20.000 seguidores en twitter es un privilegio en Bolivia, sobre todo si se trata de la cuenta individual generada en el país con más seguidores.  A cualquier extranjero que lea esta entrada, la cifra le parecerá muy pequeña, y de hecho lo es, pero 20.000 seguidores en el aún limitado circuito tuitero boliviano es una marca, especialmente en el perfil de mis tuits.

Me atrevo a decir que el twitter es, de las redes sociales, la que tiene más futuro y la que se impone para una comunicación instantánea, no sólo de opinión y por supuesto de consideraciones personales y anecdóticas, sino de información que es probablemente la que se genera y recibe con mayor inmediatez de todas las que hay hoy en la red. Parecía en su origen un espacio de jóvenes, pero no lo es, parecía un espacio restringido a ciertos temas, pero no, es universal. Cada uno encuentra su “nicho”.

Demanda tiempo, es cierto,  pero sobre todo respeto por los otros, a pesar de las críticas y las discrepancias, siempre compensadas por la buena onda de la mayoría de mis seguidores. Poco a poco he ido aprendiendo a usar el twitter como debe ser, a través del teléfono inteligente y no sólo en la computadora personal. Su ubicuidad y flexibilidad es simplemente espectacular.

Hay que subrayar que en comparación con los seguidores de figuras políticas o mediáticas de otros países de América Latina, el número de 20.000 es simplemente insignificante, pero no lo es para nuestro contexto local.

Sé también que tengo seguidores pasivos o quizás algunos que no son reales, si ese hecho se da, no tiene nada que ver ciertamente con manipulación alguna de mi parte. No tengo el menor interés en mostrar más repercusión de la que realmente genero. No me mueve interés político o mediático alguno. Hoy, simplemente disfruto tuiteando.

Gracias a todos