Nuestra Dramática Realidad Exportadora

 

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Si hacemos un recuento de la evolución de nuestros ingresos por exportaciones desde la Revolución de 1952, encontramos un comportamiento sino errático cuando menos dispar. Las razones no son muy difíciles de adivinar; la combinación de algunos factores muestran una debilidad estructural de nuestro aparato productivo: dependencia extrema de la monoproducción primero y muy modesta diversificación después; una segunda dependencia, consecuencia de la primera, es la fluctuación de precios internacionales de las materias primas completamente ajenos a nuestra decisión, referida a veces a dramáticas crisis globales y a veces a procesos de especulación calculada.

Si bien es verdad que Bolivia hizo esfuerzos para romper el dogal de la monoproducción –el Plan Bohan de 1942 fue el arranque de esa filosofía-, no fue sino hasta la década de los años sesenta del siglo pasado que se lograron algunos avances para que una torta exportadora anclada inicialmente en la producción minera, pasase a compartir a mitades los ingresos con los hidrocarburos (contrato de venta de gas a la Argentina firmado por Barrientos y ejecutado por Banzer desde 1972). El siguiente paso fue el de la producción agroindustrial que después de varios ensayos encontró en la soya un producto clave (para el que la Comunidad Andina fue un factor central de apertura de mercados). El objetivo de la diversificación fue –sin duda- una combinación entre iniciativas estatales como la construcción de infraestructura y una política de subsidios de combustibles -entre lo más evidente- y una vigorosa iniciativa privada que estuvo dispuesta a apostar en inversiones de riesgo.

El resultado, sin embargo, no es alentador. En setenta y cinco años no hemos sido capaces de romper la extrema dependencia de la exportación de materias primas, algunas de ellas con valor agregado pero sin resolver lo básico, un total dividido en tres pedazos: el gas que representa casi el 50%, los minerales que significan el 32% y las mal llamadas exportaciones no tradicionales que alcanzan al 20%. Los cinco principales productos de este último sector son: soya y derivados (9% de las exportaciones nacionales), castaña (2%), quinua (1,3%), joyería (1,3%) y madera y sus manufacturas (0,7%) (datos a agosto de 2015).

Si comparamos esta composición con la de los años noventa del siglo XX cuando se apreciaba ya el esfuerzo por la diversificación, el panorama era aparentemente muy distinto. En 1994, por ejemplo, los productos no tradicionales representaban el 47%, los minerales el 37%, los hidrocarburos el 10% y las sui generis “reexportaciones” el 6%, sobre un modesto total de 1.125 millones de dólares. ¿Qué había ocurrido? ¿Habíamos roto nuestra dependencia de las materias primas? No. Declinaba la exportación de gas a la Argentina por una depresión de precios y la proximidad del fin del contrato de entonces. No se habían descubierto las reservas que hicieron posible la exportación a Brasil (en 1994 las reservas probadas de gas eran 2,97 tcf) ni se había construido el gasoducto a San Pablo. Cuando el contrato de exportación se concretó (Paz Zamora, Sánchez de Lozada y Banzer) y nos conectamos al Brasil en 1999 la ecuación volvió a su punto inicial y el gas se convirtió en la principal fuente de ingresos. Si hacemos una comparación de la matriz exportadora boliviana a partir de esa exportación, veremos que lo que ha variado significativamente es el rango de precios y también progresivamente el volumen, pero lo que no ha variado es la estructura. Llevamos más de un cuarto de siglo apoyados en un trípode del que no podemos salir (a pesar de los valorables aportes industriales en el sector hidrocarburos que no revierten el componente esencial de esas exportaciones). La revisión de las exportaciones agroindustriales tampoco es excesivamente alentadora. De los cinco principales productos, sólo uno (la joyería) es manufactura, los otros tres son materia prima o una combinación con productos elaborados. Veamos la soya por ejemplo: Torta 53%, aceite 22%, grano 22% y harina 3% (datos de 2014).

Es en este escenario en el que es lícito preguntar sobre los cambios reales de un modelo productivo que nos mantiene dramáticamente dependientes.

En un recuento de las principales caídas de nuestras exportaciones de un año a otro desde 1952, la secuencia de las cinco principales es: En 1971 cayeron un 35%, en 1958 un 34%, en 2015 un 32% (datos preliminares), en 1985 un 22% y en 2009 un 22%.

Es, en consecuencia, un imperativo romper este círculo vicioso y orientar un matrimonio público privado que haga posible una estrategia nacional de incentivos fiscales y financieros, de innovación y de tecnología que logren inversión estatal, privada internacional y privada nacional para cambiar esta historia que arrastramos desde hace demasiado tiempo.

12 comentarios en “Nuestra Dramática Realidad Exportadora

  1. El modelo económico boliviano es Comercial no es Productivo, deben crearse las condiciones estructurales para que puedan desarrollarse un modelo económico Productivo, además la participación de universidades en procesos de innovación y desarrollo de tecnologías que requiera el potencial productivo nacional . Hay mucho camino por recorrer pero para empezar debemos diseñar una Estrategia de Desarrollo Productivo País .

  2. Que valioso aporte sobre una realidad que muy pocos le dan la importancia que merece. El rubro del comercio exterior esta tan a la deriva en nuestro pais.

  3. Interesante articulo que expone nuestra triste realidad, lamentablemente mientras no exista un cambio ideologico y etico asi como tambien una profunda revision introspectiva de nuestras politicas impositivas de exportacion, seguiremos siendo aquel pais rico en recursos naturales (renovables y no-renovables) pero con la etiqueta que «carecemos de capacidad productiva y legislativa adecuada» para favorecer la exportacion de nuestros productos. Bolivia no solo debe depender de los recursos minerales tradicionales, debido a que la tecnologia esta avanzando a pasos agigantados y recursos como Litio estan siendo remplazados por componentes artificiales, la industria de petroleo esta siendo afectada por la evolucion de tecnicas de extraccion que hace que los costos tradicionales esten de caida, el mercado de tierras raras en este momento esta empezando a colapsar debido a que se esta empezando a desarrollar materiales que estan remplazando su uso. Bolivia necesita una revision profunda en su legislacion con miras al futuro. Lamentablemente desde la creacion de la Republica, pocos fueron los que vaticinaron semejantes cambios y sus opiniones cayeron en saco roto debido a todos aquellos politicos que el unico afan que tuvieron, tienen y tendran es la egolatria de la imagen y el uso del poder como instrumento de corrupcion y ojo que en esto no se salva ningun partido u agrupacion politica de izquierda, derecha, centro, verdes, rojos, azules, blancos..etc.

  4. Para los que justamente critican el apostar el desarrollo basado en un paradigna donde el Estado es el principal actor, esto no es sorprendente. Tampoco sorprende que la era donde la economia alcanzo su maxima diversificacion fue durante la era neoliberal. En otras palabras, Bolivia esta condenada a la miseria mientras la gente apueste a las siniestrar politicas populistas de la izquierda retrogada.

    Clara que esto no es el unico factor. En Bolivia no existe el estado de derecho ni un libre mercado transparente. La elite empresarial esta donde esta mas por saber manosear las reglas del juego e influencias que por su talento empresarial. Ejemplos concretos los hay desde Doria Medina ha la Sra. Zapata.

    Las soluciones son faciles de concebir (que empiezan por la educacion, educacion, educacion) pero extremadamente dificil de implementar. Ya hay demasiados intereses que viven del c’henko y lucharan hasta las ultimas consecuencias antes de ver un pais donde la gente capaz, honrada y trabajadora sale adelante. Los mañudos de siempre, ellos que tienen la muñeca, el dirigente sindical, el cocalero, el contrabandista, el narco-cocalero, el cooperativsta, no les conviene ver a Bolivia evolucionar. El dia en que el emprendendor es quien gana, es el dia en que su mamadera se acaba. Que viva la pepa y no nos queda mas que tomar el doble el siguiente carnaval.

  5. Lo que faltan son politicas de imnovacion tecnologicas y participativas fucionando alos empresarios privados con el estado, conseguir mercado para los pocos productos que se elaboran en nuestro pais, dejar de pensar en pequeño en lo regional donde el pequeño productor tiene el anhelo de superarse pero las posibilidades de el mercado y la calidad del producto no va mas alla. «Que sabe una ranita del mar si nunca dejo su lago».

  6. Excelente artículo distinguido Carlos Mesa. Así podemos informarnos acerca de nuestro país y su historial de fragilidad económica. Gracias.

  7. Que yo sepa, Bolivia no tiene Tratados de Libre Comercio con diiversos paises, como los tienen Perú y Chile. Bolivia y Ecuador han rechazado ese camino, difícil de negociar pero se logra, en vez de echarle toda la culpa a la falta de salida soberana al Mar.

    • Neegocien Tratados de Libre Comercio con distintos países,Esa negociaciones no son fáciles pero los resulyados son buenos para efectos de lo que se busca en este blog..Porqu si consiguen salida soberana al Mar, después de los numerosos festejos, vendrá el desencanto en Bolivia porque todo seguirá igual , salvo el narco-trafico que será el primero en aprovechar dicha salida al Mar

  8. Seguimos en reversa es decir volver nuevamente a los 500 años del dominio español, que fue tan duramente criticado por el actual gobierno, que ganamos exigiendo que en en el occidente se aprenda aymara, en los valle quechua y en el oriente guarani, sera que algún día harba un premio novel en una de las lenguas, mientras tanto la tecnología los tratados comerciales, los productos con valor agregado nos seguirían inundando no solo de la china, también de otros paises

  9. Un enfoque distinto, sin ánimo de menospreciar a Bolivia, datos duros:
    Bolivia, 8 millones de habitantes en 1 millón de kms2. (cada boliviano está sentado en 1 millón de mts. cúbicos de gas). 4 millones viviendo la «diáspora boliviana» subsistiendo y trabajando en el extranjero,
    Chile, 18 millones de habitantes (casi medio millón de bolivianos, legales e ilegales) en 756.000 km2 y tenemos que entregarle gratis a Bolivia una salida «soberana brasilera-china al mar»? para que nos pasen a llevar, o no? Bolivia solo quiere una bandera en la arena de la playita, la fuerza geopolítica, en cambio, quiere entrar al pacífico sin fiscalización….

    • si tenemos en cuenta que Bolivia perdió 120.000km^2 cuadrados con Chile yo no diría que es ninguna gratuidad, es mas en la mejor negociación se nos ofrecía alrededor de 12km de costa, no tengo datos exactos pero no debe representar ni el 1% de todo lo que Chile gano con este territorio.
      Bolivia no solo quiere una banderita en la playa como dices, creo que este articulo muy bien lo explica, somos un país mono productor hoy en día y desde hace mucho dependemos de la exportación de hidrocarburos. A lo que un directo acceso al mercado asiático(océano pacifico) es fundamental no lo crees?.
      en cuanto al tema de Brasil creo que Perú ya se adelanto por que el tren bioceanico que cruzael atlántico en Brasil al pacifico en Peru ya se esta poniendo en marcha

      Saludos!

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