago los platos rotos de goni y pase a ser el unico que trato de encarar lo que esta detras del velo oscuro de la politica boliviana y para terminar mi comentario talvez encuentro propicio decir que la larga labor que desempeño todos estos años es algo mas que loable bolivia devera mucho a su memoria algun dia
joz